Cada lunes una nueva entrada con una noticia sobre Historia, Arte, Geografía, Bibliografía, Patrimonio, Fotografía, Hemeroteca, ... de nuestro pueblo: BURGUILLOS

Historia, Patrimonio, Arte, Bibliografía, Hemeroteca, ... sobre nuestro pueblo: BURGUILLOS

lunes, 25 de marzo de 2024

Callejero de Burguillos: La calle Gaviota

     Mostramos en Historia de Burguillos una reseña e imágenes de la calle Gaviota, en Burguillos.


     La calle (desde el punto de vista urbanístico, y como definición, aparece perfectamente delimitada en la población histórica y en los sectores urbanos donde predomina la edificación compacta o en manzana, y constituye el espacio libre, de tránsito, cuya linealidad queda marcada por las fachadas de las edificaciones colindantes entre si. En cambio, en los sectores de periferia donde predomina la edificación abierta, constituida por bloques exentos, la calle, como ámbito lineal de relación, se pierde, y el espacio jurídicamente público y el de carácter privado se confunden en términos físicos y planimétricos).




     En las calles el sistema es numerar con los pares una acera y con los impares la opuesta. También hay una reglamentación establecida para el origen de esta numeración en cada vía, y es que se comienza a partir del extremo más próximo al centro geográfico de la localidad, o del Ayuntamiento, cuando este sistema se impuso. En la periferia unas veces se olvida esta norma y otras es difícil de establecer. Está dedicada a la Gaviota, aves clasificadas dentro del orden Charadriiformes y familia Laridae, pertenecientes al suborden Lari.


     Están estrechamente relacionados con los charranes, (Sternidae), los cuales eran considerados una subfamilia de las gaviotas. Laridae está compuestos por diez géneros y cincuenta y seis especies. Hasta el siglo xxi, la mayoría de las gaviotas fueron colocadas en el género Larus, pero este arreglo es ahora conocido por ser polifilético, lo que lleva a la resurrección de varios géneros.
     Las gaviotas son aves entre medianas y grandes, grises al ser crías y cambian al plumaje blanco cuando se hacen adultas, a menudo con marcas negras en la cabeza o las alas. Habitualmente producen llamadas ásperas que recuerdan el llanto o gruñidos, poseen un pico robusto y largo y sus pies son palmeados. La mayoría de las gaviotas, particularmente las especies de Larus, son omnívoras, predominantemente carnívoras, anidan en el suelo y capturan comida viva o la roban de manera oportunista. Los alimentos vivos a menudo incluyen cangrejos y peces pequeños. Las gaviotas tienen mandíbulas desencajadas que les permiten consumir grandes presas. Son aves muy vinculadas a las zonas costeras, si bien algunas especies, como la gaviota reidora, han colonizado zonas de interior y no es raro verlas en lagunas, embalses, lagos y cualquier masa de agua que les proporcione alimento, sin necesidad de retornar a la costa. Las especies grandes tardan hasta cuatro años en alcanzar el plumaje adulto completo, pero las especies pequeñas normalmente solo dos. Su esperanza de vida media suele ser elevada, con una edad máxima de cuarenta y nueve años para la gaviota argéntea.
     Las gaviotas anidan en colonias grandes, densamente pobladas y ruidosas. Ponen dos o tres huevos moteados en nidos compuestos de vegetación. Los jóvenes son precoces, nacidos con manchas moteadas oscuras y son capaces de moverse al nacer.​



     Las gaviotas -las especies más grandes en particular- son aves ingeniosas, curiosas e inteligentes,​ que demuestran complejos métodos de comunicación y una estructura social altamente desarrollada. Por ejemplo, muchas colonias de gaviotas muestran comportamiento de acoso (mobbing en inglés), atacando y acosando a posibles predadores y otros intrusos.​ Ciertas especies (por ejemplo, la gaviota arenque) han exhibido un comportamiento de uso de la herramienta, utilizando trozos de pan como cebo con el cual coger peces de colores, por ejemplo.​ Muchas especies de gaviotas han aprendido a coexistir con éxito con los seres humanos y han prosperado en los hábitats humanos.​ Otros confían en el cleptoparasitismo para obtener sus alimentos. Se ha observado que las gaviotas atacan a las ballenas vivas, aterrizando en la ballena mientras se encuentra en la superficie, para picar hacia fuera pedazos de carne.​
     Las gaviotas son ejemplares de aves marinas y son costeras. Su alimentación proviene de la pesca de peces, cangrejos, almejas, camarones, roedores, etc. De igual manera se alimenta de otras aves y suele comerse los huevos de otros pájaros y sus crías. También se alimenta de basura, es carroñera de todo tipo de desperdicios alimenticios.​


   La calle Gaviota está situada en el barrio de El Ejido. Es una calle que parte de la calle Matrona Francisca "La Carrasca", finalizando en la calle Antonio Mairena. Tiene una longitud de unos 30 metros aproximadamente, siendo peatonal, y alumbrada por farolas funcionales. Está conformada por viviendas de V.P.O., formando parte de una zona residencial. 
   La calle Gaviota es, históricamente, una vía moderna, puesto que fue creada con las primeras expansiones del Burguillos moderno, aprovechando parte del antiguo recinto ferial a finales del siglo XX, de ahí su sencillo comentario.  

lunes, 18 de marzo de 2024

Hemeroteca: El ascenso del maestro de Burguillos, José Franco Barrera, en el periódico "Gaceta de Instrucción Pública", del 6 de enero de 1905

     Mostramos en "Historia de Burguillos" la noticia recogida en la "Gaceta de Instrucción Pública", revista editada en Madrid, sobre los ascensos a algunos de los maestros de la provincia de Sevilla, entre los que se encontraban Don José Franco Barrera, que ejercía su profesión en Burguillos, y publicado el 6 de enero de 1905, y que se conserva en el archivo de la Biblioteca Nacional de España.
   "Gaceta de Instrucción Pública"; Periódico de carácter profesional en cuyo número prospecto, de uno de febrero de 1889, señala que será esencialmente práctico, “alejado de toda idea de partido o de sistema” y, por tanto, se eximirá de incluir artículos doctrinales. Insertará numerosas disposiciones y anuncios oficiales sobre la materia, referentes a la primera y segunda enseñanzas y a la superior universitaria, además de las resoluciones emitidas por cátedras, escuelas especiales (como la de archivos, bibliotecas y museos), junto a las referidas a oposiciones, concursos, nombramientos, etc. También tendrá secciones de noticias, bibliografía y material científico, consultas administrativas, correspondencia particular y anuncios comerciales, todas ellas referidas al mundo de la enseñanza. Se publica en números de ocho páginas, primero con una periodicidad decenal (los días 5, 15 y 25 de cada mes), que irá variando en el tiempo.
     Su propietaria y directora es María Encarnación de La Rigada Ramón (1863-1930), que empieza a publicar la revista al tiempo que inicia su carrera profesional como profesora de la Escuela Central de Maestras de Madrid. Más tarde se verá auxiliada en la edición del periódico por Andrés P. de la Mota, como redactor jefe; Luis de Góngora y Andux, como secretario de redacción, y Mercedes Tella y Francisco Carrillo Guerrero, como redactores.
     De La Rigada, de sólida formación y bien situada en los medios burgueses de la época, como señala en sus estudios Carmen Colmenar Orzaes, participó en diferentes congresos pedagógicos y llegó a desempeñar cargos públicos relacionados con su profesión. A pesar de que su periódico era estrictamente de carácter informativo, en los últimos años llega a incluir artículos doctrinales, en los que aparecen las posiciones reivindicativas de su directora en la defensa de los derechos profesionales y, en concreto, en lo referente a la discriminación salarial de maestras y profesoras.
     Junto a la cabecera de la revista se llegará a indicar que es el “periódico profesional de mayor información de España”, y con este título se publicará hasta el 30 de diciembre de 1907. A partir del cinco de enero de 1908 lo amplía a: Gaceta de instrucción pública y bellas artes, hasta su desaparición definitiva el 26 de septiembre de 1917.
      Pues bien, en la página 1212 de la edición del 6 de enero de 1905, a dos columnas, en la que se publican diversas noticias relacionadas con la educación, aunque la que nos interesa fundamentalmente a los burguilleros, es la que aparece en la parte media de la primera columna, sobre los ascensos de los maestros en la provincia sevillana, entre los que se encontraban los que imparten sus conocimientos en nuestro pueblo, y que pasamos a transcribir íntegramente:


NOTICIAS
PRIMERA ENSEÑANZA
     -Los Maestros propuestos por la Junta provincial de Instrucción pública para ascender en el escalafón del bienio de 1903 á 1904 son los siguientes:
     Maestros. - 1.ª clase. - Por méritos: D. José Cuervas y Zarco, de Se­villa. - Por antigüedad: D. Manuel Roig Esquinaldo.
     2.ª clase. - Por méritos: D. Francisco de Vargas  García, de Las Cabezas. - Por antigüedad: D. José María Araujo, de Olivares; D. Francisco Reyes Pérez, de Sevilla, y D. Antonio Vacas, de Dos Hermanas. 
     3.ª clase. - Por méritos: D. Eduardo Pérez Salinas, de Fuentes de An­dalucía; D. Juan Fernández Criado, Auxiliar de Sevilla, y D. Francisco Morillo de los Ríos, de La Rinconada. - Por antigüedad: D. José Monje Rubio, de Herrera; D. José Franco Barrera, de Burguillos; D. Francisco Mañas Herrera, de La Algaba; D. Manuel Gómez Fernández, de Sevilla, y D. Joaquín García Sánchez, de Mairena del Alcor.
     Maestras. - 1.ª clase. - Por méritos: D.ª Amparo Peláez Torres, Auxiliar de la graduada de Sevilla. - Por antigüedad: D.ª Asunción Medina­reno, de Estepa.
     2.ª clase. - Por méritos: Dª Ana Martín de la Cruz, de Casariche; Dª María del Robledo Mohedano, de Morón, y D.ª Catalina Sánchez de Osuna. - Por antigüedad: Dª Encarnación Gómez Javalquinto, de Marchena.
     3.ª clase. - Por méritos: D.ª Carlota Lucena, de Sevilla; D.ª Rosario Mateo, de Gelves; D.ª María Rosario Naranjo, de Calzada de la Sierra; D.ª Josefa Adamuz Mellado, de Écija; D.ª Trinidad Anta, de Sevilla.­ - Por antigüedad: D.ª María Miguer, de Constantina, y D.ª Eloísa Las y Mella, Auxiliar de Sevilla.

     Datos curiosos sobre los ascensos en el escalafón de los maestros de la provincia, que repercutieron en el profesorado de Burguillos, y que ya publicamos la misma noticia aparecida en la revista "La escuela moderna", con fecha de 24 de diciembre de 1904 (Hemeroteca: El ascenso del maestro de Burguillos, José Franco Barrera, en la revista "La Escuela Moderna", del 24 de diciembre de 1904).

lunes, 11 de marzo de 2024

Bibliografía: Burguillos en el libro "Catálogo de los Papeles del Mayordomazgo del siglo XV. Tomo III 1432-1442", de Deborah Kirschberg Schenck, y coordinado por Marcos Fernández Gómez, editado por el Archivo Municipal de Sevilla, en 2011

     Mostramos en Historia de Burguillos la reseña que se hacen de nuestro pueblo en el libro "Catálogo de los Papeles del Mayordomazgo del siglo XV. Tomo III 1432-1442", de Deborah Kirschberg Schenck, y coordinado por Marcos Fernández Gómez, editado por el Archivo Municipal de Sevilla, en 2011, uno de cuyos ejemplares podemos leer en el Archivo Municipal de Sevilla.

     Dicho libro es un recorrido por los fondos emanados de la actuación del mayordomo del cabildo hispalense, cuyas funciones definen y especifican las ordenanzas de Sevilla desde los tiempos de Alfonso XI. Los mayordomos eran dos, uno hijodalgo y otro ciudadano. El mayordomo hijodalgo, aunque ello  no pueda deducirse del contexto de las ordenanzas, parece un oficial puramente honorífico, ya que en ellas sólo se le atribuye como misión específica la de "requerir los castillos", es decir, cuidar de que se hallasen con la debida eficacia defensiva. La verdadera función administrativa correspondía, aunque no podemos afirmar que exclusivamente, al mayordomo ciudadano, designado conjuntamente con el hijodalgo anualmente por el Cabildo, aunque en ocasiones se prorrogase por dos o más años su gestión, entando en función el 1º de julio para terminar el 30 de junio del año siguiente. Por sus manos pasaba todo lo referente a la gestión de los bienes del Concejo en una doble vertiente: cobratoria y libratoria; es decir, la percepción de las rentas de sus propios y su inversión en las atenciones a que estaban afectos y a los gastos de todo orden que de la actuación municipal se originaban. Para la debida ejecución del primero de los aspectos de su función, la percepción de las rentas, el mayordomo debía tener a su disposición, aparte de documentales tales como su propia designación por el Cabildo y la confirmación de ésta por el Rey, en su caso, la fianza o fiadores exigidos por sus Ordenanzas para el desempeño del oficio, las condiciones con que el Cabildo acordaba anualmente el arrendamiento de las rentas de sus propios y la relación del remate de cada una de ellas por los arrendadores, las diligencias por el incumplimiento de aquellas condiciones por éstos con la sentencia recaída en cada caso y, en fin, la relación especificada de lo que rindieron las diferentes rentas. El estudio comparativo de estas relaciones anuales es de sumo interés, como es obvio, para trazar la curva de los ingresos del Concejo de Sevilla en casi los dos siglos que comprende la documentación conservada.

     En cuanto a la otra vertiente de la gestión del mayordomo, es decir, la libratoria, abarcaba una extraordinaria variedad de pagos para las múltiples atenciones que tenía a su cargo el Cabildo, unas de carácter fijo y anual, como la nómina de sus oficiales y otros cargos del mismo: alcaides de sus fortalezas, oficiales y obreros municipales con remuneración fija; pagos aleatorios o circunstanciales, como las obras públicas en la Ciudad o en su Tierra; gastos de carácter militar, como el reparo y abastecimiento de los castillos del sistema defensivo de su alfoz y la recluta y abastecimiento de las milicias del Concejo; gastos de carácter civil, como los referentes a las obras públicas, el sostenimiento de la traída de aguas para el abasto de la ciudad y el descarte de las residuales, previsión y reparación de daños catastróficos, especialmente los de las frecuentes avenidas, abastecimiento de pan de la Ciudad en épocas de carestía, reparos de los caminos y puentes y mantenimiento de un equipo de "troteros" para sostener un servicio eficaz de correos oficiales; el pago de profesionales de todo orden, escribanos, procuradores, médicos, cirujanos, maestros de primeras letras, artífices, ministriles, que cumplían las diferentes misiones que, regular y esporádicamente, les confiaba Sevilla. Esta enumeración, que está muy lejos de ser exhaustiva, pone bien de manifiesto el conjunto de datos que esta inapreciable colección de los Papeles del Mayordomazgo proporciona para penetrar en la historia interna de nuestra Ciudad en uno de los periodos más trascendentales y todavía más inexplorados de ella, porque el mayordomo acompaña siempre, como justificante de los pagos que realiza, la copia del libramiento del Cabildo en que le ordena realizarlo, en el que figura una razonada y detallada motivación del gasto, que con frecuencia se obtienen pormenores interesantes. Y como el mayordomo, normalmente, y con arreglo a las Ordenanzas, era elegido por un año y tenía que dar cuenta de su gestión al final de este plazo, esto lo hacía mediante la presentación a los contadores del Cabildo del "Libro del Mayordomazgo", en el que se relacionaban y justificaban documentalmente los ingresos y pagos del año, libros de los que se conservan los correspondientes a casi dos siglos, desde el último tercio del siglo XIV hasta mediados del XVI, a partir de cuya fecha se innova el sistema de la rendición de cuentas del mayordomo.
     Pues bien, en este caso, la referencia a Burguillos, la encontramos en el documento nº 443, XXV correspondiente al año 1442, en la página 181, que pasamos a transcribir literalmente:


443
1442, septiembre, 3. [Sevilla]
     Cuenta pormenorizada de lo que Manuel González de Ocaña, mayordomo de 1441–1442, pagó por libramientos del Cabildo. 

XXV. Por libramiento del Cabildo a Manuel González de Ocaña, mayordomo, a favor de Diego Alfonso, jurado de Santa María, 400 mrs. por entregar en Guadalcanal a Lope de Zúñiga, alcaide de la villa, y a sus alcaldes una carta que trata del asunto de los ganados que robaron a los vecinos de Fregenal de la Sierra algunos vecinos de Burguillos que estaban en Guadalcanal (1441, noviembre, 20).

     Otro documento más que aporta datos interesantísimos para conocer la historia de nuestro pueblo.

lunes, 4 de marzo de 2024

Geografía: El paraje "La Viña"

     Mostramos en Historia de Burguillos una pequeña reseña del paraje "La Viña".


      El paraje de la Viña, lugar que toma su nombre de ser una zona dedicada al cultivo de la vid (y de ahí el nombre de Viña), probablemente dependiente del cercano Convento de Sancti Spiritus del Monte, de la Orden Tercera Franciscana que se encontraba en las inmediaciones.
   El cultivo de la Vid en nuestro término municipal, hoy desaparecido, debió ser en tiempos pasados importante, puesto que llevó a que hoy se conozcan dos parajes con ese nombre ("La Viña", y "La Casa Nueva de la Viña"), y que incluso a una familia burguillera, propietaria de parte de estas fincas, se las conozca con sobrenombre de "de La Viña".



     Al paraje de la Viña se llega tras salir del casco urbano de Burguillos, bien por la calle Real, o bien por la calle Blas Infante, tomar la Vereda de los Rodeos (la que pasa junto al Cementerio Municipal "Nuestra Señora del Rosario Coronada"), y poco antes de pasar bajo la segunda línea de alta tensión que nos encontremos, justo en un amplio cruce de caminos (en el paraje de la Cruz Chiquita), surge un camino al Noroeste que en unos pocos metros nos lleva directamente al paraje de la Viña, delimitada al Norte, por el paraje "El Lentiscal"; al Este, por la Casa Nueva de la Viña"; al Sur, por la misma Vereda de los Rodeos y el paraje "Cruz Chiquita"; y, al Oeste, por el Arroyo de los Carrizos y del Pilar de la Dehesa, encontrándose a unos 3,5 km. de nuestro pueblo y a una media de 150-160 m. de altitud. Señalar que todas las imágenes provienen del Instituto Geográfico Nacional.