Cada lunes una nueva entrada con una noticia sobre Historia, Arte, Geografía, Bibliografía, Patrimonio, Fotografía, Hemeroteca, ... de nuestro pueblo: BURGUILLOS

Historia, Patrimonio, Arte, Bibliografía, Hemeroteca, ... sobre nuestro pueblo: BURGUILLOS

lunes, 26 de agosto de 2019

Geografía: El arroyo de Vacía Zurrones, en Burguillos.

   Mostramos en Historia de Burguillos una pequeña reseña del Arroyo de Vacía Zurrones, de Burguillos. Señalar que toda la información aquí mostrada proviene del Instituto Geográfico Nacional, Geoenciclopedia y de Google Maps.
Mapa del término municipal de Burguillos en el que aparece el Arroyo de Vacía Zurrones.
  Los arroyos son flujos de agua casi continuos, pero a diferencia de los ríos, su longitud es menor así como su caudal, entendiendo este como el volumen de agua que contiene. Seguramente has escuchado que un río es muy caudaloso; esto alude al hecho de poseer “mucha agua”, lo que no sucede con los arroyos. Los arroyos son pequeños y de escasa profundidad, con márgenes casi verticales compuestos de suelo y sedimento en vez de roca. Su caudal puede variar en las distintas épocas del año, por lo que durante algún tiempo el flujo de agua de algún arroyo se ve interrumpido y se seca. Esto es más común en épocas de sequía o de falta de lluvias en verano o invierno.
   Al igual que otros cuerpos de agua, pueden desembocar en el mar o en grandes cuerpos de agua dulce. Poseen un lecho rocoso y muchos son fácilmente vadeables, es decir, pueden cruzarse a pie, sin necesidad de una embarcación. La navegación en los arroyos es normalmente posible solo para embarcaciones muy pequeñas y únicamente cuando el caudal lo permite, puesto que sería imposible para un barco navegar por tan pequeño cuerpo de agua.
Mapa de parte del término municipal de Burguillos en el que aparece el Arroyo de Vacía Zurrones desde su nacimiento hasta llegar a la altura del enclave de la Casa Nueva del Coto.
   Pese a sus reducidas dimensiones, los arroyos constituyen una gran parte de las aguas de una región o un país, ya que se originan con relativa facilidad. Por ejemplo, un pequeño chorro de agua que cae de un glaciar o una depresión en el suelo cuya agua proveniente de las lluvias se desborda tierra abajo pueden originar un curso de agua pequeño que llega a tomar las características de un arroyo. Con frecuencia su existencia depende del agua de las lluvias.
   Algunos arroyos ostentan un nombre con el que lo conocen los pobladores de una región, pero muchos, debido a que tienden a secarse, carecen de un nombre fijo y ni siquiera figuran en los mapas. A menudo son considerados poco importantes ya que no llevan agua durante todo el año como los ríos, pero conforman un valioso recurso para los seres vivos e incluso para los ríos, cuyas aguas pueden ser alimentadas por las de los arroyos.
Fotografía aérea de parte del término municipal de Burguillos en el que aparece el Arroyo de Vacía Zurrones desde su nacimiento hasta llegar a la altura del enclave de la Casa Nueva del Coto.
   Sí, es posible diferenciar algunos tipos de arroyos por sus características particulares. Por ejemplo, los llamados arroyos de cabecera son las secciones donde comienzan los ríos y por ende, son las partes más altas de estos. Una clasificación de corrientes las separa según su relación con el tiempo. Así, los arroyos son perennes si sus aguas fluyen durante todo el año, son intermitentes si solo fluyen durante ciertas épocas del año y efímeros cuando sus aguas fluyen únicamente después de llover.
   No importa su tamaño; los arroyos son una fuente de agua para cualquier ser vivo que la necesite. Los arroyos, por más pequeños que sean, son una fuente de agua para cualquier ser vivo que la necesite. Los más grandes y los perennes conforman todo un hábitat para muchas especies de peces y anfibios y proporcionan agua tanto a estos como a animales más grandes. Peces como las percas, las mojarras, y los bagres; aves como patos y garzas; mamíferos como las nutrias, los puercoespines, las ardillas, las zarigüeyas y los murciélagos; anfibios como los sapos y las ranas: todos estos y más animales pueblan arroyos de distintas partes del mundo. A lo largo de crecen hierbas, plantas cortas y árboles adaptados a la presencia de agua, así como musgos.
Mapa de parte del término municipal de Burguillos en el que aparece el Arroyo de Vacía Zurrones desde el enclave de la Casa Nueva del Coto hasta llegar a su desembocadura en el Arroyo de Mudapelos.
   La contaminación, la explotación de sus recursos, el uso de su suelo como terrenos de cultivo y en general la urbanización son amenazas vigentes que ponen en peligro o terminan con los arroyos, lo que a su vez afecta a los seres vivos incluidos los humanos.
   Los arroyos permiten la recarga de agua de humedales, ríos, lagos y otros cuerpos de agua. Brindan un hogar, alimento y refugio a cientos de especies animales y vegetales, contribuyen a mitigar los daños de las inundaciones y filtran contaminantes. Estas bondades son posibles solo si los arroyos mantienen su estado natural óptimo.
   El Arroyo de Vacía Zurrones, es un afluente del Arroyo Mudapelos, que a su vez lo es del río Guadalquivir (ya con el nombre de Arroyo de La Calderona), por su margen derecha. El origen del Arroyo de Vacía Zurrones es un afloramiento al norte del Chaparral del Sarmiento (en el término municipal de Castilblanco de los Arroyos), a unos 295 m. de altitud, a 5,93 km en línea recta del ayuntamiento de Burguillos. Sus aguas se vierten en el arroyo Mudapelos a la altura de la Casa Nueva del Coto, poco antes de una línea de alta tensión.
Fotografía aérea de parte del término municipal de Burguillos en el que aparece el Arroyo de Vacía Zurrones desde el enclave de la Casa Nueva del Coto hasta llegar a su desembocadura en el Arroyo de Mudapelos.
   Tras su nacimiento al norte del Chaparral del Sarmiento, el Arroyo de Vacía Zurrones baja en dirección sur para entrar en el término municipal de Burguillos, tomar dirección oeste en paralelo a los límites municipales de Castilblanco de los Arroyos y Burguillos, durante unos 600 m. para ya tomar dirección suroeste buscando el enclave de El Coto, donde acentúa su dirección sur para pasar junto a la Casa Nueva del Coto, el Convento de Sancti Spiritus y finalmente desembocar en el Arroyo de Mudapelos.
   Nuestro Arroyo de Vacía Zurrones no lleva agua durante todo el año, dependiendo enormemente de las lluvias que alimentan los afloramientos que lo surten, y por otra parte es destacable por la pequeña cascada que realiza en su zona media en las inmediaciones del Coto, muy bella de contemplar en época de lluvias. 
   La denominación del Arroyo de Vacía Zurrones habría que enmarcarla en la tradición ganadera de nuestro pueblo, puesto que el zurrón (bolsa grande de pellejo, que regularmente usan los pastores para guardar y llevar su comida u otras cosas) que usan los pastores, es sin duda, el origen etimológico de nuestro Arroyo de Vacía Zurrones.

lunes, 19 de agosto de 2019

Callejero de Burguillos: La calle Algodoneros.

   Mostramos imágenes (realizadas por Google Maps en septiembre de 2008) de la calle Algodoneros, en Burguillos.
Rótulo de la calle Algodoneros.
   La calle (desde el punto de vista urbanístico, y como definición, aparece perfectamente delimitada en la población histórica y en los sectores urbanos donde predomina la edificación compacta o en manzana, y constituye el espacio libre, de tránsito, cuya linealidad queda marcada por las fachadas de las edificaciones colindantes entre si. En cambio, en los sectores de periferia donde predomina la edificación abierta, constituida por bloques exentos, la calle, como ámbito lineal de relación, se pierde, y el espacio jurídicamente público y el de carácter privado se confunden en términos físicos y planimétricos) está dedicada a los Algodoneros, antiguo oficio del mundo rural. 
Callejero oficial del Ayto. de Burguillos con situación de la c/ Algodoneros.
Mapa de Burguillos con situación de la c/ Algodoneros.
Fotografía aérea con situación de la c/ Algodoneros.
   El Algodonero es una persona que trabaja recogiendo algodón de forma manual y que actualmente ha desaparecido de nuestro pueblo debido a la mecanización de dicha labor agrícola.
Algodoneros posando tras realizar su trabajo.
       La calle Algodoneros está situada en el barrio de El Ejido. Es una calle que parte de la calle Cañada Real, y finaliza en una calle sin denominación. Tiene una longitud de 150 metros aproximadamente, siendo bidireccional desde el punto de vista del tráfico rodado, asfaltada y alumbrada por farolas funcionales. Está conformada por viviendas unifamiliares de dos plantas en altura, pertenecientes a una promoción inmobiliaria lo que le da una unidad característica, formando parte de una zona residencial, en sólo una de las aceras, puesto que la parte derecha en sentido ascendente es campo abierto. 
Inicio de la c/ Algodoneros.
Final de la c/ Algodoneros.
Vista de la c/ Algodoneros, desde el final de la misma.
   La calle Algodoneros es, históricamente, una vía moderna en el callejero burguillero, puesto que fue creada en la primera década del siglo XXI, al urbanizarse la zona este del Barrio de El Ejido.

lunes, 12 de agosto de 2019

Hemeroteca: Burguillos en la "Guía de Sevilla, su provincia" de 1878.

   Mostramos en Historia de Burguillos los datos recogidos en la "Guía de Sevilla. Su provincia, &. para 1878.", editado en 1878 por Manuel Gómez Zarzuela, Año XIV, y cuyo original se encuentra en la Biblioteca Nacional de Madrid.
   Esta publicación en forma de anuario, estuvo publicándose durante 32 años, primero por el periodista Manuel Gómez Zarzuela, y desde el fallecimiento de éste, en 1887, por Vicente Gómez Zarzuela. Incluye noticias e información de utilidad sobre las instituciones (arzobispado, capitanía general, tercio naval, audiencia territorial, universidad, ayuntamiento, diputación, aduanas, etc.), entidades (sociedades y colegios profesionales, escuelas, bibliotecas, hospitales, comercios, industrias, etc.), edificios y monumentos, transportes y servicios públicos, la agricultura, así como de los integrantes de dichas instituciones, corporaciones y sociedades y de la vida social y cultural sevillanas. Da cuenta de un indicador general del comercio, la industria y profesional, e incluso una guía del vecindario hispalense con trascendencia social y económica.
Portada de la "Guía de Sevilla, su provincia" de 1878.
   Cada tomo, de entre 400 y 700 páginas, comienza con un índice alfabético de materias, así como un almanaque y está dividido en secciones. Incluye también publicidad y al final un plano de la ciudad. Con una amplísima información, estaba dirigido no sólo a los sevillanos sino a los viajeros, por contener información también de carácter turístico. También se tituló Guía oficial de Sevilla y su provincia.
   Pues bien en su página 100 encontramos la primera mención a nuestro pueblo. En concreto al hablar de los Cosarios (oficio ya en desuso) y  hacer relación de ellos, y que pasamos a transcribir literalmente:
Página 100 de la "Guía de Sevilla, su provincia" de 1878.
Hé aquí los mesones, paradores y posadas donde se hospedan los cosarios que vienen periódicamente á Sevilla de los pueblos que se expresan á continuación:
...
Burguillos.- Parador del Ancora. Ancora 37."

   Señalar que la calle Ancora es la actual calle Antonia Díaz, en el barrio del Arenal, que va de la calle Adriano al Paseo de Colón, junto a la plaza de Toros de la Real Maestranza.

En las páginas 107 y 108 encontramos la siguiente mención a nuestro pueblo y por partida doble. En concreto en el tercer párrafo de la página 107 y en el segundo párrafos de la página 108, al final de ambos en los que se mencionan los pueblos agregados al Juzgado nº 3 de San Vicente, de Sevilla, y que pasamos a transcribir literalmente:
Página 107 de la "Guía de Sevilla, su provincia" de 1878.
Página 108 de la "Guía de Sevilla, su provincia" de 1878.
   "Pueblos agregados: Algaba, Burguillos, Garrobo, Guillena y Santiponce."

   "Pueblos agregados: Algaba, Burguillos, Garrobo, Guillena y Santiponce."

   Finalmente en las páginas 112 y 113 aparece un gráfico de los Ayuntamientos de la provincia ordenados alfabéticamente con datos relativos a su población, riqueza imponible y estadística de cultivo, y que pasamos a transcribir literalmente:
Páginas 112 y 113 de la "Guía de Sevilla, su provincia" de 1878.
Burguillos     Número de habitantes: 466
                      Riqueza imponible (Pesetas): 44.644
                      Terrenos no destinados a la agricultura (Hectáreas): 64
                      Regadío (Hectáreas): 52
                      De pan sembrar (Hectáreas): 2.178
                      Pastos (Hectáreas): 19
                      Olivar (Hectáreas): 49
                      Viña (Hectáreas): 7
                      Pinares (Hectáreas): 10
                      Monte alto (Hectáreas): 2.008
                      Monte bajo (Hectáreas): 225
                      Lagunas y marismas (Hectáreas): 228
                      Frutales (Hectáreas): 8
                      Total de Hectáreas: 4.309

... Aunque muy escasos, siguen siendo datos interesantes para seguir conociendo nuestro pueblo, y en este caso para conocer los datos agrícolas de esa época.

lunes, 5 de agosto de 2019

Bibliografía: Capítulo XXXII "Un nuevo pleito" del libro "El señorío de Burguillos (Sevilla); una aproximación a su historia" de Francisco Rodríguez Hernández de 1999.

   Mostramos en Historia de Burguillos el capítulo XXXII del libro "El señorío de Burguillos (Sevilla); una aproximación a su historia", de Francisco Rodríguez Hernández, editado por el Ayuntamiento de Burguillos y la colaboración de la Diputación de Sevilla en 1999, y que trata sobre Un nuevo pleito, ocupando las páginas 149 a 152 de dicha monografía y que pasamos a transcribir íntegramente:
Pág. 149 del libro "El señorío de Burguillos (Sevilla); una aproximación a su historia".
Un nuevo pleito
   Hemos visto, cómo las relaciones entre la fábrica de la iglesia de la Villa de Burguillos, y el titular del señorío, don José Bernardo de Quirós, habían quedado seriamente lesionadas, como consecuencia de los graves desacuerdos acaecidos en 1715.
   Veamos ahora, nueve años después, cómo se abre una nueva fisura entre la citada fábrica y un miembro destacado de la familia del señor de la Villa.
   Corría el año de 1724, y don Fernando Bernardo de Quirós, de la nobleza sevillana, y con importante patrimonio en el término de Burguillos, acusa a la fábrica de la iglesia de dicha Villa, de haber estado percibiendo indebidamente, y durante varios años, el importe de unos tributos fijos, que no le correspondían.
   Es el caso, que sobre 1690, su padre, don García Bernardo de Quirós, compró en el sitio que llaman El Pino, una haza de tierra de pan sembrar, Cinco Fanegas, que lindaba con una fanega de tierra de la fábrica parroquial, la cual fue incorporada, en régimen de arrendamiento, señalándose cinco reales de renta anual.
   Este señor, tenía establecido un tributo con destino al sostenimiento de una capellanía, (...). Pero para mayor claridad, y siguiendo un orden, vamos a recurrir al contenido de algunos de los documentos más importantes pertenecientes al largo expediente que se abrió. El primero de los cuales es un poder notarial, a favor de quién va a representarle, y que copio extractado; dice así:
          En la ciudad de Sevilla, diez días del mes de junio de mil setecientos veinticuatro años, ante mi, el notario y testigos, pareció presente don Fernando Bernardo de Quirós y Hurtado de Mendoza, Caballero del Orden de Santiago, Gentilhombre de la Boca de su Majestad, y Sargento Mayor de Caballería, vecino de esta ciudad, a quién doy fe conozco, y dijo, que otorgaba, que daba y dio su poder cumplido, que de derecho se requiere y es necesario, a don Juan Lope Díaz de Mendoza, procurador de los tribunales eclesiásticos de esta ciudad, para que en su nombre parezca, ante el Sr. Provisor y vicario general de esta ciudad y su arzobispado, y ante otros poderes que convengan, y le defienda en todos y cualesquiera pleitos, causas y negocios civiles y criminales, eclesiásticos y seculares incluidos, [...].
   Sigue con frases de ritual y termina:
          Yo así lo otorgo y firmo, siendo testigos don Diego de Castro y don Manuel Romero, vecinos de esta ciudad.- Firmado: Fernando Bernardo de Quirós.- Ante mi, Francisco Antolín de Montemayor y Gallego, notario.
Pág. 150 del libro "El señorío de Burguillos (Sevilla); una aproximación a su historia".
   Acto seguido, el citado procurador puso demanda a la fábrica en los siguientes términos:
          Juan Lope Díaz de Mendoza, en nombre de don Fernando Bernardo de Quirós, Caballero del Orden de Santiago, residente en esta ciudad, como mejor proceda parezco ante V.S. y digo, que don García Bernardo de Quirós, padre de mi parte, que ya es difunto, por el año pasado de 1678, compró una haza de tierra en el término de la Villa de Burguillos, al sitio que llaman El Pino, que se intitulaba de Cinco Fanegas, y lindaba con estacada del susodicho y tierras del Santísimo, y una fanega de tierra de la fábrica de la parroquial de dicha Villa, que el padre de mi parte, le tomó en arrendamiento, en precio de cinco reales, en cada un año, y la incorporó en dicha haza, la que pagaba un tributo al redimir, de 15 reales de vellón, en cada un año a la capellanía que en dicho parroquial, fundó Bartolomé Sánchez Aguado, y por no haber aparecido Capellán, la dicha fábrica cobró desde el año de 1678, no solo los cinco reales de dicha su fanega, sino también los quince que tocaban a dicha capellanía, [...].
   Sigue un fárrago de legalismos y agrega:
          Suplico a V.S. haya por presentados dichos testimonios y en su vista se sirva de mandar, que dentro de un breve término, la dicha fábrica, y en su nombre Joseph Jacinto Ceballos, mayordomo, vecino de dicha Villa, restituya a mi parte, la cantidad de los 375 reales de vellón, que indebidamente percibió, dando para ello el despacho necesario, pues mi parte se ajustó y concordó con el dicho Capellán, quién está satisfecho y consta dichos testimonios, que es justicia que pido con costas, juro y protesto en lo necesario, y de pedir dicha cantidad, en la vía y forma que más convenga.- Firman: L. Nicolás Francisco Navarro y Juan Lope Díaz de Mendoza.- Al pie: El Provisor mandó dar traslado de la petición de la parte al mayordomo de la fábrica de la Iglesia de Burguillos, de que dé los despachos necesarios.- Así lo proveyó.- Firma: Bello.- Margen izquierdo inferior: Auto, y debajo: Diose.
   Como consecuencia de cuanto antecede, se inició una investigación en los libros parroquiales, para esclarecer las circunstancias en que estos ingresos tuvieron lugar, así como también, la identidad de los mayordomos, que en tan largo periodo de tiempo intervinieron. Como la descripción de estos datos, es dilatada y monótona, voy a omitirla en lo posible, en gracia a la brevedad. Solo añadiré, que resultaron ser ciertas las razones en que se fundamenta la reclamación, y en consecuencia tuvo un fallo favorable por parte del Sr. Provisor y vicario general del Arzobispado, como se comprueba en los dos escritos que transcribo a continuación:
          Margen superior derecho: 1724.- Ante el Sr. Provisor.- Martín Pérez Muñoz, en nombre de la fábrica de la parroquial de la Villa de Burguillos, digo que se me ha dado traslado de un pedimento presentado por don Fernando Bernardo de Quirós, Caballero del Hábito de Santiago, y residente en esta ciudad, en que pretende que la fábrica mi parte, le dé y pague, trescientos setenta y cinco reales de vellón, que dice percibió indebidamente, de un tributo perteneciente a la Capellanía que en dicha Parroquial, fundó Bartolomé Sánchez Aguado, por no haber comparecido Capellán de dicha Capellanía, desde  el  año de mil setecientos veintiuno, que se los hicieron pagar, al padre de la parte
Pág. 151 del libro "El señorío de Burguillos (Sevilla); una aproximación a su historia".
Pág. 152 del libro "El señorío de Burguillos (Sevilla); una aproximación a su historia".
contraria, respondiendo a dicho traslado, digo: Que respecto de ser cierto, haber percibido la fábrica, mi parte, dichas cantidades, y hallarse hoy imposibilitada de poderlo pagar, por los cortos medios de ella.- A V.S. suplico, se sirva de concederle algún término para que pueda pagar, señalándose los plazos que V.S. fuese servido, debajo de los cuales, se obligará el mayordomo de dicha fábrica, quién asimismo firma esta petición conmigo, pido justicia.- Firman: el Lcdo. Francisco Saenz Hurtado y Martín Pérez Muñoz.

   El escrito de la otra parte es como sigue:
          Burg.- En fecha 20 de julio de mil setecientos veinticuatro.- Juan Lope Díaz de Mendoza, en nombre de don Fernando Bernardo de Quirós, Caballero del Orden de Santiago, a V.S. de esta prueba en los autos, que mi parte sigue contra el mayordomo de la fábrica de Burguillos, sobre la restitución de uno reales que ha cobrado, pertenecientes a mi parte, digo: Que habiéndosele notificado a dicho mayordomo, traslado del pedimento presentado por mi parte, dio petición diciendo ser cierta la deuda, y que respecto que la dicha fábrica, se hallaba alcanzada y no tenía de pronto para poder satisfacer a mi parte, se le concediese algún término para poder hacer dicha paga, de que se me ha dado traslado y vista, se ha de servir de denegarle su pretensión, respecto de que el mayordomo de dicha fábrica, antecesor al presente, fue alcanzado en la cuentas, (falta un renglón). Y sigue: debe lo que la fábrica debe a mi parte, que son 375 reales de vellón.
          Suplica a V.S. mande que el dicho mayordomo actual, admita recibo de mi parte le dará a su favor, de la expresada cantidad y fecho, y esta se le dé al mayordomo antecesor, por cuenta de lo que se debe a la fábrica, que de esta suerte, sin hacer ningún desembolso, ha satisfecho a mi parte, que es Justicia que pido.- Firmado: Juan Lope Díaz de Mendoza.

   A continuación, y como final de las diligencias, el Sr. provisor, tomó la providencia, de que siendo cierto el contenido del pedimento, se atienda como se pide, dando para ello los despachos pertinentes.- Hay una firma ilegible, y más abajo y aparte, dice: "diose".
   De todo cuanto queda expuesto, cabe deducir que hoy puede resultar pueril, el hecho de promover un complicado pleito, con intervención de diversas personalidades, entre notarios, jueces, abogados, procuradores, jerarquías eclesiásticas, etc., con la sola intención de recuperar 375 reales de vellón. Pero hay que considerar que estos reales, no son los de ahora, de un valor ínfimo, sino los de hace doscientos setenta y tantos años, con los cuales se podían adquirir muchas cosas.
   También resulta inevitable pensar, que en la conciencia de la familia Bernardo de Quirós, anidaba desde hacía nueve años, un espíritu vengativo, a la espera de una oportunidad, que le permitiera mostrar un sentimiento inamistoso. El recuerdo de las Censuras Eclesiásticas, de 1715, contra don José Bernardo de Quirós, que aún vivía en 1724, conservando la dignidad de su señorío, lo mantendrían vivo en su pensamiento, sin que lograra borrarlo, ni el paso de los años, ni un auténtico espíritu de caridad cristiana.- Fácit indignatio vérsum.