Cada lunes una nueva entrada con una noticia sobre Historia, Arte, Geografía, Bibliografía, Patrimonio, Fotografía, Hemeroteca, ... de nuestro pueblo: BURGUILLOS

Historia, Patrimonio, Arte, Bibliografía, Hemeroteca, ... sobre nuestro pueblo: BURGUILLOS

lunes, 27 de diciembre de 2021

Bibliografía: El yacimiento arqueológico nº 102 (Burguillos, Norte), de Burguillos en el libro "Implantation rurale antique sur le Bas-Guadalquivir", de Michel Ponsich, editado por el CSIC, en Madrid, en 1974.

     Mostramos en Historia de Burguillos los datos del yacimiento arqueológico nº 102 (Burguillos Norte) de Burguillos, que aparece en la principal monografía dedicada al estudio de la arqueología romana del término municipal de nuestro pueblo. Se trata de "Implantation rurale antique sur le Bas-Guadalquivir" [Antiguo asentamiento rural en el Bajo Guadalquivir], obra de Michel Ponsich, editado por el Laboratorio de Arqueología de la Casa de Velázquez (CSIC), en Madrid, en 1974.
   Es una obra imprescindible para conocer la historia de nuestro pueblo en época romana, y por supuesto de toda nuestra comarca, y en definitiva el Bajo Guadalquivir. Fundamental para nuestro pueblo porque en él se detallan, nada más y nada menos, que 25 yacimientos arqueológicos enclavados en el término municipal de Burguillos, siendo el aquí descrito el nº 102 (Burguillos Norte), que aparece en la página 92, y que pasamos a transcribir literalmente:
‎ 

102 - BURGUILLOS (Norte)
                    ‎Coordenadas: 398 / 335,8.‎
‎En la carretera de Castilblanco, una importante zona de restos arqueológicos; en superficie, bloques de piedra para construir, fragmentos de ladrillos, tejas, ánforas romanas y cerámica común y sigillata clara D. Finca romana.‎
‎Ocupación hasta el siglo IV d.C.‎


lunes, 20 de diciembre de 2021

Hemeroteca: Burguillos en la "Guía de Sevilla, su provincia" de 1891.

     Mostramos en Historia de Burguillos los datos recogidos en la "Guía de Sevilla. Su provincia, &. para 1891", editado en 1890 por Vicente Gómez Zarzuela, Año XXVII, y cuyo original se encuentra en la Biblioteca Nacional de Madrid.
     Esta publicación en forma de anuario, estuvo publicándose durante 32 años, primero por el periodista Manuel Gómez Zarzuela, y desde el fallecimiento de éste, en 1887, por Vicente Gómez Zarzuela. Incluye noticias e información de utilidad sobre las instituciones (arzobispado, capitanía general, tercio naval, audiencia territorial, universidad, ayuntamiento, diputación, aduanas, etc.), entidades (sociedades y colegios profesionales, escuelas, bibliotecas, hospitales, comercios, industrias, etc.), edificios y monumentos, transportes y servicios públicos, la agricultura, así como de los integrantes de dichas instituciones, corporaciones y sociedades y de la vida social y cultural sevillanas. Da cuenta de un indicador general del comercio, la industria y profesional, e incluso una guía del vecindario hispalense con trascendencia social y económica.
     Cada tomo, de entre 400 y 700 páginas, comienza con un índice alfabético de materias, así como un almanaque y está dividido en secciones. Incluye también publicidad y al final un plano de la ciudad. Con una amplísima información, estaba dirigido no sólo a los sevillanos sino a los viajeros, por contener información también de carácter turístico. También se tituló Guía oficial de Sevilla y su provincia.
     Pues bien en su página 101 encontramos la primera mención a nuestro pueblo, en concreto al relacionarse la Carreteras provinciales construidas en la provincia, y que pasamos a transcribir literalmente:
   CARRETERAS PROVINCIALES.- 
De Alcalá del Río a Burguillos, 7 kilómetros 62 metros. 

   En la página 108 encontramos la segunda y última mención a nuestro pueblo, cuando se relacionan una serie de datos estadísticos en un cuadro gráfico, y que pasamos a transcribir literalmente:
Localidad: Burguillos
Número de concejales: 6
Número de habitantes (Población de hecho): 568
Riqueza imponible - Ptas. Cts.: 49,857
Extensión del término. Hectáreas: 4,309
Distancia á la capital. Kilómetros: 16,665 
   
... Aunque escasos, siguen siendo datos interesantes para seguir conociendo nuestro pueblo.

lunes, 13 de diciembre de 2021

La pintura "Santa Lucía", en el Retablo Mayor, de la Iglesia de Burguillos

     Mostramos en Historia de Burguillos, la pintura "Santa Lucía", que podemos contemplar en el retablo mayor de la iglesia parroquial de San Cristóbal mártir de nuestro pueblo, aprovechando que hoy, 13 de diciembre, es la Memoria de Santa Lucía, virgen y mártir, la cual, mientras vivió, conservó encendida la lámpara esperando al Esposo, y llevada al martirio en Siracusa, ciudad de Sicilia, en Italia, mereció entrar con Él a las bodas y poseer la luz indefectible (303/304) [según el Martirologio Romano reformado por mandato del Sacrosanto Concilio Ecuménico Vaticano II y promulgado con la autoridad del papa Juan Pablo II].

   Y que mejor día que hoy, para analizar dicha pintura dedicada a Santa Lucía.
      Es una pintura sobre tabla, que ocupa la zona media del lateral derecho, a modo de tondo, con unas medidas de 44 x 32 cms., en una pintura barroca sobre tabla en la que representa a Santa Lucía de medio cuerpo presentando la bandeja con sus ojos, atributo clásico de su iconografía.
     Debemos atribuirlo a la mano de Joaquín Cano Zamorano, colaborador habitual de su hermano Juan, en las labores pictóricas de los retablos que ejecutara aquel, debiendo fecharse en 1754, año en el que se realizó el retablo mayor burguillero.

Conozcamos mejor la Historia, Leyenda, Culto e Iconografía de Santa Lucía, virgen y mártir;
   Virgen de Siracusa que habría sido martirizada en 304, en tiempos de Diocleciano.
   Según la leyenda, con su madre Eutiquia emprendió una peregrinación a Catania, a la tumba de santa Águeda. Después de la curación de su madre, Lucía distribuyó toda su fortuna entre los pobres.
   Denunciada como cristiana por su novio pagano, el cónsul Pascasio, fue condenada a permanecer en el prostíbulo (ad leones), pero un potente tiro de cuatro bueyes no consiguió hacerla avanzar ni un paso hacia allí. Es lo que evoca un himno donde se califica a la santa  de  «columna inamovible».
   Columna es immobilis, 
   Lucia sponsa Christi.
   El cónsul pidió ayuda a los magos. Lucía fue asperjada con orina hirviente que se consideraba apta para destruir los maleficios. Los verdugos le echaron plomo fundido en las orejas, le arrancaron los dientes y los pechos. Se levantó una hoguera a su alrededor; pero las llamas la respetaron, y para acabar con ella debieron cortarle el cuello.
   Según otra versión, ella misma se habría arrancado los ojos y los habría enviado a su novio sobre una bandeja; pero la Santísima Virgen le habría hecho nacer otros ojos aún más bellos (occhi belli, lucenti).
   Esta leyenda se apoya en la etimología popular de su nombre, Lucia, cuya raíz está vinculada con la palabra luz (lux) (Lucia a luce, Lucia quasi lucis via).
   Los dos ojos que le servían de atributo no eran los suyos, sino, por decirlo así, eran armas parlantes. Se trata de un despropósito iconográfico que ha engendrado la leyenda de los ojos arrancados.
CULTO
   Desde Siracusa, Sicilia, cuya catedral está puesta bajo su advocación, el culto de la santa se difundió en todo el territorio italiano: Nápoles, Roma, Milán y hasta Venecia.
   En Nápoles, donde cuatro iglesias están puestas bajo su advocación, es casi tan popular como san Jenaro. El nombre de santa Lucía suena constantemente en las barcarolas napolitanas. Las iglesias de Santa Lucía del Mare, y Santa Lucía del Monte pretenden  poseer, cada una, uno de los dientes de la santa, la catedral de Milán su cabellera, la iglesia de Santa Lucía de Padua un  trozo de una costilla y un mechón de pelo... pretensiones irreconciliables con la de los venecianos que creen poseer el cuerpo íntegro de la santa siciliana.
   Francia no fue menos devota a santa Lucía. En la abadía de Saint Riquier cerca de Abbeville, se veneraban sus reliquias.
   Pero el centro principal del culto de la santa era la abadía de Saint Vincent, en Metz, que se jactaba de haber recibido el cuerpo de la santa en el año 970. Desde Metz, el culto de santa Lucía se difundió en la Alemania renana, donde desplazó al culto de su competidora alsaciana, santa Odila. Teodorico, obispo de Metz, cedió el brazo de la santa a la catedral de Espira.
   Amberes, en Flandes, recibió del papa Chigi (Alejandro  VII), un fragmento de su mandíbula. En España, el culto de la santa está probado en la ciudad de Sevilla.­
   La razón principal de la popularidad de santa Lucía es que se la considera curadora de las enfermedades oculares, las oftalmias y  la ceguera .
   En Suecia, el día de su fiesta (13 de diciembre), una joven casadera entra en cada casa con una corona de cirios encendidos en la cabeza, símbolo del fin de los días oscuros y del próximo retorno de la claridad.
   En cambio en Sicilia es invocada por las mujeres que desean que sus maridos se vuelvan ciegos con el objeto de poder engañarlos con más facilidad. Como muchas santas, Lucía ha heredado facultades de divinidades paganas. 
   En Alemania ha suplantado a la diosa germánica Berchta, la brillante, llamada la hilandera. De ahí que se convirtiera  en patrona de los tejedores.
ICONOGRAFÍA 
   Sus atributos más frecuentes son dos ojos que suele presentar sobre una bandeja o en el fondo de una copa. No obstante, a veces lleva sus ojos en la palma de la mano, como flores, en el extremo de un tallo, en la punta de un puñal o clavados en un pincho. En un cuadro de Baroccio (Louvre) un ángel es quien sostiene la bandeja con los ojos. Sean cuales fueren estas variantes, todas ellas significan que se la invoca para las enfermedades oculares.
   Este atributo puede hacer que se la confunda con la alsaciana santa Odila, si ésta última no presentase su par de ojos sobre la placa de encuadernación de un libro.
   La santa pisotea un buey, alusión a los bueyes que no pudieron arrastrarla hasta el prostíbulo.
   Además, se la reconoce por la espada o un puñal que le atraviesa la garganta, instrumentos de su martirio. De la herida de su cuello irradian rayos de luz. Las llamas de sus pies, la lámpara encendida o el cirio que lleva en la mano, deben interpretarse como armas parlantes, al igual que el fondo estrellado sobre el cual se destaca (Louis Réau, Iconografía del Arte Cristiano. Ediciones del Serbal. Barcelona, 2000).

lunes, 6 de diciembre de 2021

Callejero de Burguillos: La plaza de la Constitución Española

Mostramos una reseña e imágenes de la plaza de la Constitución Española, en Burguillos.

     Hoy, 6 de diciembre, es el aniversario (6 de diciembre de 1978) de la ratificación por el pueblo español en referéndum de la Constitución Española en vigor, así que hoy es el mejor día para explicarte la plaza de la Constitución Española, de Burguillos, dando un paseo por ella.
     La plaza de la Constitución es, en el Callejero Burguillero, una vía que se encuentra en el Casco Histórico, en el centro de la calle Real.



     La plaza responde a un tipo de espacio urbano más abierto, menos lineal, excepción hecha de jardines y parques. La tipología de las plazas, sólo las del casco histórico, es mucho más rica que la de los espacios lineales; baste indicar que su morfología se encuentra fuertemente condicionada, bien por su génesis, bien por su funcionalidad, cuando no por ambas simultáneamente. Con todo, hay elocuentes ejemplos que ponen de manifiesto que, a veces, la consideración de calle o plaza no es sino un convencionalismo, o una intuición popular, relacionada con las funciones de centralidad y relación que ese espacio posee para el vecindario, que dignifica así una calle elevándola a la categoría de la plaza, siendo considerada genéricamente el ensanche del viario. También hay una reglamentación establecida para el origen de esta numeración en cada vía, y es que se comienza a partir del extremo más próximo al Ayuntamiento. En la periferia unas veces se olvida esta norma y otras es difícil de establecer. 
     La vía, en este caso una plaza, está dedicada a la Constitución Española, ratificada por el pueblo español en referéndum el 6 de diciembre de 1978.






     La plaza de la Constitución Española está situada en el Casco Histórico. Es una plaza que parte la calle Real, en dos, y en un principio era un ensanche de la misma. Tiene una longitud de 100 metros aproximadamente, en paralelo a la calle Real, y un fondo de unos 25 m. aproximadamente. Es peatonal desde el punto de vista del tráfico rodado, y alumbrada por farolas funcionales. Está presidida por el edificio del Ayuntamiento, que es la referente de la misma, y por viviendas tanto en los lados menores, como en el frente principal, colindante al Ayuntamiento, en una vivienda cuyo diseño original fue realizada por Antonio Delgado Roig, inspirada en las casas sevillanas del siglo XVII y XVIII. Finalmente el último frente, paralelo a la calle Real, es un solar en el que se ubicaba la desaparecida Casa-Cuartel de la Guardia Civil.





Conozcamos mejor la Constitución Española de 1978, a la que está dedicada la plaza;
     Don Juan Carlos de Borbón inició su reinado dentro del sistema político integrado por el conjunto de las llamadas Leyes Fundamentales del anterior régimen, las cuales incluían la posibilidad de su modificación. Esto permitió que el establecimiento de un nuevo sistema democrático se hiciese sin traumas; partiendo de la legalidad anterior, o mejor dicho, valiéndose de los instrumentos de dicha legalidad, como eran las Cortes Españolas, que, el 18 de noviembre de 1976, aprobaron la Ley para la Reforma Política, inicio del proceso que culminaría en la Constitución de 1978. Toda una novedad respecto de un pasado durante el cual las constituciones se establecían habitualmente sobre los escombros de la constitución y del sistema precedente.
     Aprobada la Ley citada en amplio referéndum el 15 de diciembre de 1976, con arreglo a ella se celebraron el 15 de junio de 1977 las elecciones para constituir las Cortes que habrían de elaborar y aprobar la Constitución hoy vigente.
     Formadas las nuevas Cortes por las dos Cámaras, Congreso y Senado, previstas en la Ley para la Reforma Política, se eligió la Comisión Constituyente del Congreso, que, a su vez, designó la Ponencia integrada por los diputados señores Gabriel Cisneros (UCD), Manuel Fraga (AP), Miguel Herrero Rodríguez de Miñón (UCD), Gregorio Peces-Barba (Socialistas del Congreso), José Pedro Pérez Llorca (VCD), Miguel Roca Junyent (Minoría Catalana) y Jordi Solé Tura (Grupo Comunista). La Ponencia redactó dos proyectos, el segundo después de recibir 3100 enmiendas. Discutido el texto correspondiente por la Comisión mencionada y el Pleno del Congreso, por los mismos organismos del Senado y por la Comisión Mixta encargada de resolver las discrepancias entre ambas Cámaras, fue definitivamente aprobado por éstas y por abrumadora mayoría en el referéndum celebrado el 6 de diciembre de 1978.
     Ampliamente rebasadas las circunstancias históricas que pudieron justificar el principio de la soberanía compartida, la Constitución de 1978 proclama como principio originario la soberanía del pueblo español, constituido en un Estado social y democrático de derecho.
      A ese principio corresponde la declaración de derechos y libertades que le sucede, así como al pluralismo de la moderna sociedad española corresponde la declaración de que "ninguna confesión tendrá carácter estatal", aunque “los poderes públicos tendrán en cuenta las creencias religiosas de la sociedad española y mantendrán las consiguientes relaciones de cooperación con la Iglesia Católica y las demás confesiones". Nada tan significativo del nuevo ambiente como la comparación entre la discusión de esos principios en la elaboración de la nueva constitución y las tormentosas sesiones que motivó el mismo tema en la discusión de la Constitución de 1931. En el mismo sentido vale la pena subrayar la posición transaccional de la Constitución de 1978 en dos cuestiones clave como son de la libertad de enseñanza y la libertad de empresa: ambos principios son proclamados explícitamente, pero con patente apertura a criterios muy diversos en su aplicación.
     En cuanto a los instrumentos de gobierno, la Monarquía es aceptada en su modalidad parlamentaria y obviamente entendida como forma de Estado más que como forma de Gobierno, de acuerdo con la doctrina constitucional contemporánea, que sitúa a la Corona en la esfera de la influencia y el prestigio más que en la de los poderes políticos específicos.
     De lo dicho se desprende que el protagonismo político estricto corresponde al Gobierno, que la Norma Fundamental constitucionaliza de manera plena, juntamente con las Cortes Generales, formadas por el Congreso y el Senado, en los que el pueblo aparece representado por los partidos políticos, que por primera vez figuran explícitamente en una constitución. (Las anteriores, de 1876 y 1931, los ignoraban, aunque fuesen una realidad de primer orden).
     La gran novedad de la Constitución de 1978 es el reconocimiento pleno de las Comunidades Autónomas a las que se refiere ya en su artículo segundo, según el cual la Constitución se fundamenta en "la indisoluble unidad de la Nación española, patria común e indivisible de todos los españoles, y reconoce y garantiza el derecho a la autonomía de las nacionalidades y regiones que la integran". A diferencia de lo que sucedió con la Segunda República, en la que sólo llegaron a aprobarse varios Estatutos de Autonomía, en las últimas décadas se ha generalizado el proceso de descentralización política y administrativa iniciado en 1978, existiendo en la actualidad diecisiete Comunidades Autónomas plenamente consolidadas.
     Esta nueva articulación territorial del Estado incide en el diseño constitucional de las Cortes Generales, compuestas por el Congreso de los Diputados y el Senado. El primero tiene la primacía como órgano legislativo y político. La relegación en estos aspectos del Senado a un segundo puesto tiene su compensación en la función que naturalmente le corresponde como Cámara de representación territorial o de las Autonomías.
     No quedaría completa esta exposición de la Constitución de 1978 sin referirnos al hecho, único en toda nuestra historia constitucional, de que no solamente ha sido aceptada por todos, sino elaborada prácticamente por todos, fruto de un espíritu de concordia y realismo, gracias al cual, en todos los puntos debatidos, incluso en los más delicados, se pudo llegar sin grandes estridencias dialécticas a resultados positivos. Durante el debate constitucional fue descrita como la constitución del consenso; una vez promulgada hubo quien la presentó como hecho único en la historia de España, como demostración de que "no hay dos Españas irreconciliables y en permanente confrontación".
     Si tenemos en cuenta lo que ha sido la historia constitucional española de los dos últimos siglos, se comprende con facilidad el entusiasmo que reflejan afirmaciones como las anteriores. Y si se habla con buenas razones del "milagro de la transición", no parece abusivo que se hable asimismo del "milagro de la Constitución". Aunque en realidad se deba al buen sentido del pueblo español y al espíritu conciliador de sus representantes. Todo ello nos permite esperar que tan eminentes cualidades sigan produciendo, como ya lo han hecho durante las últimas décadas, la normalidad constitucional de todos los días.
     La primera reforma constitucional (1992) consiste en añadir, en el artículo 13.2, la expresión "y pasivo" referida al ejercicio del derecho de sufragio de los extranjeros en elecciones municipales. La segunda reforma constitucional (2011) consiste en sustituir íntegramente el artículo 135 (Congreso de los Diputados).






     La plaza de la Constitución Española es, históricamente, una vía antigua en el callejero burguillero, puesto que fue creada con el propio pueblo, ya que en ella se ubica el edificio donde reside el poder civil, el Ayuntamiento, de ahí que popularmente siempre se la ha conocido como plaza del Ayuntamiento, y de hecho es lugar protagonista en las principales fiestas de Burguillos, como son la Cabalgata de los Reyes Magos (acto final de la misma), Bendición de Vehículos por San Cristóbal (Hermandad de San Cristóbal), Coronación de la Reina de las Fiestas y Desfile de Romeros (Hermandad de la Virgen del Rosario), así como conciertos ocasionales a lo largo del año.