Mostramos en Historia de Burguillos, una pequeña reseña de lo que fue la Semana Santa de nuestro pueblo en el siglo XIX (de la que desgraciadamente no ha pervivido nada), aprovechando que hoy, 29 de marzo, es Lunes Santo.
Y que mejor día que hoy, para reseñar cómo era la Semana Santa de Burguillos en el siglo XIX.
La Semana Mayor comenzaba el Domingo de Ramos con la procesión de palmas por el exterior de la Iglesia Parroquial; este mismo día la Hermandad de la Santa Vera-Cruz realizaba el Cabildo General de Salida en el que se decidían los portadores de las insignias y demás puestos para la salida procesional.
El Jueves Santo, tras las Oficios, tenía lugar la Salida procesional de la Hermandad de la Santa Vera-Cruz (lamentablemente desaparecida) con un cortejo iniciado por la Cruz Verde a modo de cruz de guía y compuesto también por la Bandera Verde, entre otras insignias y presididos por el Santísimo Cristo de la Vera-Cruz, el primero de los pasos, y la Santísima Virgen (del que desconocemos su títulación) en su paso de palio.
El Viernes Santo, tras los Oficios, tenía lugar, a partir de 1802, la salida procesional de la Hermandad de Nuestra Señora del Rosario, en la llamada Procesión de Soledad, para lo cual se le despojaba del Niño Jesús que habitualmente porta en su brazo izquierdo. Para ello Nuestra Señora del Rosario disponía de un completo ajuar de signo penitencial, con saya, manto y paso de palio acordes con la ocasión. De dicho ajuar, lamentablemente, sólo nos ha llegado un Corazón con los Siete Puñales, de plata, que acentúan su condición de dolorosa. Además, a partir de 1811, a la Virgen del Rosario, en su procesión de Soledad, le antecedía el Santísimo Cristo del Voto, tras ser depositado en la Iglesia de San Cristóbal, procedente del Convento de Sancti Spíritus del Monte existente en el término municipal de Burguillos, al ser desamortizado.
Finalmente, el Domingo de Resurrección, una vez celebrada la Solemne Eucaristía más importante del calendario litúrgico, tenía lugar la salida procesional conjunta de las Hermandades de la Santa Vera-Cruz y de la Hermandad de la Virgen del Rosario, en la que jubilosamente se celebraba la Pascua de Resurrección, y con la particularidad de que también salía procesionalmente el Dulce Nombre de Jesús (la talla del Niño Jesús que corona el retablo de la Virgen del Rosario), a modo de procesión del Niño Perdido (como la que actualmente se celebra en el vecino pueblo de Guillena), con un ajuar procesional diferente al del Viernes Santo.
Todos esta reseña es un extracto de los datos que podemos encontrar al visionar tanto el archivo parroquial, como el de la Hermandad de Nuestra Señora del Rosario.
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