Cada lunes una nueva entrada con una noticia sobre Historia, Arte, Geografía, Bibliografía, Patrimonio, Fotografía, Hemeroteca, ... de nuestro pueblo: BURGUILLOS

Historia, Patrimonio, Arte, Bibliografía, Hemeroteca, ... sobre nuestro pueblo: BURGUILLOS

lunes, 29 de mayo de 2023

Hemeroteca: El Burguillos de 1900 en el "Anuario del Comercio, de la Industria, de la Magistratura y de la Administración..." editado en Madrid por Carlos Bailly-Baillière.

     Mostramos en "Historia de Burguillos" los datos recogidos en el "Anuario del Comercio, de la Industria, de la Magistratura y de la Administración, ó Directorio de las 400,000 señas de España, sus Colonias, Cuba, Puerto-Rico, Filipinas, Estados Hispano-Americanos y Portugal", editado en 1900 por Carlos Bailly-Bailliere, y que se encuentra en la Biblioteca Nacional de España. Es una publicación anual que comienza a editar en 1879 Carlos Bailly-Baillière, entonces librero de la Universidad Central, de Madrid, del Congreso de los Diputados y de la Academia de Jurisprudencia y Legislación, en el que se ofrece en torno -según señala- a 400.000 señas de las personas que integran la instituciones de las Administraciones Públicas (Casa Real y sus empleados, Cortes, ministerios, cuerpo diplomático, etc.) y de cualesquiera que tuviera un oficio o profesión (abogados, arquitectos, notarios, médicos, marmolistas, boteros, libreros, impresores, fotógrafos, carpinteros, etc.) o fuera propietario de un comercio, industria o fábrica, o ejerciera un servicio público, tanto de Madrid y resto de provincias, como de las posesiones españolas de Ultramar y de los Estados hispano-americanos.
     Estructurado por provincias, partidos judiciales y localidades (en el caso de España, comienza por Madrid, y ofrece el listado por calles), colonias o estados, al comienzo de cada epígrafe ofrece una breve información general (número de habitantes, listado de sus parlamentarios, etc.). También da cuenta de centros culturales, casinos, periódicos o colegios.

     Es una publicación al estilo de otras que se publican en Europa y, según su editor, sigue el mismo plan del francés Annuaire-almanach, de Diderot-Bottin. Llega a superar las dos mil páginas, incluye al principio un calendario y ofrece diversos índices alfabéticos por nombre de personas y de lugares (nomenclátor) y por profesiones, además del de los numerosos anunciantes (profesionales, industrias, comercios), cuya publicidad va inserta al final de cada volumen y está acompañada, en muchas ocasiones, de grabados de productos, maquinaria, objetos de consumo o de edificios de las empresas y fábricas. También da información de las tarifas arancelarias aduaneras o las de los transportes.
     Para su confección cuenta con corresponsales en las capitales de provincia y en los diferentes países, y el editor compila también los extensísimos datos que le llegan por otras fuentes, como son las consulares, las de las autoridades de las propias Administraciones (secretarios de ayuntamientos) y los que les remiten los propios profesionales, comerciantes e industriales. A partir de 1881, la publicación pierde la palabra "almanaque" y sigue publicándose hasta 1911, bajo la cabecera Anuario del comercio, de la industria, de la magistratura y de la administración.
     Pues bien, en su página 134, encontramos a cuatro columnas la referencia dedicada a nuestro pueblo, dentro del capítulo dedicado a Sevilla y su provincia, entre los pueblos, ayuntamientos y agregados del partido judicial de Sevilla, concretamente en la primera (parte inferior), que pasamos a transcribir literalmente, completando entre corchetes la explicación de las abreviaturas:

BURGUILLOS. - V. [Villa] con Ayunt. [Ayuntamiento] de 650 hab. [habitantes], sit. [situada] á 20 kilóm. [kilómetros] de Sevilla. - Produce cereales, aceite y naranjas, y se crían ganados de todas clases. - Carretera á la capital.- La estación más próxima Brenes, á 7 kilóm.- (40).
Alcalde. - Pérez (Misael).
Secretario. - Blanco (José).
Juez municipal. - Cruz (Manuel).
Fiscal. - Olmedo (Antonio).
Secretario. - Solís (Fernando).
Párroco. - Ramírez (Manuel).
Instrucción pública. - Profesor, FRANCO Barrera (José). - Profesora, Ramírez (Josefa).
Abacerías. - Brenes (Antonio). - Romero (Plácido).
Médico. - Morales (Cándido).
Posadero. - Benito (Eusebio).
Tejidos. - Olmedo (Aurelio).
   En este año de 1900, El Anuario cambia la mitad de los cargos de importancia de nuestro pueblo, respecto al año anterior, y omite el día festivo local, lo que implica una continuidad y normalidad en la vida cotidiana de nuestro pueblo, que contaba con ahora con 650 habitantes, un pequeño incremento respecto al año anterior.

lunes, 22 de mayo de 2023

Bibliografía: El yacimiento arqueológico nº 131 (Paso de la Villa), de Burguillos en el libro "Implantation rurale antique sur le Bas-Guadalquivir", de Michel Ponsich, editado por el CSIC, en Madrid, en 1974.

     Mostramos en Historia de Burguillos los datos del yacimiento arqueológico nº 131 (Paso de la Villa) de Burguillos, que aparece en la principal monografía dedicada al estudio de la arqueología romana del término municipal de nuestro pueblo. Se trata de "Implantation rurale antique sur le Bas-Guadalquivir" [Antiguo asentamiento rural en el Bajo Guadalquivir], obra de Michel Ponsich, editado por el Laboratorio de Arqueología de la Casa de Velázquez (CSIC), en Madrid, en 1974.
     Es una obra imprescindible para conocer la historia de nuestro pueblo en época romana, y por supuesto de toda nuestra comarca, y en definitiva el Bajo Guadalquivir. Fundamental para nuestro pueblo porque en él se detallan, nada más y nada menos, que 25 yacimientos arqueológicos enclavados en el término municipal de Burguillos, siendo el aquí descrito el nº 131 (Paso de la Villa), que aparece en la página 96, y que pasamos a transcribir literalmente:

131 - PASO DE LA VILLA
                    ‎Coordenadas: 399,7 / 332,7.‎
                    Término         : Burguillos.
‎     Entre los arroyos Paso de la Villa y Huerta de Abajo, a 2 km al suroeste de Burguillos, afloramientos de paredes y numerosos fragmentos de azulejos, ladrillos y cerámica despejados D. Granja.‎
‎     Ocupación romana hasta el siglo IV d.C.‎


lunes, 15 de mayo de 2023

Geografía: El Paraje "El Vergel"

     Mostramos en Historia de Burguillos una pequeña reseña del paraje "El Vergel".



      El paraje "El Vergel", lugar que debe tomar su nombre de su propia etimología, puesto que vergel es un "Huerto con variedad de flores y árboles frutales", lo que demuestra la calidad del terreno, a lo largo de la historia.     
      Al paraje de "El Vergel" se llega tras salir del casco urbano de Burguillos por la carretera A-460, en dirección a Villaverde del Río, para justo después de pasar el Parque Empresarial Cuarto de la Huerta, tomar uno de los caminos a las derecha junto al Canal del Viar, y tras discurrir poco más de un kilómetro llegaremos al paraje "El Vergel", delimitado al Norte por el Parque Empresarial Cuarto de la Huerta, al Este por el Arroyo Huerta de Abajo; al Sur, por el paraje del Regajo de los Hurones, y al Oeste por el Canal del Viar, encontrándose a poco más de 1 km. de nuestro pueblo y a una media de 50-60 m. de altitud. Señalar que todas las imágenes provienen del Instituto Geográfico Nacional.


lunes, 8 de mayo de 2023

Callejero de Burguillos: La calle El Olivar

     Mostramos imágenes de la calle El Olivar, en Burguillos.

   La calle (desde el punto de vista urbanístico, y como definición, aparece perfectamente delimitada en la población histórica y en los sectores urbanos donde predomina la edificación compacta o en manzana, y constituye el espacio libre, de tránsito, cuya linealidad queda marcada por las fachadas de las edificaciones colindantes entre si. En cambio, en los sectores de periferia donde predomina la edificación abierta, constituida por bloques exentos, la calle, como ámbito lineal de relación, se pierde, y el espacio jurídicamente público y el de carácter privado se confunden en términos físicos y planimétricos). 
     En las calles el sistema es numerar con los pares una acera y con los impares la opuesta. También hay una reglamentación establecida para el origen de esta numeración en cada vía, y es que se comienza a partir del extremo más próximo al centro geográfico de la localidad, o del Ayuntamiento, cuando este sistema se impuso. En la periferia unas veces se olvida esta norma y otras es difícil de establecer. Está dedicada al Olivar, terreno dedicado al cultivo del olivo, árbol frutal.



     El olivo es el árbol frutal de la familia de las oleáceas del que proviene el aceite, el jugo de la oliva que utilizamos para elaborar nuestras comidas, para aliñar ensaladas y para elaborar multitud de productos. Gracias a todos estos usos, la demanda del olivo sigue creciendo a ritmos exponenciales, siendo los principales productores tanto España como Italia.
     El olivo es originario de Asia Menor y se cultiva desde la antigüedad en toda la cuenca mediterránea. La variedad silvestre recibe el nombre de olivo borde o acebuche.
     A pesar de ser un árbol muy resistente, la reducción de agua o de nutrientes minerales justo semanas antes de la época de floración puede revertir en una menor floración y, por consiguiente, en una menor cantidad de olivas.
     Los árboles de olivo se adaptan bastante bien en las regiones mediterráneas y cercanas al mar egeo por sus condiciones de salinidad, temperatura y humedad, sin embargo, no son elusivos de estas zonas ya que también se dan bastante bien en otras regiones.
Tipos de Olivos
     Lo primero que debes saber sobre los arboles de olivo son de dos tipos: los de aceitunas verdes y los de aceitunas negras, contrario a la creencia popular de que existe un solo tipo de árbol y que los frutos cambian de color dependiendo de su grado de madures.
     Primero hablemos de los arboles de oliva verde, estos darán sus frutos a final del verano o principio del otoño, si se cosecha en esta temporada, las olivas verdes se pueden preparar para ser consumidas directamente, aunque si no se cosechan, las olivas se pueden dejar hasta un año mas antes de ser recolectadas, se tornaran negras y serán muy buen fruto para la fabricación de aceite de olivas aunque no son adecuadas para el consumo directo.
     Como segundo punto tenemos la cosecha de los arboles de olivo negro, estos, al igual que los olivosa verdes, darán sus frutos al final del verano o principio del otoño, sin embargo, la cosecha se debe recoger de inmediato independientemente de si se quieren usar para prepararlas y consumirlas directamente o si se van a destinar a la preparación de aceite de oliva.

     Los olivos de los dos tipos llegan a la madures dos años después de ser sembrados, generalmente miden alrededor de un metro y medio o dos metros y empiezan a dar los primeros frutos en verano; los arboles jóvenes dan frutos de mejor calidad por su sabor y tamaño generalmente se destinan al consumo, cuando los arboles envejecen después de 10 a 15 años, los frutos se reducen en tamaño y se destinan a la producción de aceite.
     Los arboles de olivo no se dan a partir de las semillas de las aceitunas, requieren de especiales cuidados al inicio por lo que se pueden adquirir en un almacén especializado donde han crecido en in- vitro o se pueden plantar a raíz o por medio de una rama que debe ser cortada diagonalmente de un árbol maduro no mayor de 10 años. Se recomienda sembrar los nuevos arbustos en otoño en debido a la humedad de la tierra y al clima.
     La poda de los olivos se debe hacer posterior a la cosecha al inicio del invierno, este es un proceso fundamental para garantizar una producción abundante al final del siguiente verano, de lo contrario, los nutrientes se dispersaran en las ramas y hojas dando pobres frutos.
     Te recomendamos leer nuestro post Injerto de olivo, para que aprendas un poco sobre este particular árbol frutal.
Descripción
     El olivo es un árbol de fácil cultivo que no tolera temperaturas inferiores a los -10°C pero que es bastante apto para combatir heladas del invierno típicas del clima mediterráneo y las sequías del verano que cada vez se alargan más en el tiempo. El componente climático que más daña a este árbol frutal es el viento.
Estructura vegetativa
     Es un árbol de hoja perenne con la capacidad de vivir y producir durante cientos de años. Tiene porte medio: hace entre 2 y 10 metros de altura.
Hoja del olivo
     Sigue una estructura vegetativa de cormo, formada por: raíz, tallo (tronco) y hojas. La raíz, en el caso de árboles nacidos de semilla, es axonomorfa y tiene carácter pivotante, es decir, que hay una raíz principal que sin ramificarse penetra en la tierra. Cuando el árbol proviene del arraigo de estaquillas, en cambio, se forman un conjunto de raíces secundarias. En ambos casos, sin embargo, van creciendo, de manera continua, pequeñas raíces que son las que más fácilmente absorben los nutrientes. La profundidad a la que llega la raíz depende de la estructura, la fertilidad y la humedad del terreno.
     El tronco es tortuoso, grueso y ramificado. La corteza, en los ejemplares jóvenes, es lisa y de tonalidades gris claro, y con los años se fisura y se oscurece. La madera es dura. La copa es redondeada, apretada e irregular. Las hojas son simples, coriáceas y lanceoladas, y tienen los bordes enteras y el ápice agudo.
     Se disponen de manera opuesta y son persistentes, es decir, que no caen habitualmente hasta pasados dos o tres años de su formación. La longitud varía entre 3 y 8 centímetros, y la anchura, entre 1 y 2 centímetros. El peciolo es corto: hace unos 0,5 centímetros. El anverso de la hoja es de un color verde oscuro, con un cierto brillo debido a una cutícula que es poco permeable al agua, típica de las plantas que, como el olivo, son xerófilas. En el reverso, en cambio, las hojas son de color verde gris plateado debido a la presencia de numerosos pelos protectores llamados tricomas que recubren los estomas, que sólo son en esta parte inferior de la hoja, y evitan la pérdida de agua.
Partes reproductivas (flores)
     Las flores del olivo comienzan a florecer a finales de marzo, pero las flores verdaderas salen en abril o en mayo. Son pequeñas y actinomorfas con simetría radiada. La corola es de color blanco o blanco amarillento, con cuatro pétalos soldados por la base, es decir, que es gamopétala. El cáliz es pequeño y formado por cuatro sépalos soldados (gamosépalo). El androceo está formado por dos estambres soldados a los pétalos. El gineceo es bicarpelar, es decir, formado por dos carpelos soldados que forman el pistilo que está compuesto por un ovario súpero, un estilo corto y un estigma bilobular y papiloso.
     Las flores están insertadas en unas inflorescencias paniculadas pequeñas y axilares que contienen de 10 a 40 flores.
     Hay flores de dos tipos: las perfectas y las estaminíferas. Las flores perfectas son hermafroditas, es decir, que contienen los dos sexos, y esto queda claro por la presencia de estambres y pistilo bien desarrollados. Las flores estaminíferas, como su nombre indica, sólo tienen estambres y, por tanto, son flores masculinas y serán incapaces de producir fruto. Las flores estaminíferas se encuentran en el árbol en proporción variable; en condiciones de fuerte sequía son las únicas que aparecen, y en este caso no hay producción de aceitunas.
     La formación de las flores se inicia en otoño del año anterior al florecimiento.
El fruto
     El fruto del olivo es la aceituna. El proceso de polinización para permitir que las flores fructifiquen es similar al de cualquier angiosperma: uno de los dos gametos masculinos del tubo polínico se une al óvulo y el otro a los núcleos polares. También podemos obtener frutos por partenocarpia, pero, en este caso, las aceitunas, que se han formado sin un proceso de fecundación de la flor, tienen un tamaño muy reducido. Generalmente, esta polinización es llevada a cabo por el viento, ya que se trata de una planta anemófila, pero a veces los insectos también participan en este proceso.
     La aceituna es un fruto en drupa pequeño que tiene forma elipsoidal o globosa más o menos simétrica. Tiene la semilla encerrada en un endocarpio duro que forma el hueso el que se solidifica de 4 a 6 semanas después del inicio de la formación del fruto y se endurece hasta 3 meses después
     El mesocarpio continúa creciendo durante toda la estación. El crecimiento del fruto muestra una curva de crecimiento doble sigmoide como ocurre en la mayoría de las drupas. La semilla alcanza la madurez justo antes de que el fruto cambie de color en el estadio dicho «maduración verde«. El crecimiento del fruto se detiene cuando éste empieza a cambiar de color. después del estadio de maduración verde hay un decrecimiento del contenido de clorofila y un incremento de la acumulación de antocianos responsable del color negro del fruto. Su color puede tomar diferentes tonalidades, que oscilan de verde a rojo, pero cuando madura se vuelve negra.
     Normalmente mide de 1 a 4 centímetros de longitud y de 0,6 a 2 centímetros de diámetro, dependiendo de la variedad. El porcentaje del contenido de aceite varía según los cultivares entre el 12 y el 28%. Por hectárea se puede llegar a tener 22.000 kg de aceitunas. El peso de las aceitunas varía entre 1 y 12 gramos según las variedades. Por ejemplo, son muy pequeñas las aceitunas de las variedades Koroneiki y Arbequina y son muy grandes la Gordal y la Ascolana. El fruto se divide en endocarpio (hueso), mesocarpio (pulpa) y exocarpo (piel). El endocarpio está formado por una sola semilla dura y ovoide. El almacenamiento del aceite se realiza en las células parenquimatosas del mesocarpio.
     El olivo presenta de forma muy acusada el fenómeno de la contranñada y tiene la tendencia de manera natural a producir cada dos años. La producción sucede lentamente y progresiva, pero de manera duradera entre 1 y 7 años. Este es el período de instalación improductiva, la duración se puede doblar en caso de sufrir una época de sequía. Hasta los 35 años el árbol se desarrolla y experimenta un aumento progresivo de la producción; entre los 35 y los 150 años, el olivo alcanza la plena madurez y su producción óptima, y, a partir de los 150 años, el árbol envejece y sus rendimientos son aleatorios.
Fisiología del olivo
     Probablemente el olivo es entre los árboles subtropicales de fruto el más resistente al frío. Es la especie esclerófilos y glicofítica (las glicofites son las plantas no halófitas) más tolerante a la sal y la sequía que otros árboles templados de fruto. Algunos autores incluyen el olivo en la categoría arbustos del desierto. Se trata además de la única oleáceas de fruto comestible. Cultivable en una gran variedad de suelos incluso en los delgados y de baja calidad. El rango de pH posible por los suelos donde se cultiva el olivo del 5,5 al 8,5 con el óptimo entre 7 a 8. Sólo son limitantes los suelos compactos pobremente drenados por la sensibilidad del olivo a la hipoxia (que asfixia las raíces).
Resistencia a la sequía
     Bajo condiciones de alto déficit de presión de vapor en el aire (Da), los olivos evitan una excesiva pérdida de agua cerrando sus estomas. Las hojas del año en curso tienen un mejor control de los estomas que las del año anterior. Los olivos de secano se recuperan rápidamente después de la estación seca de verano, mostrando, dos días después de la vuelta de la lluvia, los valores fisiológicos similares a los olivos regados.
     Las hojas y la copa: Las hojas están adaptadas a evitar pérdidas excesivas de agua. Además de tener características de esclerófilos, tiene mecanismos controladores de la pérdida de agua. El árbol tiene hojas de hasta tres años de edad. Con la edad se modifican las características de las hojas y la respuesta al medio ambiente.
     La transpiración tiene lugar sólo a través del estoma mientras que la cera cuticular la evita a través de la membrana cuticular. Además la capa del mesófilo está densamente empaquetada lo que hace que quede expuesta poca superficie de paredes celulares en el aire.
Fotoperiodo y temperatura
     Esta planta no responde al fotoperiodo (es una planta de día neutro). En algunos cultivos se necesitan 1.000 horas por debajo de una temperatura de 7 ° C. El olivo comienza a formar las yemas de flor a finales del invierno, aproximadamente de 8 a 10 semanas antes de la plena floración en respuesta a la progresión de las temperaturas invernales. La exposición a una temperatura constante de 12,5 °C resulta una producción significativa de flores.
     Esta temperatura se denomina «punto de compensación» y se cree que es suficiente para la vernalización pero también es una temperatura suficientemente cálida para permitir la concomitante división celular. El olivo necesita como mínimo 10 semanas por debajo de 12,2 a 13,3 para la completa expresión de la floración, ésta se induce mejor cuando la temperatura fluctúa entre 2 y 15 durante 70-80 días. Por eso en climas tropicales cálidos los olivos no florecen nunca. Se debe tener en cuenta el efecto de las temperaturas extremas (heladas fuertes y temperaturas demasiado altas). La planta puede sufrir daños severos con -12 °C o más alta temperatura si la exposición es prolongada.
Olivos milenarios
     En el mundo hay al menos 17 especies de árboles que pueden vivir más de 1000 años casi todas son coníferas y los más antiguos que se conocen son pinos de la especie Pinus longaeva que viven en las Montañas Rocosas con edades cercanas a los 5.000 años. Varios grandes olivos de la Península Ibérica y de otras zonas de la Cuenca del Mediterráneo se conocen popularmente como olivos milenarios. Algunos de estos olivos se ha hecho una estimación de su edad suponiendo que tienen de 2000 a 2500 años.
     La determinación de la edad de los olivos mediante los anillos de crecimiento de los árboles es más problemática en los olivos que en muchos otros árboles dado que estos anillos no son muy distinguibles en la madera de los olivos, por el funcionamiento de su cambium asimétrico y el proceso de maduración de la madera, no siguen un patrón temporal conocido a esto se añade el hecho de que el olivo puede estar demasiado torcido. La edad de las raíces del olivo puede ser superior a la de su tronco.
Alimentación
     Las aceitunas (fruto), así como el aceite que se obtiene de su prensado, son elementos muy comunes usados en la dieta mediterránea.
     La aceituna es un alimento con gran valor nutritivo que contiene pocas cantidades de azúcar y que suele comerse en aperitivos y ensaladas.
     El aceite de oliva es el elemento diferencial por excelencia de la alimentación mediterránea. Se utiliza tanto para aliñar como para freír alimentos. Su composición lipídica aporta ciertos ácidos grasos que son esenciales para nuestro organismo y ayuda a algunas vitaminas a ser absorbidas por el cuerpo humano.
Historia y usos tradicionales
     El olivo es una planta presente en muchas culturas. En la Antigua Grecia, por ejemplo, el aceite de oliva era considerado sagrado y era usado para ungir reyes y atletas. Las ramas frondosas de los olivos eran símbolo de abundancia, gloria y paz y se utilizaban para coronar a los vencedores de los juegos amistosos o las guerras. 
     De acuerdo con la mitología de esta zona, el olivo fue un regalo de la diosa Atenea en el pueblo del Ática. También encontramos el olivo presente en la cultura egipcia donde sus ramas son un símbolo de bendición y purificación y las encontramos en la tumba de Tutankhamon.
     En Roma, el poeta Horacio, hace mención al fruto haciendo referencia a su propia dieta en la que califica de muy simple: «Para mí, aceitunas, escarola, y malva.». Lord Monboddo comenta que las aceitunas eran, en 1779, uno de los alimentos preferidos de las personas mayores.
     El olivo es una de las plantas más citadas en la literatura. En la Odisea de Homero, por ejemplo, Ulises se arrastra por debajo de dos brotes de olivo.
     El olivo también tiene un papel importante en la Biblia donde es mencionada más de 30 veces tanto en el Viejo como en el Nuevo Testamento. Por ejemplo, fue una rama de olivo la que demostró a Noé que el diluvio había terminado. También Moisés entregaba los servicios militares a aquellos que cultivaban olivos. El Corán también menciona el olivo.
     Este hecho de encontrar el olivo tan presente en las diferentes culturas mediterráneas y en la literatura se debe a los lugares donde ha aparecido este árbol. El olivo cultivado (el acebuche es una planta naturalizada desde hace milenios) hizo aparición en la región mediterránea algunos miles de años después de que en su lugar de origen, el Oriente Medio, hace unos 7.000 años. El Peloponeso, el cultivo del olivo comenzó alrededor del siglo III a. Después del siglo XVI, los europeos llevaron el olivo en América. Principalmente en California, México, Perú, Chile y Argentina. También hay pequeñas plantaciones en China, Japón y Nepal. Se estima que actualmente hay unos 800 millones de olivos en todo el mundo.
     Los olivos producen unas de las mas apetecidas frutas en el mundo, las aceitunas, estas se usan para la preparación de uno de los aceites mas finos y puros debido a su baja acides, característica que lo hace muy apreciado y saludable; las aceitunas también pueden ser consumidas directamente, estos frutos son estacionales aunque requieren de un tratamiento y preparación previa que buscan bajar el amargo del fruto para poder ser consumidos (www.arbolesfrutales.org).




   La calle El Olivar está situada entre el Barrio del Palmar y la barriada Altos de Burguillos, y va de la calle Los Álamos, a la calle Los Palmeros, con una longitud de 50 m. aproximadamente. Es una calle recta, bidireccional desde el punto de vista del tráfico rodado, asfaltada y alumbrada por farolas funcionales. Está conformada por viviendas unifamiliares de autoconstrucción; creada a finales del siglo XX y comienzos del XXI.
   La calle El Olivar es, históricamente, una vía moderna en nuestro pueblo, creada a finales del siglo XX, y que tiene en común con el resto de las calles de la zona que reciben el nombre de árboles y enclaves geográficos del término municipal de Burguillos.

lunes, 1 de mayo de 2023

La pintura "San José con el Niño", anónima, en la Iglesia de Burguillos

     Mostramos en Historia de Burguillos una reseña de la pintura "San José con el Niño", obra anónima, y que se encuentra actualmente en el muro del Evangelio de la Capilla Sacramental de la Iglesia de Burguillos, aunque prácticamente ha estado siempre en el muro de la epístola de la nave lateral, puesto que hoy, 1 de mayo, es la Festividad de San José Obrero, el carpintero de Nazaret, que con su laboriosidad proveyó la subsistencia de María y de Jesús e inició al Hijo de Dios en los trabajos de los hombres. Por esta razón, en el día de hoy, en que se celebra la fiesta del trabajo en muchas partes del mundo, todos los obreros cristianos honran a san José como modelo y patrono suyo [según el Martirologio Romano reformado por mandato del Sacrosanto Concilio Ecuménico Vaticano II y promulgado con la autoridad del papa Juan Pablo II].


       La pintura en cuestión, versiona el original de Bartolomé Esteban Murillo "San José con el Niño", de 1665-68, realizada para el retablo mayor de la iglesia del Convento de los Capuchinos de Sevilla, y que hoy se conserva en la sala V del Museo de Bellas Artes de la capital hispalense. Para entender mejor esta obra, realizada en el siglo XVIII, y con unas medidas de 1'10 x 0'88 m., comentaremos la pintura original.
       El lienzo representa a San José con el Niño, ambas figuras de cuerpo entero y de tamaño natural.
     Murillo nos muestra un San José que majestuoso, a la manera de la estatuaria clásica, acoge en actitud paternal al Niño Dios, que posado sobre un pedestal en ruinas se apoya tiernamente en el santo, y porta en la mano derecha una vara de azucenas.
     La belleza y el estudio de los personajes, quedan reflejados en toda la obra, así como en los rostros de ellos donde San José pensativo, parece presagiar el trágico futuro del Niño, al que Murillo ha inundado de luz y ternura.
     Como en la mayoría de las obras realizadas por el maestro sevillano, el claroscuro está patente en este lienzo haciendo resaltar las líneas y los volúmenes y destacando lo más sobresaliente de la composición.
     En un segundo plano, a la derecha, restos de una columna clásica sobre pedestal y a la izquierda un fondo arquitectónico levemente abocetado.






     La obra conservaba una forración antigua con una costura lateral. Presentaba falta de adhesión a su soporte original, una tela de lino tipo mantelillo, creando abolsamientos entre ambas telas, lo que no daba mucha estabilidad a la pintura. La superficie pictórica presentaba cuarteado general, siendo muy acusado en zonas de luz y con levantamientos por antiguo encogimiento de soporte. Tenía, por tanto, falta de cohesión entre los distintos estratos pictóricos. Sobre la pintura, los repintes alterados, estucos desbordantes y gruesa capa de barniz oxidado, hacían necesaria una intervención integral.  
     Le fue aplicado un tratamiento que consistió en una fijación de la pintura, nueva forración y cambio de bastidor, resanado del soporte con injertos de tela en los bordes dañados, limpieza de estratos superficiales y barniz oxidado, estucado de lagunas y reintegración del color. Tras un barnizado de protección, la obra recupero la estabilidad del soporte y sus valores cromáticos.
     Restauradores: Alfonso Cañaveral Díaz en una primera fase, incluida la forración del lienzo y Fuensanta de la Paz Calatrava, en una segunda que incluye limpieza, estucado, reintegración de color y estudio técnico y científico.  


     Este conjunto de pinturas que conformaban el retablo así como la de los pequeños retablos laterales fue un encargo muy importante encomendado en 1655 y a lo largo de ese año y el siguiente Murillo se ocupó de pintar los cuadros del Retablo Mayor, los de los dos pequeños retablos que figuraban en los laterales del presbiterio y los de las pinturas de San Miguel Arcángel y del Ángel de la Guarda que estaban colocados en las paredes de la cabecera del templo, sobre las puertas que comunicaban la iglesia con el interior del convento. La realización de las pinturas de las capillas laterales de la iglesia no se inició hasta 1668, ocupándose Murillo durante un año de la conclusión de esta segunda serie de obras para los Capuchinos.
       Este conjunto pictórico se salvó de ser robado por los invasores franceses en 1810 merced a que los frailes, conscientes de que iban a ser saqueados, llevaron las pinturas a Gibraltar donde por se territorio inglés quedaron a salvo. Acabada la Guerra de la Independencia el conjunto pictórico regresó al convento con excepción del San Miguel y una Santa Faz que quizá fueron entregados a quienes en Gibraltar custodiaron las pinturas. El resto fue restaurado a su regreso por el pintor Joaquín Bejarano, a quien en pago por sus servicios los frailes entregaron la pintura central del retablo: El Jubileo de la Porciúncula, que fue vendida por el restaurador y tras pasar por varias manos acabó en el Museo de Colonia en Alemania. Otra pintura del convento de los Capuchinos, El Ángel de la Guarda, fue regalada por los frailes a la Catedral en 1814 como agradecimiento por haberse custodiado allí por algún tiempo su tesoro artístico.
     El retablo Mayor estaba presidido como ya hemos señalado por El Jubileo de la Porciúncula, episodio que narra la entrega a San Francisco por parte de Cristo y de la Virgen de indulgencias para todos aquellos que visitasen la iglesia de Santa María de la Porciúncula, que el Santo había edificado. En la parte baja del mismo figuraba la Santa Faz quizás en el tabernáculo y encima de él la popularmente llamada Virgen de la servilleta al creerse que estaba pintada en una servilleta del refectorio de los Capuchinos, detalle que no es exacto. En los laterales del cuerpo bajo del retablo figuraban las Santa Justa y Rufina y San Buenaventura y San Leandro, mientras que en el cuerpo medio lo hacían San José con el Niño y San Juan Bautista. En el ático se disponían San Antonio con el Niño y San Félix Cantalicio con el Niño.
     En sendos retablos dispuestos en el presbiterio figuraban representaciones de la Anunciación y la Piedad que como ya se dijo estaban sobre las puertas que comunicaban con el convento, San Miguel Arcángel y el Ángel de la Guarda (Museo de Bellas Artes de Sevilla).


Conozcamos mejor la Historia, Leyenda, Culto, Patronazgo e Iconografía de San José;
LEYENDA
   José, esposo de la Virgen y padre nutricio de Jesús, apenas es mencionado en los Evangelios canónicos; y el de san Marcos ni siquiera lo nombra.
   Los Evangelios Apócrifos, especialmente el Protoevangelio de Santiago y la Historia de José el carpintero, escritos coptos del siglo IV, se dedicaron a colmar esta laguna con detalles pintorescos copiados en su mayoría del Antiguo Testamento.
    Relatan que José, descendiente de la estirpe de David, a pesar de sus orígenes reales, ejercía el humilde oficio de carpintero (faber lignarius), que fabricaba yugos, arados y hasta ratoneras. Según otra tradición, menos difundida, que se explica por el significado habitual de la palabra faber (obrero,artesano), habría sido herrero.
    Este pretendido descendiente «proletarizado» de los reyes de Israel habría tenido más de ochenta años cuando se casó con  la Virgen que tenía catorce. El milagro del florecimiento de la vara gracias al cual se impuso a los otros pretendientes más jóvenes, es una copia evidente del relato de la designación de Aarón como sumo sacerdote, que está en el Pentateuco (Números,17).
   Del mismo libro (Números,6:11-29) los Evangelios Apócrifos copiaron la historia de María bebiendo el agua probática en el templo, Juicio de Dios infligido a José y a la Virgen, después del descubrimiento de su embarazo.
   Las revelaciones de las místicas María de Ágreda y Catalina Emmerich, lo asimilan a su homónimo, José de Egipto. Igual que éste, habría sido perseguido por sus hermanos. Demás está decir que estas novelas piadosas sólo tienen un objetivo edificante.
   Los teólogos de la Edad Media han discutido interminablemente acerca de la naturaleza del matrimonio de José: ¿Ha sido el marido, o sólo el protector de la Virgen?¿El vínculo que les unía debe calificarse de copula carnalis o de maritatis societas?¿Puede llamarse esposos a quienes viven juntos sin te­ner relaciones carnales?
   Los doctores de la Iglesia opinan con la afirmativa. Explican que ese matrimonio casto (virginale conjugium) era indispensable para que la Virgen no fuera acusada de haberse dejado seducir, lo cual la habría expuesto a ser lapidada, y sobre todo para dar el pego al demonio, siempre al acecho, y ocultarle el misterio de la Encarnación (Huic Maria desponsatur ne Diabolo prodatur ratio mysterii).
   La virginidad de María no basta a los teólogos de la Edad Media: además, pretenden establecer, por añadidura, la virginidad de José antes y después de su boda. La tradición le atribuía numerosos hijos de su primera mujer, pero a santo Tomás de Aquino le repugna admitirlo. Según éste, debe creerse que así como la madre de Jesús permaneció virgen, lo mismo ocurrió con José. «Credimus quod, sicut Mater Jesu fuit virgo, sic Joseph.» Un hagió­grafo contemporáneo lo califica de padre virgen de Jesús.
   José acompaña al Niño Jesús a Egipto y lo trae de nuevo a Nazaret tras la muerte de Herodes. Después de lo cual desaparece de la escena. Ignoramos la fecha de su muerte, aunque la leyenda lo haya convertido en un pa­triarca centenario, se supone que murió antes de la Pasión de Jesús, puesto que no aparece en las Bodas de Caná, adonde sin duda habría sido invitado en compañía de la Virgen. En cualquier caso, está ausente en la Crucifixión y reemplazado en el Descendimiento de la Cruz y en el Enterramiento,  por otro José, José de Arimatea. .
   Casi no se puede dudar -escribió san Francisco de Sales-que el gran san José falleció antes de la muerte del Salvador quien, de no ser por ello,no hubiese encomendado su madre a san Juan.









CULTO
   No existen reliquias personales de san José, de lo cual se creyó poder concluir, al igual que en el caso de la Virgen, que su cuerpo había sido elevado al Cielo.
   La colegiata de Saint Laurent de Joinville, en Champaña, se jactaba de poseer el verdadero cinturón de san José, que habría sido confeccionado por la  Santísima Virgen y llevado a la cruzada de 1254 por el Señor de Joinville. Nada más singular que la curva o representación gráfica del culto de José, quien después de haber sido escarnecido durante la Edad Media como un personaje menor, e incluso cómico, a partir del siglo XVII se convirtió en uno de los santos más venerados de la Iglesia católica, asociado con la Virgen y con Jesús en una nueva Trinidad que se llama la Trinidad jesuítica (Jesús, María y José) y promovido en 1870 a la jerarquía de patrón de la Iglesia universal. En los anales de la devoción existen pocos ejemplos de un ascenso se­mejante y de un retorno tan completo.
El escarnio de José
   Puede decirse que en la Edad Media san José también ha sido sistemáticamente rebajado al tiempo que se exaltaba a la Virgen. En verdad, se trataba de probar la divinidad de Cristo, nacido de una Virgen y del Espíritu Santo, y de no permitir que se creyera que José pudiera ser su verdadero padre. De ahí la tendencia auspiciada por la Iglesia de reducirlo a la condi­ción de un mero figurante.
   Los autos sacramentales del teatro de los Misterios le asignaban un papel ridículo de anciano pasmado, tenía el empleo del «bufón» de los dramas shakespearianos. En el momento del parto, la Virgen lo envía a buscar una linterna; como si se hubiera resfriado en la gruta, José estornuda y apaga la luz. María le pide que caliente la sopa, pero él vuelca el caldero con torpeza. Como no tenían pañales para arropar al recién nacido, él ofrece unos viejos cal­zones agujereados.
   Su torpeza sólo se iguala con su avaricia de roñoso. Se apresura a meter en el cofre las ofrendas de los Reyes Magos, y cuando se trata de pagar un óbolo para la Presentación de Jesús en el templo, mete la mano en la bolsa re­funfuñando.
   Durante la Huida a Egipto, su comportamiento es aún más indigno. Un ángel le anuncia los malos designios de Herodes y le ordena evacuar hacia Egipto a la Virgen con el Niño. Ejecuta la orden de muy mala gana, des­pués de haber empeñado el velo de la Virgen y su propio turbante para conseguir dinero que le permita comprar vino (o cerveza, según un auto de fe alemán).
   Se queja porque debe cargar el equipaje en solitario, y recomienda a la Virgen María que llene bien su cantimplora, puesto que es viejo y necesita reconfortarse con tragos frecuentes. E incluso invita a la Virgen a beber un trago con él, y ésta le reprocha que haya vaciado la botella que debiera durar al menos tres días más.
   Los versos del poeta Eustache Deschamps muestran hasta qué punto «el bueno de José» era poco respetado a finales de la Edad Media:
   En Égypte s'en est alié,
Tout lassé,et troussé
D'une cotte et d'un baril.
Viel, usé
C'est Joseph le rassoté.
   (A Egipto se fue / Cansado y provisto / De un sayal y un barril. / Viejo, gastado / Está José, el tonto.)
   Auténtica «cabeza de turco», es el blanco de los versificadores del teatro de los Misterios, que lo acribillan con burlas irreverentes, al igual que a otro personaje de los Evangelios, Nicodemo, el «descendedor» de Cristo, cuyo nom­bre abreviado dio el sustantivo nigaud (bobo).
   Aún en la época del concilio de Trento, el teólogo Molano confirma que a José se le endilgó reputación de tonto que apenas podía contar hasta cinco (Qui vix quinque numerare possit).
   En el siglo XVIII, Gentileschi lo muestra durmiendo a pierna suelta, parece oírsele roncar mientras la Virgen amamanta al Niño.
La Glorificación de José
   ¿Cómo semejante personaje de comedia pudo convertirse en uno de los santos favoritos de la devoción popular? El mérito corresponde a las campañas de sus defensores franceses, el más ardiente de los cuales fue el canciller de la universidad de París, Jean Gerson; a las órdenes especialmente dedicadas a la Virgen (carmelitas, servitas) ya los predicadores  populares. Los Martirologios lo llaman gemma mundi, nutritor Domini. El anillo de boda de ónice que habría dado a la Virgen, era venerado en Perusa, en la Capilla del Anillo (Cappella dell' Anello). Su bastón se conservaba en la iglesia de los camaldulenses de Florencia. A principios del siglo XV, el teólogo Juan Gerson compuso en su honor un poema latino de tres mil versos titulado Josephina: en él se solicita al concilio de Constanza la institución de la fiesta de los Desposorios de san José. En el año 1489, Tritemio (Trithemius) compuso un tratado que se titula De Laudibus S. Josephi. Por último, el papa franciscano Sixto IV (1471-1484) introdujo la fiesta de san José en la liturgia de la iglesia romana.
   En el siglo XVI, el dominico Isolano redactó en Pavía, en 1522, un Sumario de los dones de san José, a quien atribuye los siete dones del Espíritu Santo. Fue él quien popularizó el relato apócrifo de la Muerte de José.
   La corporación de los carpinteros de obra y carpinteros, edificó en 1958 la primera iglesia romana que se puso bajo la advocación de san José: San Giuseppe dei Falegnami. En Bolonia se le había dedicado otra, más antigua.
   Su creciente popularidad después del concilio de Trento, sobre todo se debe a santa Teresa, reformadora de la orden carmelita, a los fundadores de la orden jesuítica y de la orden salesiana: san Ignacio de Loyola y san Francisco de Sales.
   Santa Teresa adoptó como patrón al glorioso san José a quien llamaba «El padre de su alma», le atribuía su curación y le dedicó su primer convento de Ávila. La iglesia de los carmelitas de París también fue puesta bajo la ad­vocación de Saint Joseph.
   Los jesuitas le concedieron un sitio en su Trinidad: J. M. J.(Jesús, María, José), popularizada por esta oración:
   O veneranda Trinitas 
   Jesus, Joseph et Maria.
   En el siglo XVII, Francisco de Sales, quien consideraba a José como el mayor de todos los santos, lo convirtió en patrón de las religiosas salesianas (de la orden de la Visitación). Las ursulinas siguieron el ejemplo de las salesianas y de las carmelitas.
   La nueva devoción a san José es una copia de la que se profesaba a la Virgen. Los Siete Dolores y los Siete Gozos de san José están simbolizados por un cordón de siete nudos que los devotos llevaban bajo la ropa.
Patronazgos
   Las únicas corporaciones que lo reivindican son las de los trabajadores de la madera: carpinteros de obra y carpinteros, a las cuales se asocia la de los zapa­dores, porque  colocaban el maderamen de los puentes. En nuestra época se lo convirtió en el patrón de los obreros en general.
   Como en Belén no encontró alojamiento para la Virgen y él, se convirtió además en el patrón de los mal alojados o sin casa, clientela singularmente im­portante en nuestros días de crisis de la vivienda.
   Su fama de virgen le valió el ser invocado por los laicos, y sobre todo por los religiosos, para conservar su castidad. Se recurría a él para reprimir los impulsos de la carne (carnis motus refrenare) o para enfriar los ardores lle­vando el cordón de san José (pro castitate servanda) sobre la piel.
   O sancte Joseph, propera.
   Aestum carnis refrigera.
   Los himnos compuestos en su honor lo glorifican por haber sido: senex expers libidinis, sponsus pudicissimus, e incluso hasta «eunuchus puerperae».
   San Bernardo lo comparaba con su homónimo José de Egipto, tanto por su castidad como por la frecuencia con que Dios lo advertía en sueños.
   Al mismo tiempo, se convirtió en el patrón de la buena muerte. En efecto, se contaba  que Jesús lo había asistido durante su agonía y le había enviado a los arcángeles Miguel y Gabriel para recoger su alma acechada por el demonio. De ahí deriva el hecho de que su intercesión sea invocada por los morbundos, con preferencia a la de los ángeles que tienen la misma función en el Ars bene moriendi.
   El nombre de pila José era practicamente desconocido en la Edad Media. Fue a partir del siglo XVII que se dio a los grandes señores, e incluso a los reyes de Portugal o a los emperadores de la dinastía de los Habsburgo.
   En 1621, el papa Gregorio XV decidió que la Iglesia entera celebrara la fiesta de san José el 19 de marzo.
   En el siglo XIX se consagró oficialmente  su triunfo. En 1847, Pío IX instituyó el culto del Patronazgo de san José. En 1870 el papa elevó el rito de su fiesta (19 de marzo) y lo proclamó patrón de la Iglesia universal. El mes de marzo se convirtió en el mes de san José, para formar pareja con el mes de María.
   El culto del santo se difundió tanto que la Santa Sede se vio obligada a cal­mar el fervor de los devotos. La Congregación de los Ritos condenó el culto al corazón de San José copiado del profesado al Sagrado Corazón de Jesús, en 1873; al igual que la plegaria Ave José, que es un calco del Ave María. 
   A pesar de dichas advertencias y  frenos, la devoción a san José adquirió en Canadá un auge prodigioso. Ya en 1624 los primeros habitantes de Quebec lo habían elegido como patrón. En 1904, F. André construyó cerca de Montreal un modesto oratorio de madera que en 1941 se convirtió en una majestuosa basílica de piedra blanca cuya cúpula rivaliza en amplitud con la de San Pedro de Roma. Es el mayor santuario del mundo dedicado a san José. Montreal se convirtió en un centro de Joselogía.



ICONOGRAFÍA
   La iconografía de san José es paralela a la evolución de su culto; es tardía, y alcanzó su apogeo con posterioridad al concilio de Trento.
   Comporta dos tipos muy diferentes. En el arte de la Edad Media, el esposo virginal de la Virgen (virgineus sponsus Virginis) está representado casi siempre con los rasgos de un anciano de cabeza calva y barba blanca. A partir del siglo XVI, los artistas lo rejuvenecieron y le confirieron el aspecto de un hombre de cuarenta años, con todo el vigor de esa edad. Los teólogos habían tomado la delantera, desde  principios del siglo XV, en el concilio  de Constanza, el canciller de la universidad de París, Juan Gerson, sostenía que san José no tenía ni cincuenta años cuando se casó con la Virgen María.
   Además, mientras el arte medieval casi nunca lo representa aisladamente, sin duda por temor de justificar mediante imágenes la herejía de la concepción natural de Cristo, después de la Contrarreforma se lo honró representándolo por sí mismo, ya como carpintero de obra, ya como padre nutricio de Jesús.
   l. En el primer caso, tiene como atributos los utensilios de su oficio: un hacha, una sierra, una garlopa o una escuadra.
   2. En el segundo caso, se lo reconoce por su vara florecida, que alude a su victoria sobre los otros pretendientes de la Virgen, transformada en tallo de lirio, símbolo de su matrimonio virginal. Tiene un cirio o una linterna durante la noche de la Natividad. Lleva al Niño Jesús en los brazos o le conduce de la mano como el arcángel Rafael acompañando al joven Tobías. Excepcionalmente, está caracterizado como Judío por el cuchillo de circuncisión y el sombrero puntiagudo de la judería.
   A veces forma pareja con su homónimo, José de Arimatea. Los dos José del Nuevo Testamento forman de esa manera una pareja hagiográfica análoga a la de los dos santos Juanes.
   Gracias a la propaganda de su defensora, santa Teresa, se hizo singularmente popular en el arte español. Es, junto a la Virgen de la Inmaculada Concepción, el tema preferido de Murillo (Louis Réau, Iconografía del Arte Cristiano. Ediciones del Serbal. Barcelona, 2000).