Cada lunes una nueva entrada con una noticia sobre Historia, Arte, Geografía, Bibliografía, Patrimonio, Fotografía, Hemeroteca, ... de nuestro pueblo: BURGUILLOS

Historia, Patrimonio, Arte, Bibliografía, Hemeroteca, ... sobre nuestro pueblo: BURGUILLOS

lunes, 31 de diciembre de 2018

Hemeroteca: Burguillos en la división administrativa para las elecciones provinciales, según el Decreto publicado en La Gaceta de Madrid, el 30 de septiembre de 1870.

   Mostramos en "Historia de Burguillos" la noticia recogida en "La Gaceta de Madrid", editado en la capital del reino, sobre el Decreto gubernamental para la división provincial en distritos con vistas a las próximas elecciones provinciales, y en el que lógicamente aparece nuestro pueblo, y publicado el 30 de septiembre de 1870, y que se conserva en el archivo de la Biblioteca Nacional de España.

   "La Gaceta de Madrid"; fue una publicación periódica oficial editada en Madrid desde 1697 hasta 1936 en la que fue sustituida en la práctica por el denominado Boletín Oficial del Estado. La Gaceta, en el momento de su nacimiento, estaba dirigida y administrada desde la iniciativa privada. Esta circunstancia varía por completo durante el reinado de Carlos III, quien, en 1762, decide otorgar a la Corona el privilegio de imprimir La Gaceta. De esta forma, la publicación pasa a convertirse en un medio de información oficial que refleja los criterios y decisiones del Gobierno.
   Posteriormente, por la Real Orden circular del Gobierno dirigida á todas las autoridades del reino de 22 de septiembre de 1836, se establece que los decretos, órdenes e instrucciones que dicte el Gobierno se considerarán de obligación desde el momento en que sean publicados en La Gaceta. De este modo, La Gaceta pasaba a convertirse en un órgano de expresión legislativa y reglamentaria, característica que conservará hasta la actualidad.
   En cuanto a la estructura de La Gaceta, es en 1886 cuando se establece que la publicación sólo contendrá documentos de interés general (leyes, decretos, sentencias de tribunales, contratos de la Administración Pública, anuncios oficiales, entre otros); asimismo se establece un orden de preferencia en la publicación de las disposiciones que atiende a criterios de urgencia y un orden de prioridad de la inserción de documentos: Leyes, Reales Decretos, Reales Órdenes. Por último, se prescribe que, dentro de cada sección, el orden de publicación ha de ser el de antigüedad de los Ministerios, siempre tras la Presidencia del Consejo de Ministros. Toda esta estructura será perfilada por una Real Orden de 6 de junio de 1909.
   Por lo que se refiere a la denominación, previamente había recibido nombres como Gazeta nueva de los sucesos políticos y militares (1661-1662), Gaceta ordinaria de Madrid (1667-1680) o Nuevas ordinarias de los sucesos del Norte (1683-1697). En 1697 empezó a publicarse como Gaceta de Madrid, nombre que mantendría, con transitorios cambios de denominación, hasta entrado el siglo XX. Es importante resaltar que en determinados momentos históricos convivieron, al mismo tiempo, varios diarios oficiales con denominaciones distintas.
   En 1936, tras el estallido de la guerra civil, adoptó el título Gaceta de la República: Diario Oficial en noviembre de dicho año. Esta publicación sería sustituida tras el fin del conflicto por el Boletín Oficial del Estado, que se había empezado a publicar el 2 de octubre en la zona sublevada tras una etapa previa bajo el título Boletín Oficial de la Junta de Defensa Nacional.

   Pues bien, en la página 9 de la edición del 30 de septiembre de 1870 (como SUPLEMENTO AL NÚM. 273, ocupando desde la página 9 a la 25 de dicha edición), a tres columnas, en las que se publica el Decreto emanado del Gobierno de España sobre la división provincial en distritos con vistas a las próximas elecciones provinciales, y en el que lógicamente aparece nuestro pueblo y que pasamos a transcribir íntegramente (el DECRETO que aparece en la parte superior de la segunda columna, tras la oportuna exposición de motivos del MINISTERIO DE LA GOBERNACIÓN):
Pág. 9 del periódico "La Gaceta de Madrid" del 30 de septiembre de 1870.
   DECRETO
   Como Regente del Reino,
   En vista de las razones expuestas por el Ministro de la Gobernación,
   Vengo en decretar lo siguiente:
  Artículo 1º Se aprueba la adjunta división de las provincias en distritos para las próximas elecciones provinciales.
   Art. 2º Constituidas que sean las nuevas Diputaciones, se procederá a rectificar dicha división según establece la segunda disposición transitoria de la ley provincial de 20 de Agosto de 1870.
   Dado en Madrid a veintinueve de Setiembre de mil ochocientos setenta.
FRANCISCO SERRANO.
El Ministro de la Gobernación,
Nicolás María Rivero.

Le sigue lo siguiente:

DIVISIÓN 
DE LAS
PROVINCIAS EN DISTRITOS
PARA LAS PRÓXIMAS ELECCIONES PROVINCIALES
ESTADO general de los distritos en que debe dividirse cada provincia, según su población.
...
Sevilla
Población de la Provincia ...  473.920
Número de Diputados ... 46
Corresponde a cada Distrito ... 10.302
Residuo de población ... 23.920
Aumento de diputados por la población excedente ... 1
Total de Diputados ... 47

   Y, finalmente, en la página 22 de la misma edición, y ocupando el final de la primera columna, la segunda columna al completo y el principio de la tercera, se publican los datos de la Provincia de Sevilla, interesándonos para nuestro pueblo, la última columna al aparecer en el PARTIDO JUDICIAL DE SEVILLA, a la que corresponden 15 Diputados, y especialmente el 14º distrito y que pasamos a transcribir íntegramente:
Pág. 9 del periódico "La Gaceta de Madrid" del 30 de septiembre de 1870.
14º distrito.- Alcalá del Río.- Alcalá del Río, Castilblanco, Burguillos, Brenes, Guillena, Algarrobo y Gerena.

lunes, 24 de diciembre de 2018

Bibliografía: Capítulo XXIV "La nave de la Epístola" del libro "El señorío de Burguillos (Sevilla); una aproximación a su historia" de Francisco Rodríguez Hernández, de 1999.

   Mostramos en Historia de Burguillos el capítulo XXIV del libro "El señorío de Burguillos (Sevilla); una aproximación a su historia", de Francisco Rodríguez Hernández, editado por el Ayuntamiento de Burguillos y la colaboración de la Diputación de Sevilla en 1999, y que trata sobre La nave de la Epístola, ocupando las páginas 109 a 115 de dicha monografía y que pasamos a transcribir íntegramente:
Pág. 109 de "El señorío de Burguillos (Sevilla); una aproximación a su historia"
La nave de la Epístola
          Cuenta final dada por don Francisco Javier Curado Caro. Presbíterio, Director de la obra de la Iglesia de la Villa de Burguillos, de los gastos hechos en ella.
          En la Villa de Utrera, a 24 de enero de 1780, don Francisco Javier Curado Caro, cura de las Iglesias Parroquiales de esta Villa, con asignación a la del Sor. Santiago, más antigua de ella, pareció ante mi el presente Notario Apostólico, y dijo que habiéndose puesto a su cuidado, la obra para la reedificación de la Iglesia Parroquial de la Villa de Burguillos, como Director de ella, nombrado por Su Señoría, el señor don Miguel Antonio Carrillo, Deán de la Santa Metropolitana y Patriarcal Iglesia de la ciudad de Sevilla, y Provisor y Vicario General en ella y su Arzobispado, sede vacante, en fuerza de este encargo, ha hecho la expresada obra, que se halla perfectamente acabada, por lo que pretende dar, razón y cuenta de los gastos hechos en ella, como también de las partidas de maravedís, que a este efecto se le han entregado, a cuyo propósito se hacen los supuestos siguientes:
          Primeramente se supone, que en el día 15 de junio del año pasado de 1776, el expresado señor don Miguel Antonio Carrillo, libró su comisión por ante don Diego de Castro, su Contador Mayor, y por ella concedió su licencia al mentado don Francisco Javier Curado Caro, para que con maestro de su satisfacción, hiciese la obra que dicha Iglesia necesitaba, con arreglo en un todo, a la visita del maestro mayor de obras de las fábricas de las Iglesias de este [...].
  
   Así empieza el extenso informe, dado ante notario, por el que fue cura párroco de Burguillos, a la terminación de la obra que se le encomendó, y que llevó a cabo con éxito, demostrando con ello poseer unas excelentes dotes de organización, y una capacidad de trabajo realmente admirable.
   Se dice de la diócesis que era sede vacante, por muerte el 22 de marzo de 1775, del cardenal arzobispo don Francisco de Solís Folch de Cardona, y antes de tomar posesión en 1776, el nuevo prelado don Francisco Javier Delgado y Venegas, procedente de la sede de Sigüenza.
   En la imposibilidad de recoger todo el contenido del citado informe, primero por su extensión, que es mucha, y segunda porque la mayoría de sus hojas son ilegibles, como se observa en la fotocopia de la primera, que es una de las más claras. A pesar de este inconveniente, he podido extraer, la suficiente información, que me ha permitido exponer una completa visión de conjunto. El informe -como se ve- fue redactado en Utrera, donde se hallaba nuestro personaje ejerciendo ya, -en enero de 1780- como "cura de las iglesias parroquiales de esta Villa, con asignación en la del Señor Santiago,
Pág. 110 de "El señorío de Burguillos (Sevilla); una aproximación a su historia"
más antigua de ella". Era sin duda un ascenso, como premio a su buena labor. Pero vamos a remontarnos a los antecedentes de nuestra historia.
   Desde hacía algún tiempo, venía gestándose en la mente de todos -eclesiásticos y pueblo- la idea de dotar a la iglesia del Sr. San Cristóbal, de mayores dimensiones, pues solo contaba con la nave central, y esta, a veces, no bastaba para contener la afluencia de fieles, que asistían en gran número a los oficios religiosos; eran unos tiempos en que estas prácticas estaban más arraigadas y extendidas.
   Acorde con esta inquietud, las autoridades de la diócesis, hicieron una primera toma de contacto, y para ello, fue enviado a Burguillos, el maestro mayor de obras de fábricas del arzobispado, Ambrosio de Figueroa, con el encargo de que hiciera sobre el terreno, un estudio minucioso referido a "el reconocimiento, aprecio y ejecución de la obra". Después de lo cual y con fecha 26 de septiembre de 1774, redactó un detallado informe, proponiendo la ampliación del templo, con la construcción de una nave lateral en el lado de la epístola. todo ello motivó la apertura de un expediente, que recoge la participación de una diversidad de intervenciones, a medida que tomaba cuerpo el proyecto que se pretendía realizar.
   Pero no todo era la construcción de una nave lateral, pues en el informe del maestro Figueroa, se recogen otros problemas de importancia, cuya solución elevarían los recursos económicos que habría que emplear, ya que aconsejaba "el derribo de la Capilla Mayor, por quanto se hallaba muy detteriorada y ruynosa".
   A la vista del cariz que tomaba la cosa, como consecuencia de las complicaciones que iban surgiendo, se consideró prudente, requerir otros criterios profesionales, y para ello, fue enviado el maestro José Álvarez, quién dijo en su informe, con respecto a la citada capilla mayor, que "solo un reparo menor, era lo que se podría ejecutar". Con estos datos a la vista y con la ayuda de la asesoría técnica adecuada, se reunieron el procurador mayor de iglesias, el ilustrísimo señor deán y cabildo, acordando solicitar al maestro mayor de obras, la presentación de planos y condiciones. También se tomó el acuerdo de nombrar al cura párroco don Francisco Javier Curado Caro, director de la obra y coordinador general, con capacidad para proceder a la elección de maestro, contratación de personal, compra de materiales, etc.
   Con fecha 15 de junio de 1776, el deán libró comisión ante don Diego de Castro, su contador mayor, y por ella se concedió licencia y nombramientos. Para atender los primeros gastos, se autorizan las primeras entregas de dinero, consistentes en una partida de 6.000 reales de vellón, el 8 de julio de 1776, y otra de 3.000 el 22 de agosto de dicho año. En fechas posteriores se libraron muchas partidas, que superaron con creces el importe presupuestado, debido a gastos extras ocasionados por problemas que iban surgiendo. Las obras ya habían comenzado y se desarrollaban a buen  ritmo,  bajo  la  dirección  técnica  del  maestro  Pedro  de  Solís;  no  obstante,  el  arzobispado 

Pág. 111 de "El señorío de Burguillos (Sevilla); una aproximación a su historia"
deseando disponer de una información permanente, envió al maestro José Altares, para que hiciera una inspección, y presentara un informe de la misma, el cual recoge el cura párroco en su informe; es como sigue:
          
          José Altares, maestro mayor de obras de las fábricas de este Arzobispado, hizo una declaración en el día 24 de agosto de 1776, por la que manifestó, que en cumplimiento del mandado por SS, los señores de la Diputación de Iglesias, del Ilmo. Sr. Deán y Cabildo, había pasado a la Villa de Burguillos, a efecto de ver y reconocer el estado de la obra que se estaba ejecutando en su única Iglesia Parroquial, y había hallado que la pared guardera del lado de la epístola, la había desnudado de todo su enlucido, mandado así ejecutar antedentemente, y se halló ser toda su fábrica solo de tierra, sin verdugado ni nada, y que por ser de cuatro pies su grueso, se había mantenido hasta entonces, pues ni cimientos tenía.
Pág. 112 de "El señorío de Burguillos (Sevilla); una aproximación a su historia"
          También había reconocido la armadura que cubría el cuerpo de la iglesia, que era de una nave; sus tirantes y estribos y muchas alfardas, estaban también deterioradas y con precisión de una gran reparación, a más de la que tenía otra anteriormente. Expresó asimismo, el orden y método de reparos, y tasó su importe en la cantidad de 33.250 reales de vellón, que juntos con los 11.750, que había regulado en su anterior visita, componían por mayor 45.000 reales, que se mandó gastar [...].

   Sigue en su relato don Francisco Javier:

          Supongo que por el Sr. Licenciado don Ignacio Zalduendo y Suquín, Provisor y Vicario General de este Arzobispado, se libró un despacho al mencionado don Francisco Javier Curado Caro, a los 7 de febrero del año pasado de 1777, por ante don Diego José de Arze, y por él se hizo presente, cómo en 28 de enero del mismo año, se había presentado petición por el Procurador Mayor de los SS. Deán y Cabildo de dicha Santa Iglesia, por la que había dicho en uso del traslado de la solicitud de la ampliación de dicha iglesia, que respecto a haberse hecho constar el aumento del vecindario y demás que resultaba, de los instrumentos que había presentado, consentía, en nombre de dichos señores, en la referida extensión, con arreglo su ejecución, a la visita del maestro mayor, que declaró en 10 de octubre del pasado 1776, e la que expresó, el dicho José Altares, que en cumplimiento de lo mandado por Sus Señorías los Sres. de la Diputación y Hacienda, del Ilmo. Sr. Deán y Cabildo, ha pasado a dicha Villa de Burguillos, a efecto y reconocer el mejor modo de dar a la iglesia, más extensión, atendiendo a la precisión por lo estrecha que era, a cuyo propósito manifestó el modo y circunstancias con que se habría que practicar, como también reguló el costo que había de tener, que ascendió a 30.608 reales, que juntos con los 45.000, regulados en las anteriores visitas, componían todo 75.608 reales de la misma moneda, en cuya visita se concedió licencia, por Su Señoría, dicho Sr. Provisor, par la extensión de dicha Iglesia, haciéndola con arreglo en un todo a la expresada visita.

   Pero no se acabaron las visitas de control e inspección de la obra, pues el cura don Francisco Javier, tan puntual en todo, nos informa en su declaración ante el notario apostólico, que el maestro mayor Ambrosio de Morales:

          También había reconocido los cimientos de la Capilla Mayor, y había visto lo que no había visto en su vida, y era estar fundamentada sobre la tierra sin cimientos algunos, y la causa por qué se había mantenido, por lo que necesitaba derribarla de inmediato y sacarla de cimientos, de la misma profundidad, punto y nivel, que tenían los nuevos que habían hecho de las dos naves, que contaban con su testero, y dio el modelo y la posición que se había de dar a dicha Capilla Mayor y las demás piezas proyectadas, cuyo coste reguló, en 44.000 reales de vellón, visto sobre el aprovechamiento que habría en los materiales y vestigios del derribo.

   En consecuencia, y a la vista de los informes expresados, el licenciado don Ignacio Zalduendo y Suquín, provisor y vicario general del arzobispado, libró despacho con fecha 20 de marzo de 1777, ante don Diego José de Arze, dando licencia al cura don Francisco Javier, para que se ejecutaran las obras  necesarias. A todo esto, el cura párroco no paraba en la compra de materiales, desplazándose a 
Pág. 113 de "El señorío de Burguillos (Sevilla); una aproximación a su historia"
Pág. 114 de "El señorío de Burguillos (Sevilla); una aproximación a su historia"
donde hiciera falta, con tal de hacer sus compras al mejor precio, algunas de las cuales voy a anotarlas como curiosidad:
   - Al mercader de mercería Antonio de Flores Franco, con tienda en la calle Chicarreros de Sevilla, compró muchas varas de cañamazo, a 2 1/2 reales la vara, para hacer costales y conducir yeso de Sevilla a Burguillos.
   - En 29 de julio de 1776, compró a Diego Gregorio Vázquez, en su almacén de la Resolana de Sevilla, varios millares de ladrillos toscos de labor, marcos de altares, pilares de las gradas del Altar Mayor, etc.
   - En Triana compró a Juan Antonio de Sosa, 4.000 ladrillos raspados en 820 reales.
   - El 3 de agosto de 1777, compró a Diego de Cotilla y Julián Suárez, 18.000 ladrillos y otros materiales en 2.160 reales.
   - En la Villa de Cantillana, compró a Juan Díaz 30.000 ladrillos en 1.650 reales.
   - A Plácido Novoa, 3 millares de canal y redoblón, 60 maestras y 6 salones de barro (piezas de techumbre).
   - A Benito Correa, canal, a Alonso Puente, clavos, a Juan José Benítez, esportones terreros y a Andrés Valero, pieza de latón.
   - Al maestro herrero Lorenzo Gutiérrez, cuatro cinchas de hierro que se pusieron en dos columnas de las esquinas de la pared nueva. Asimismo, varios trabajos de herrería y una cerradura y una llave para una puerta.
   - Creo que basta con lo expuesto, aunque hay muchas más compras e intervenciones que demuestran sobradamente, la actividad y la eficacia desarrollada por este sacerdote.
   - Don Francisco Javier, rindió cuenta definitiva el 28 de marzo de 1780, dando como resultado un cargo de 152.759 reales de vellón, y data de 159.402 r/v. y 14 1/2 mrs., con un alcance a favor del director de 6.643 y 14 1/2 mrs.
   - Todo lo referido fue declarado por don Francisco Javier, ante el notario apostólico don Miguel Francisco González de Mora.
   
   He modernizado la ortografía, para facilitar su lectura.
   Incluyo dos fotocopias:
   1ª Portada del informe que dice así:
       Jesús María y José.- Cuenta dada por don Francisco Javier Curado Caro, Presbítero, de la obra hecha en la iglesia de la Villa de Burguillos, que firma el citado notario.
   2ª Primera hoja del informe.
Pág. 115 de "El señorío de Burguillos (Sevilla); una aproximación a su historia"

lunes, 17 de diciembre de 2018

Geografía: Las ruinas del Molino Burguillos en Herguijuela de Ciudad Rodrigo (Salamanca - Castilla y León)

   Mostramos en Historia de Burguillos una pequeña reseña de las ruinas del Molino Burguillos, un lugar que lleva también lleva el nombre de nuestro pueblo (aunque no sabemos ni el motivo ni siquiera si está relacionado con nuestro pueblo o con otro de los municipios que llevan nuestro mismo topónimo) enclavado en el término municipal de Herguijuela de Ciudad Rodrigo (Salamanca), a 1 km. del centro urbano, y al que se llega por el camino rural, aunque asfaltado, que va desde Herguijuela de Ciudad Rodrigo a Martiago, y a 395 km. de nuestro pueblo, Señalar que toda la información aquí mostrada proviene del Instituto Geográfico Nacional y de Google Maps.
Mapa de localización de las ruinas del Molino Burguillos, junto a Herguijuela de Ciudad Rodrigo, Salamanca.
Detalle de la imagen anterior, en la que se remarca la localización del Molino Burguillos.
   Las ruinas del Molino Burguillos se encuentra situado junto al río Agadones, siendo probablemente un molino harinero, y del que poco más podemos decir, puesto que el río Burguillos o de los Gatos, aunque cercano no es en el que se encuentra situado, aunque eso sí, pertenece a la población que hace de capital de la Mancomunidad que le da nombre "Mancomunidad Burguillos" y que en futuros estudios e investigaciones quizás nos de resultados más claros sobre el por qué de su nombre.
   
Fotografía aérea de las ruinas del Molino Burguillos, sobre el río Agadones, en Herguijuela de Ciudad Rodrigo.
Emplazamiento de las ruinas del Molino Burguillos, sobre el río Agadones, desde el puente que lo cruza en dirección a Martiago.

lunes, 10 de diciembre de 2018

Callejero de Burguillos: La calle Amapola.

   Mostramos imágenes (realizadas por Google Maps en septiembre de 2008 y junio de 2011) de la calle Amapola, en Burguillos.
Rótulo de la c/ Amapola
   La calle (desde el punto de vista urbanístico, y como definición, aparece perfectamente delimitada en la población histórica y en los sectores urbanos donde predomina la edificación compacta o en manzana, y constituye el espacio libre, de tránsito, cuya linealidad queda marcada por las fachadas de las edificaciones colindantes entre si. En cambio, en los sectores de periferia donde predomina la edificación abierta, constituida por bloques exentos, la calle, como ámbito lineal de relación, se pierde, y el espacio jurídicamente público y el de carácter privado se confunden en términos físicos y planimétricos) está dedicada a la Amapola, que es el nombre de la hierba aromática y ornamental que crece de forma silvestre en nuestros campos. Su nombre botánico es Papaver rhoeas.
Callejero oficial del Ayto. de Burguillos con la ubicación de la c/ Amapola.
Mapa de Burguillos con la situación de la c/ Amapola.
Fotografía aérea de la c/ Amapola.
   A la Amapola, en su variedad silvestre, también se le llama Ababol, amapola roja o amapola común, perteneciendo a la familia de las Papaveraceae. Tiene una altura de 30-60 cm, y su tallo se encuentra cubierto de hojas, con pelos rígidos y esparcidos. Su flor es regular (actinomorfa), de 7-8 cm. de ancho. Cuatro pétalos, rojos, algunas veces con una mancha oscura en la base. Dos sépalos, caen cuando abre la flor. Muchos estambres. Pistilo de varios carpelos unidos. Flores solitarias, que finalican el escapo. Sus hojas son alternas, pecioladas. Limbo elíptico-espatulado, con lóbulos pinnados, por lo menos los lóbulos de la hojas inferiores son amplios y romos. Hojas superiores con lóbulo central largo. El fruto es una cápsula en forma de barril, de 7-19 mm. de largo, glabra. Con 7-16 rayos. Su hábitat natural son los puertos, campos de cereales, basureros, bordes de caminos, terrenos baldíos y patios. También es una planta ornamental.
Campo de amapolas.
   La Amapola silvestre es una planta que se ha asociado a la agricultura desde épocas antiguas. Su ciclo de vida se adapta a la mayoría de los cultivos de cereales, florecen y granan antes de la recolección de las cosechas. Aunque se la considera una mala hierba, es fácil de combatir con los habituales métodos de control de plagas.
Flor de la amapola.
   Las hojas son levemente venenosas para los animales herbívoros. Las hojas frescas (antes de la floración) pueden cocinarse como las espinacas, y son muy apetecibles, con un sabor característico, y pierden las propiedades venenosas al cocinarse, aunque tienen efectos sedantes por los alcaloides que contiene, por lo que su consumo como alimento ha venido decayendo en el sur de Europa.
   Las semillas son inofensivas y a menudo se utilizan como condimento y en bollería, mientras que los pétalos se usan para elaborar siropes y bebidas alcohólicas. La savia, los pétalos y las cápsulas contienen rhoedina, un alcaloide de efectos ligeramente sedantes, a diferencia la especie Papaver somniferum (adormidera u opio), que contiene morfina. El consumo excesivo puede causar molestias intestinales, y hasta dolor de estómago.
   Se encuentra ampliamente extendida por Eurasia y el norte de África (donde se emplea para la elaboración de cosméticos). Por encontrarse frecuentemente en áreas de cultivo, la Papaver rhoeas se ha extendido con las zonas de agricultura, es decir, han colonizado áreas debido a la influencia del ser humano. Finalmente hemos de señalar que también tiene un uso gastronómico puesto que sus hojas son uno de los ingredientes del preboggion, mezcla de hierbas típica de la cocina de Liguria, en Italia.
Inicio de la c/ Amapola, desde la c/ carretera de Villaverde del Río.
c/ Amapola en su cruce con la c/ Melisa.
c/ Amapola en su cruce con la c/ Albahaca.
Final de la c/ Amapola en la c/ Lavanda.
Vista de la c/ Amapola, desde la c/ Lavanda.
   La calle Amapola está situada en el barrio de La Ermita. Va de la calle Carretera de Villaverde del Río a la calle Lavanda, siendo cruzada consecutivamente por las calles Melisa y Albahaca, y tiene una longitud de 300 metros aproximadamente, siendo unidireccional desde el punto de vista del tráfico rodado en sentido ascendente (exceptuando el primer tramo entre c/ carretera de Villaverde del Río y c/ Melisa, que es peatonal), asfaltada y alumbrada por farolas funcionales. Está conformada por pocas viviendas unifamiliares de autoconstrucción de una y dos plantas en altura y un bloque de viviendas en su inicio (ya que también forman parte de ella las traseras de muchas viviendas de la avda. Alcalde José Cuesta Godoy), formando parte de una zona residencial, aunque también de equipamiento escolar, ya que en ella encontramos el lateral del I.E.S. "Burguillos", edificio más emblemático de la zona. También encontramos en dicha calle varios establecimientos de hostelería así como de otros servicios terciarios, y varios solares aún por construir.
   La calle Amapola es, históricamente, una vía moderna, puesto que fue creada con el boom inmobiliario que se produjo en nuestro pueblo a comienzos del siglo XXI y junto al hecho de ser eminentemente residencial, hace que tenga tan sencillo comentario.

lunes, 3 de diciembre de 2018

Hemeroteca: Burguillos en la correspondencia particular, según la noticia aparecida en "La Discusión" del 4 de agosto de 1869.

   Mostramos en "Historia de Burguillos" la noticia recogida en "La Discusión", editado en la capital del reino, sobre la correspondencia particular entre suscriptores del periódico, entre los cuales hay un burguillero, publicado el 4 de agosto de 1869, y que se conserva en el archivo de la Biblioteca Nacional de España. 
   La Discusión fue un periódico fundado y dirigido en sus primeros años por el célebre jurisconsulto y político José María Rivero (1814-1878), quien desde 1851 venía presidiendo el Partido Democrático, fundando en 1848 de una escisión del Partido Progresista. Al mismo se integrarán como redactores, colaboradores y articulistas los principales intelectuales, políticos y periodistas de la primera generación de demócratas y republicanos españoles. Aparece  con el subtítulo “diario democrático”, que mantendrá prácticamente inalterable a lo largo de su existencia, el dos de marzo de 1856, tendiendo un puente entre la izquierda del antiguo partido progresista y el demócrata recién legalizado durante el bienio.
   Sus primeras polémicas serán contra el jacobinismo de La soberanía nacional, que dos años antes había fundado el fuorierista Sixto Cámara (1825-1859). Sin renunciar al programa antidinástico del partido de 1849 no hará cuestión fundamental la forma de gobierno, y gracias a la moderación y habilidad de Rivero, a su postura transigente y contemporizadora, sobrevive al golpe contrarrevolucionario de 1856.
   Se sumarán a sus páginas Emilio Castelar, Estanislao Figueras, Cristino Martos, José María Orense, José Calderón y Llanes, Nemesio Fernández Cuesta, Eusebio Blasco, Juan Pablo Nogués, Pedro Antonio de Alarcón, Manuel Zorrilla, Eduardo Chao, Vicente Romero Girón, Manuel del Palacio, Ramón Chíes, Marcos Zapata, Francisco Díaz Quintero, Carolina Coronado, Francisco Flores García, Roberto Robert, entre otros muchos.
   Tras entrar Francisco Pi y Margall en su redacción en julio de 1857, polemizará con El pueblo, el periódico que en 1860 funda Eugenio García Rico y que más tarde dirigirá Manuel Gómez Marín, como portavoz de los escindidos republicanos unitarios. Cuando Pi releve a Rivero en la dirección el uno de abril de 1864,  será portavoz del ala socialista y federal del partido, que se enfrentará a la individualista que representa La democracia que ese mismo año funda Emilio Castelar.
   Al final del reinado isabelino, el antiguo secretario de Sixto Cámara, Bernardo García se hará cargo de la propiedad y dirección del diario, hasta que el 21 de junio de 1866 publica su último número de su primera época, al ser suspendido como los demás títulos demócratas y republicanos como consecuencia de la sublevación del Cuartel de San Gil.
   Con ediciones de mañana y tarde y de provincias y la publicación de algunos suplementos esporádicos, y no apareciendo los lunes, La discusión se había convertido en el primer periódico de referencia nacional, con gran circulación y prestigio. De gran formato, pasó de ser compuesto a cuatro columnas a cinco repletas de textos diminutos. Estructurado en secciones, incluía el editorial diario y los artículos de fondo de carácter político y doctrinal, revista de prensa, crónica parlamentaria, noticias del extranjero y de provincias, que serán elaboradas a partir de despachos telegráficos, folletín con novelas de corte histórico y político, gacetilla de la capital, cotizaciones de las bolsas, observaciones meteorológicas, noticias de alcance, espectáculos y, al final, una abundante y vistosa publicidad comercial. Llegará a tener imprenta propia y empresa editorial.
   Tras el triunfo de la septembrina, reaparece el seis de octubre de 1868, iniciando su segunda época, en un momento en que los demócratas se dividirán entre los denominados “cimbrios” o filoprogresistas, que se agruparán en el Partido Radical (José María Rivero, Cristino Martos, Manuel Becerra, etc.) desde el que alcanzarán las altas magistraturas del primer Estado democrático español, y los republicanos y federalistas.
   Como periódico republicano sin más, La discusión ejercerá una gran influencia durante el sexenio. A su cabecera sumará los lemas “No más tiranos” y “Soberanía del pueblo”, que pronto cambia por “No más reyes” y “Viva la República”, que por orden gubernamental serán quitados a partir del siete de octubre de 1869, para reaparecer de nuevo estampados después. En noviembre de 1870 forma parte de la pléyade de periódicos antiamadeistas madrileños, que suman casi una treintena, y durante la segunda Asamblea Federal de 1871 será el más destacado baluarte del republicanismo benévolo, frente al intransigente representado por La igualdad. Protestará contra el golpe de Pavía de enero de 1874, y aunque se sume a las tesis de Emilio Castelar, este fundará su propio órgano: El orden. Con el golpe restaurador del general Arsenio Martínez Campos en Sagunto, La discusión publicará el último número de su segunda época el 30 de diciembre de 1874. Iniciará la tercera a partir del 14 de junio de 1879, como “diario democrático de la tarde” y, después de la mañana, no apareciendo los lunes, plenamente adscrito al republicanismo federal y bajo la misma propiedad y dirección de Bernardo García, hasta que publique su último número el 11 de noviembre de 1887, habiendo mantenido cierta irregularidad en su aparición en sus últimos meses de vida.

   Pues bien, en la página 3 de la edición del 4 de agosto de 1869, a seis columnas, en las que en la sexta (parte superior), aparece un artículo titulado "CORRESPONDENCIA PARTICULAR DE LA DISCUSIÓN." en la que se mencionan hasta 16 documentos (la mención a nuestro pueblo aparece en el primer párrafo) y que transcribimos íntegramente:
Página 3 del periódico "La Discusión" del 4 de agosto de 1869.
 "Burguillos (provincia de Sevilla).- D.I.R. y F. de C.- Recibidos 140 rs. con su carta 25 de junio, quedando atendida igualmente que la suya de 16 de julio."

   Complicado resulta, por no decir imposible, averiguar quienes son esos burguilleros que están tras esas iniciales, y cuáles serían los datos que aparecerían en esas cartas, pero ello no es óbice para constatar en otro documento más el devenir histórico de nuestro pueblo.