Cada lunes una nueva entrada con una noticia sobre Historia, Arte, Geografía, Bibliografía, Patrimonio, Fotografía, Hemeroteca, ... de nuestro pueblo: BURGUILLOS

Historia, Patrimonio, Arte, Bibliografía, Hemeroteca, ... sobre nuestro pueblo: BURGUILLOS

lunes, 29 de octubre de 2018

Bibliografía: Capítulo XXII "Dos fundadores" del libro "El señorío de Burguillos (Sevilla); una aproximación a su historia" de Francisco Rodríguez Hernández en 1999.

   Mostramos en Historia de Burguillos el capítulo XXII del libro "El señorío de Burguillos (Sevilla); una aproximación a su historia", de Francisco Rodríguez Hernández, editado por el Ayuntamiento de Burguillos y la colaboración de la Diputación de Sevilla en 1999, y que trata sobre Dos fundadores, ocupando las páginas 99 y 100 de dicha monografía y que pasamos a transcribir íntegramente:
Página 99 del libro "El señorío de Burguillos (Sevilla); una aproximación a su historia".
Dos fundadores
   Tenemos hecha referencia de que en un pasado remoto, dos sacerdotes, que fueron curas párrocos de la Iglesia de San Cristóbal Mártir de la Villa de Burguillos, instituyeron patronatos, con fondos bien dotados.
   Hago alusión a los presbíteros don Alonso Pérez y don Francisco Martín de los Salvadores, de los que hay pocas noticias. Sabemos sin embargo, que dichos fondos estaban destinados en principio, a constituir la dote obligada previa al casamiento, de parientas pobres hasta el cuarto grado de consanguinidad. Hay asimismo, constancia documental de un caso en que sin ser parienta recibió como donación de ayuda la cantidad de 440 reales de vellón, en concepto de dote, procedente del patronato de Alonso Pérez, como se hace constar en otro capítulo. Suponemos, aunque no hay constancia, que alguna otra joven casadera no parienta, resultaría igualmente favorecida con algún tipo de donación que le ayudara a constituir una dote medianamente pasadera.
   Examinando un día en el archivo arzobispal, un expediente de fundación de capellanía, encontré incorporado al mismo, el documento que ahora doy a conocer y en el que se habla de ambos sacerdotes, con lo cual extenderemos el escaso conocimiento que hasta ahora teníamos de los mismos. Lo transcribo modernizando la ortografía y es como sigue:
          Francisco Martín de los Salvadores, presbítero, cura y mayordomo de la fábrica de la iglesia de la villa de Burguillos, digo que a mi cargo está, como mayordomo que soy de la fábrica de esta dicha villa, patrona y administradora que es de los bienes y capellanía, que en la dicha iglesia, dejó y fundó Ines Alonso, difunta, de nombrar capellán de la dicha capellanía, por tanto digo, que nombro por capellán a Juan Gómez de Santacruz de Pamo, hijo de Juan Gómez Carvajal, vecino de esta dicha villa, para que el señor Provisor, siendo servido, se la ... como a único opositor que es de la dicha capellanía. Y para que conste lo firmo, que es fecha en la villa de Burguillos, a veinte días del mes de junio, año de mil seiscientos quince. Firmado Francisco Martín, cura.
   A continuación se inserta la fe de edad, dice así:
          Doy fe, yo, Francisco Martín, cura de la villa de Burguillos, cómo en un libro, que esta dicha Iglesia tiene, donde se asientan los que en ella se bautizan, está un capítulo del tenor siguiente:
          En la villa de Burguillos, domingo veintiún día del mes de noviembre de mil quinientos noventa y nueva años, con la cía (sic) de mi, el cura Mateo de Cárdenas, bautizó Alonso Pérez, presbítero, a Juan, hijo de Juan Gómez y de María Pamo, su legítima mujer; fue su padrino Mateo de Cárdenas, cura. Avisósele el parentesco espiritual. Fecha et supra. Alonso Pérez. 
Página 100 del libro "El señorío de Burguillos (Sevilla); una aproximación a su historia".
            Todo lo cual, dicho capítulo está bien y fielmente sacado y concuerda con su original a que me refiero, y de pedimento del dicho Juan Gómez, di la presente firmada de mi nombre, que fecho a veinticuatro de junio de 1615. Firmado Francisco Martín, cura.
   Como queda expuesto, en la primera parte del documento, el que era cura párroco de Burguillos, en 1615, don Francisco Martín de los Salvadores, propone el nombramiento de Juan Gómez, como capellán, para atender la capellanía fundada por Inés Alonso.
   En la segunda parte, se copia la partida de bautismo celebrado el 21 de noviembre de 1599, por el entonces cura párroco don Alonso Pérez.
   Así pues, nos encontramos en un mismo documento con los nombres de los dos sacerdotes, que fundaron sendos patronatos en la Villa de Burguillos.

lunes, 22 de octubre de 2018

Actualidad: Afortunadamente el Sagrario de la parroquia de Burguillos vuelve a su estado primigenio.

   Afortunadamente ha imperado la cordura y el Sagrario de plata de la iglesia parroquial San Cristóbal de nuestro pueblo vuelve a lucir desde el pasado verano en todo su esplendor tal y como se concibiera en los talleres de Orfebrería Villarreal.
   Ya con este hecho me siento enormemente satisfecho de la creación de este blog "Historia de Burguillos" que nació con ese fin que no es otro que dar a conocer la historia de todo lo que concierne a nuestro pueblo y como no podía ser de otra manera luchar para salvaguardar el patrimonio histórico-artístico existente, así que tras la entrada del 14 de agosto del pasado año (pinchar aquí), muchos amigos me comentaron la valentía aquí expuesta ... pero todo ha valido la pena.
Estado del Sagrario desde este pasado verano.
   Tras el desaguisado cometido por la parroquia, parece que la lógica y la razón han imperado y con motivo del traslado extraordinario de la Virgen del Rosario desde el presbiterio hasta su capilla tras su restauración, pude realizar varias fotografías que atestiguan la vuelta al estado en el que siempre estuvo sin esos añadidos ridículos y caprichosos que nada aportaban.
   Desde este humilde blog vamos a apostar siempre por salvaguardar el patrimonio de nuestro pueblo, y en esta ocasión se ha demostrado que la justicia, la razón y la lógica triunfan.
   Finalmente, desde "Historia de Burguillos", desear que no se cometan más atropellos contra el patrimonio de Burguillos, pues el legado que nos han transmitido nuestros antepasados es obligación de todos el cuidarlo para que todos los disfrutemos y lo leguemos al futuro.

lunes, 15 de octubre de 2018

Callejero de Burguillos: la calle Alonso Aguilar.

   Mostramos imágenes (realizadas por Google Maps en septiembre de 2008) de la calle Alonso Aguilar, en Burguillos.
Rótulo de la calle Alonso Aguilar.
   La calle (desde el punto de vista urbanístico, y como definición, aparece perfectamente delimitada en la población histórica y en los sectores urbanos donde predomina la edificación compacta o en manzana, y constituye el espacio libre, de tránsito, cuya linealidad queda marcada por las fachadas de las edificaciones colindantes entre si. En cambio, en los sectores de periferia donde predomina la edificación abierta, constituida por bloques exentos, la calle, como ámbito lineal de relación, se pierde, y el espacio jurídicamente público y el de carácter privado se confunden en términos físicos y planimétricos) está dedicada a la Alonso Aguilar, conquistador de Jalisco y Pánuco, vecino y encomendero en México en 1547.
Callejero oficial del Ayto. de Burguillos, con la ubicación de la c/ Alonso Aguilar.
Mapa de Burguillos con la situación de la c/ Alonso Aguilar.
Fotografía aérea de la c/ Alonso Aguilar.
   El origen de Alonso Aguilar se lo disputan tanto nuestro pueblo como Burguillos del Cerro, en la provincia de Badajoz, según leamos el texto de Francisco Rodríguez Hernández, El señorío de Burguillos (Sevilla); una aproximación a su historia publicado en 1999, en su capítulo III, o bien el texto que entresacamos de la web de la asociación de alcaldes del V centenario del descubrimiento de América, en la que se dice que por sus antecedentes familiares su origen habría que buscarlo en la localidad pacense. Estas dudas sobre su lugar de origen provienen de que hasta 1916 todas las poblaciones (Burguillos, Burguillos del Cerro y Burguillos de Toledo) se llamaban de igual forma, esto es, Burguillos, y dicha duda solo se solventará cuando aparezca producto de la investigación, su partida de bautismo.
   Hijo de Gonzalo García y Constanza González Jaramillo, primo de Juan Jaramillo de Villanueva de Barcarrota (Badajoz) (Icaza da otros nombres de los padres, Gonzalo Sánchez y Leonor de Aguilar). Pasó a la Nueva España según Dorantes en 1523 o 24 (pero más adelante dice que con Cortés, lo cual es una contradicción), aunque lo más probable es que lo hiciera con Narváez y no con Cortés, al igual que su hermano.
   Fue hombre rico y preeminente. Avecindado fundamentalmente en Ciudad de México, tuvo en ella varias casas, en 1525 el cabildo le dona un solar para vivienda y más tarde construye otras enfrente de las de Bartolomé de Zárate. Como encomendero fue ganadero y agricultor, pero también fue minero. Tuvo encomiendas en 1546 e Xilotepec, en 1547 en Olinalá y Papatla (provincia de Cuexco). La encomienda de Papatla tenía 200 tributarios y 700 pesos de tributo anual, la de Olinalá, 1.500 tributarios y 3000 pesos de tributo anual, cantidades que le rebajan a 1860 posteriormente.
   Como minero explotó oro en Chilapa y Yopelcingo en colaboración con Núñez y más tarde en 1550 en Olinalá (comarca de Tonalá, en el obispado de Tlaxcala), le dan como tributo para la explotación de las minas de Ayoteco, 450.000 pesos durante 80 días, más 8 jiquipiles de 8.000 cacaos, 60 jarrillas de miel y 2 sementeras de maíz. Además fue criador de ganados y abastecedor de la ciudad de México.
   Tuvo numerosos cargos públicos. En 1547 es nombrado visitador, 1551, alcalde, ordinario de México en compañía del bachiller Alonso Pérez y más tarde de Antonio de la Cadena. En 1552, alcalde de Mesta en compañía del anterior. En 1557, tenedor de bienes de difuntos con Alonso de Mérida y en 1558, juez de la caja de negros.
   Casó con Isabel de Lara, una de las seis hijas del comendador de Santiago, Leonel de Cervantes con la que tuvo cuatro hijas y tres hijas, aunque en Icaza, señala otros diez hijos que murieron. En 1564 muere y hereda las encomiendas su hijo mayor Baltasar de Aguilar. Pide ayuda al virrey porque sus encomiendas se han empobrecido, y están en las sierras y se encuentra endeudado por valor de 2.500 pesos.  
Inicio de la c/ Alonso Aguilar, desde la c/ Federico García Lorca.

Final de la c/ Alonso Aguilar, que desemboca en la c/ Concepción de Osuna.
La c/ Alonso Aguilar, desde la c/ Concepción de Osuna.
   La calle Alonso Aguilar está situada en el barrio de El Ejido. Va de la calle Federico García Lorca a la calle Concepción de Osuna, y tiene una longitud de 80 metros aproximadamente, siendo bidireccional desde el punto de vista del tráfico rodado, aunque tiene la particularidad de no tener salida al tráfico rodado por la parte que desemboca en la c/ Concepción de Osuna, a la que comunica mediante una escalinata, asfaltada y alumbrada por farolas funcionales. Está conformada por viviendas de autoconstrucción de una y dos plantas.
   La calle Alonso Aguilar es, históricamente, una vía moderna, puesto que fue creada con las primeras expansiones del Burguillos moderno, aprovechando parte de la antigua plaza de la iglesia (hoy desaparecida), que era un solar sin uso en el barrio en la que se encuentra, a finales del siglo XX, de ahí su sencillo comentario.   

lunes, 8 de octubre de 2018

Hemeroteca: Ingresos por las ventas de Bienes de propios del Ayuntamiento de Burguillos de 1862, según la noticia de "La Gaceta de Madrid" del 6 de agosto de 1867.

   Mostramos en "Historia de Burguillos" la noticia recogida en "La Gaceta de Madrid", editado en la capital del reino, sobre la visita que realizó la reina Isabel II a las ruinas de Itálica, en el término municipal de Santiponce el 26 de septiembre de 1862 y en el que participó un grupo de burguilleros, y publicado el 28 de septiembre de 1862, y que se conserva en el archivo de la Biblioteca Nacional de España. 

   "La Gaceta de Madrid"; fue una publicación periódica oficial editada en Madrid desde 1697 hasta 1936 en la que fue sustituida en la práctica por el denominado Boletín Oficial del Estado. La Gaceta, en el momento de su nacimiento, estaba dirigida y administrada desde la iniciativa privada. Esta circunstancia varía por completo durante el reinado de Carlos III, quien, en 1762, decide otorgar a la Corona el privilegio de imprimir La Gaceta. De esta forma, la publicación pasa a convertirse en un medio de información oficial que refleja los criterios y decisiones del Gobierno.
   Posteriormente, por la Real Orden circular del Gobierno dirigida á todas las autoridades del reino de 22 de septiembre de 1836, se establece que los decretos, órdenes e instrucciones que dicte el Gobierno se considerarán de obligación desde el momento en que sean publicados en La Gaceta. De este modo, La Gaceta pasaba a convertirse en un órgano de expresión legislativa y reglamentaria, característica que conservará hasta la actualidad.
   En cuanto a la estructura de La Gaceta, es en 1886 cuando se establece que la publicación sólo contendrá documentos de interés general (leyes, decretos, sentencias de tribunales, contratos de la Administración Pública, anuncios oficiales, entre otros); asimismo se establece un orden de preferencia en la publicación de las disposiciones que atiende a criterios de urgencia y un orden de prioridad de la inserción de documentos: Leyes, Reales Decretos, Reales Órdenes. Por último, se prescribe que, dentro de cada sección, el orden de publicación ha de ser el de antigüedad de los Ministerios, siempre tras la Presidencia del Consejo de Ministros. Toda esta estructura será perfilada por una Real Orden de 6 de junio de 1909.
   Por lo que se refiere a la denominación, previamente había recibido nombres como Gazeta nueva de los sucesos políticos y militares (1661-1662), Gaceta ordinaria de Madrid (1667-1680) o Nuevas ordinarias de los sucesos del Norte (1683-1697). En 1697 empezó a publicarse como Gaceta de Madrid, nombre que mantendría, con transitorios cambios de denominación, hasta entrado el siglo XX. Es importante resaltar que en determinados momentos históricos convivieron, al mismo tiempo, varios diarios oficiales con denominaciones distintas.
   En 1936, tras el estallido de la guerra civil, adoptó el título Gaceta de la República: Diario Oficial en noviembre de dicho año. Esta publicación sería sustituida tras el fin del conflicto por el Boletín Oficial del Estado, que se había empezado a publicar el 2 de octubre en la zona sublevada tras una etapa previa bajo el título Boletín Oficial de la Junta de Defensa Nacional.

   Pues bien, en las páginas 4 y 5 de la edición del 6 de agosto de 1867, a dos columnas, aparece un artículo titulado "ANUNCIOS OFICIALES" , siendo el tercero de ellos y bajo el título de "DIRECCIÓN GENERAL DE CONTABILIDAD DE LA HACIENDA PÚBLICA" (a partir de la segunda columna de la página 4 y que abarca hasta parte de la segunda columna de la página 5),  en el que se relacionan los importes de los ingresos recibidos por algunos ayuntamientos españoles (y entre ellos lógicamente Burguillos) por las ventas de bienes de propios y provinciales y que pasamos a transcribir íntegramente (la mención a nuestro pueblo aparece en la parte media de la primera columna de la página 5, aunque transcribimos el inicio del artículo para una mejor comprensión del documento):
Página 4 de "La Gaceta de Madrid" del 6 de agosto de 1867.
DIRECCIÓN GENERAL DE CONTABILIDAD
DE LA HACIENDA PÚBLICA

Número 321.
BIENES DE PROPIOS Y PROVINCIALES.- VENTAS POSTERIORES AL 2 DE OCTUBRE
DE 1858.
Carpeta de las relaciones de ingresos realizados por las dos terceras partes del 80 por 100 de bienes de Propios y provinciales enajenados desde el 3 de octubre de 1858 en adelante, que examinadas y aprobadas por esta Dirección general se remiten a la de la Deuda pública para que en cumplimiento de lo dispuesto en el art. 8º de la ley de 1º de Abril de 1859 emita inscripciones nominales con renta de 3 por 100 anual a favor de las corporaciones que a continuación se expresan.
Número de orden               Corporaciones                                Importe de las relaciones
Página 5 de "La Gaceta de Madrid" del 6 de agosto de 1867.
MES DE NOVIEMBRE
Provincia de Orense
45543                                 Ayuntamiento de Verin..................       86,62

Provincia de Sevilla
45544                                 Ayuntamiento de Burguillos..........       22.378,34
45545                                 Idem de Fuentes de Andalucía......       1.152
45546                                 Idem de Real de la Jara.................       5.707,20

Madrid, 13 de Julio de 1867. = Martínez.

   Es un documento muy técnico de la Administración General del Estado, que afectó a la economía de nuestro pueblo de manera muy positiva puesto que se trata de unos ingresos muy cuantiosos para la época.

lunes, 1 de octubre de 2018

Bibliografía: Capítulo XXI "Una visita pastoral" del libro "El señorío de Burguillos (Sevilla); una aproximación a su historia" de Francisco Rodríguez Hernández, en 1999.

   Mostramos en Historia de Burguillos el capítulo XXI del libro "El señorío de Burguillos (Sevilla); una aproximación a su historia", de Francisco Rodríguez Hernández, editado por el Ayuntamiento de Burguillos y la colaboración de la Diputación de Sevilla en 1999, y que trata sobre Una visita pastoral, ocupando las páginas 89 a 97 de dicha monografía y que pasamos a transcribir íntegramente:
Página 89 del libro "El señorío de Burguillos (Sevilla); una aproximación a su historia".
Una visita pastoral
   Don Jaime de Palafox y Cardona, había nacido en Ariza (Zaragoza), en 1642. Era hijo de Juan Francisco de Palafox, marqués de Ariza y de María Felipa de Cardona y Ligny. Estudió en Salamanca, donde fue rector de su Universidad. Tuvo otros cargos eclesiásticos importantes en Zaragoza, y en enero de 1678, pasó a ser arzobispo de Palermo, donde permaneció hasta su traslado a Sevilla, para cuyo arzobispado fue promovido el 13 de noviembre de 1684, tomando posesión el 15 de febrero de 1685, y haciendo su entrada en la ciudad, el 14 de abril siguiente, sábado y víspera del domingo de Ramos, de acuerdo con la información que nos facilita el profesor José Sánchez Herrero en Historia de la Iglesia de Sevilla, 4ª parte, Sevilla Barroca, Ed. Rodríguez Castillejo, 1992.
   Este prelado ocupó la diócesis hispalense, desde 1684 a 1701, y tuvo una personalidad plural y rica en matices. Le llamaban el de los cien pleitos, pues parece que sentía una gran inclinación hacia ellos, y de su carácter se cuenta, que con frecuencia era poco amable en su trato con los demás. Domínguez Ortíz, lo califica de "agrio e indigesto y de hombre que parecía complacerse en crear conflictos bajo las apariencias de un gran celo por la fe". También se le acusa de haber querido prohibir las danzas del Corpus Christi.
   Tuvo problemas con la Inquisición, por su posición favorable a la difusión de las doctrinas del Molinismo [Molinosismo], y por ello sufrió un proceso que le ocasionó una gran amargura.
   Pero no voy a seguir amontonando los aspectos negativos de su compleja personalidad, entre otras razones, porque en contraposición a ello, se puede asegurar de una manera documental, que no hubo una persona más sensible que él, a la necesidad ajena. Es conocida su disposición a la caridad. Se sabe, sin lugar a dudas, que su distribución mensual en limosnas, ascendía a 10 ó 12.000 ducados, que era entonces una elevada cantidad.
   Fundó el convento de Capuchinas, bajo la advocación de Santa Rosalía, al que su hermana vino de abadesa. Y añade el profesor Sánchez Herrero: "Jaime de Palafox, murió el 2 de diciembre de 1701. Mandó que su corazón fuera enterrado en el convento de Santa Rosalía, mientras que su cuerpo descansa en el panteón de los arzobispos de Sevilla, en la iglesia del Sagrario".
   Esto es, a grandes rasgos, lo que se me ocurre decir como presentación del hombre que el día 26 de marzo  de  1693, hizo  su  entrada  e n Burguillos, en  visita  pastoral, en su condición de prelado de la
Página 90 del libro "El señorío de Burguillos (Sevilla); una aproximación a su historia".
Página 91 del libro "El señorío de Burguillos (Sevilla); una aproximación a su historia".
diócesis hispalense. En realidad era la segunda visita que hacía, y me inclino por comentar esta, porque en la primera dejó instrucciones que no fueron obedecidas, y las consecuencias de ello las vamos a ver reflejadas en el acta que se instruyó, en esta que comentamos, y de la qu en su parte esencial, nos vamos a ocupar seguidamente.
   Digamos primero, que con una visita pastoral, que era muy importante, el prelado cumplía con una de las tres ocupaciones primordiales que eran de su competencia; las otras dos son, la predicación del evangelio y conferir órdenes sagradas. El prelado en determinadas circunstancias, delegaba la gestión en alguno de los visitadores de que disponía para ello, los cuales se atenían en su visita e inspección, a las instrucciones contenidas e las Sinodales de 1604 que posteriormente incorporó la Instrucción de 1705, dada por el arzobispo don Manuel Arias y Porres (1702-1717). La citada acta consta de 27 puntos, algunos de los cuales solo tienen un interés histórico relativo, pues se recuerda -por ejemplo- que se guarde, cumpla y ejecute, lo dispuesto en las Constituciones Sinodales, concesión de indulgencias, reparación del Sagrario, lienzos benditos en los altares, nuevo vaso del Santo Oleo Infirmorum, por ser antiguo el que hay; ordena asimismo, que se haga un confesionario de madera, da instrucciones sobre los Cálices, y otras recomendaciones que solo afectan al estado y gobierno de la iglesia. Hay que añadir que algunos de los puntos se rematan con la frase: "como se mandó en Visita pasada que hizo su Ilustrísima en esta Iglesia".
   Como la mayoría de las instrucciones de la primera visita, no fueron obedecidas, -como ya se ha dicho- ya nos podemos imaginar las ideas que invadirían el pensamiento del arzobispo Palafox al comprobarlo. Por otra parte, hay que considerar que tal vez, el pobre cura párroco no disponía del dinero necesario para dar cumplimiento a tantas cosas que se le ordenó. O bien no se percató del riesgo en que se ponía, adoptando una actitud de desatención. Sea lo que fuere, del examen que vamos a hacer a continuación de algunos de los puntos del acta, deduciremos la naturaleza de la situación creada.

   - En el punto 2, se dice:
          Item. Que el cura examine de Doctrina Cristiana, a los que se hubieren de casar antes de amonestarlos, y si no la supieren, no los amoneste hasta que la hayan aprendido.
   Esta fórmula no nos causa sorpresa porque en nuestros días, más de una pareja ha pasado por esta situación.

   - En el punto 4, se dice:
          Item. Que cuando se lleva el Santísimo Sacramento de secreto a los enfermos, no se toque campanilla alguna, por evitar la indecencia de quien conoce, que va allí su Majestad y no le acompaña.
   De acuerdo en todo y nada que objetar.
Página 92 del libro "El señorío de Burguillos (Sevilla); una aproximación a su historia".
   - En el punto 6, se dice:
           Item. Por cuanto será de gran devoción, que luego que amanezca, se acuerden los fieles del sacrosanto misterio de la Encarnación del Hijo de Dios, mandó su Ilustrísima, que al tiempo de la aurora de cada mañana, se toque con la campana grande a la oración, de la misma suerte que se hace al anochecer; con un breve repique; y todas las personas que oídas las dichas campanas, oren las oraciones del Ángelus Domini, que se rezan cuando tocan las Ave Marías, concede su Ilustrísima 40 días de indulgencias cada vez.

   No cabe duda, de que la sociedad de aquel tiempo, estaba estrechamente ligada a la fe católica.

   - En el punto 7, se dice:
          Item. Por cuanto en el artículo de la muerte, padecen las almas mayor guerra porque se le acaba el término a nuestro enemigo perseguirlas, y es razón ayudarlas en tan tremendo lance, manda su Ilustrísima, que en esta Iglesia, cuando se diere noticia a su sacristán y campanero, que alguno de los fieles está en el artículo de la muerte, dé doce campanadas muy despacio, para que los que oyeren, rueguen a nuestro Señor, por el moribundo, y para que más sean a ejecutar esta Santa devoción, concede su Ilustrísima a los que rezaren un Padre nuestro y Ave María, por los que estuvieren en dicho estado, cuarenta días de indulgencias, y la misma, a los que tocaren las doce campanadas o avisaren para que se toquen.

   Creo que la mayoría hemos participado alguna vez, en demostraciones de esta naturaleza.

   - En el punto 8, se dice:
          Item. Que el cura cele con vigilancia, y prohiba la comunicación entre los capitulados para casarse, y al que contraviniere la escriba causa, y la remita para que se proceda a su castigo.

   En esto si podemos afirmar, sin temor a equivocarnos, que cualquier semejanza de lo que se dice en este punto, con la realidad actual, es pura coincidencia. Decididamente los tiempos han cambiado considerablemente, y no sabemos si para bien o para mal.
   Antes de ocuparme del siguiente punto a tratar, debo señalar que su Ilustrísima padecía una manía obsesiva con las pilas bautismales, no aceptaba que fueran de barro; exigía que fueran de piedra, según pude comprobar en la lectura de actas de visita pastoral de este prelado a varios pueblos, que obran en el archivo arzobispal. Pero en el caso de Burguillos, la cuestión adquiere tintes más graves, porque llueve sobre mojado. Resulta que en la primera visita ya dejó ordenada de forma rotunda e inapelable esta exigencia, que por las causas que sean, no fue atendida por el cura párroco, y las consecuencias las vamos a ver seguidamente.

Página 93 del libro "El señorío de Burguillos (Sevilla); una aproximación a su historia".
   - En el punto 15, se dice:
          Item. Que dentro de dos meses, se haga nueva Pila Bautismal de piedra, escogida con las circunstancias que se expresan en los mandatos que dejó su Ilustrísima, en su visita pasada en esta Iglesia, y pasado dicho tiempo y no habiéndose hecho la nueva Pila, se quiebre y entierre la que hoy sirve de barro, y el cura no bautice en ella, pena de privación de oficio, y con apercibimiento, que se procederá contra él a lo demás que hubiere lugar de derecho. Y da su Ilustrísima licencia a los vecinos de esta Villa, para que lleven a bautizar los niños al lugar más cercano, que sea de esta Diócesis y tenga Pila de Piedra.
   Es innegable que es esta, una medida de gran dureza, tomada sin duda en un momento de cólera, de quien la dicta. Nos imaginamos la situación de hundimiento moral en que quedaría el pobre cura párroco, que aguantaría el chaparrón que se le vino encima, en actitud humilde y en silencio.
   - Y termina el acta:
          Los cuales dichos mandatos, ordenó su Ilustrísima, que se guarden, cumplan y ejecuten, y que se publiquen en el primer día de fiesta al tiempo del ofertorio de la misa mayor, y que el cura, de cuatro en cuatro meses envíe un tanto de ellos a la Secretaría de Cámara, anotando al margen los que están cumplidos, y los que no, y la razón por qué no lo están.
          - Ante mi. - Jerónimo Zaldívar. - Secretario.

   Después de los expuesto, no puede decirse que la situación del cura era envidiable. Oprimía su ánimo una regañina, una amenaza de suspensión de oficio, la pila de barro destruida, interrupción de bautizos, y orden terminante de dar cuenta periódica, del cumplimiento de los mandatos. Y a todo esto, sin dinero, como vamos a ver.
   Inmediatamente después de la visita, el cura puso en marcha su diligencia, y esta vez con el mayor interés, pues era mucho lo que se jugaba.
   Lo primero que hizo, fue poner en práctica la única opción de que disponía, que era la de recurrir al pueblo en demanda de ayuda; y ese pueblo sencillo y lleno de necesidades, que nunca falla, aportó lo que pudo: unos con dineros y otros con trigo, haciendo posible con ello, el remate feliz de este empeño.
   El cura, de inmediato, se puso al habla con el maestro cantero Francisco Gómez, con quien llegó a un acuerdo para construcción de una Pila Bautismal. Esta se terminó antes de que se acabara el año 1693, pues se hizo entrega de la misma, el día 23 de diciembre de dicho año, y de acuerdo con lo ajustado, se pagó por ella 1.000 reales de vellón, que era entonces una importante cantidad, con la que muy bien podía comprarse una casa, pues todavía, en 1853, mi tatarabuelo paterno, José Rodríguez Domínguez, adquirió en esa cifra, una casa en la calle Real, según consta en una escritura pública que encontré en el archivo de protocolos de Sevilla, y que copio en otro capítulo de este libro.
Página 94 del libro "El señorío de Burguillos (Sevilla); una aproximación a su historia".
   Como estimo que podría ser de interés para el lector, voy a brindar a su curiosidad la relación de gastos que originó la adquisición de la Pila y quienes intervinieron en la misma. 
   El cura párroco, satisfecho y, sin duda, ya tranquilizado, al hacer el asiento en el libro de cuentas, lo empieza así:

          En virtud del mandato del Arzobispo mi señor, se hizo una Pila de Bautismo de jaspe, con su pileta en medio y baza [...].

Relación que se cita:
          Limosnas del pueblo.                                                                            676 R/v.
          Fábrica de la Iglesia Parroquial                                                          324 R/v.
          ______________________________________________________________
                                                                                                                      1.000 R/v.

   Pero no se piense que con estos gastos quedó todo concluido, pues los mil reales anotados es solo el importe de la factura del maestro cantero que la labró. Vean a continuación la siguiente relación de gastos, relacionadas con la Pila.
           Porte desde el taller a Burguillos                                                           55 R/v.
           Maestro que fue al pueblo a instalarla, 
           y cabalgadura que empleó.                                                                     42 R/v.
           Aceite, yeso y un hombre que le ayudó a asentarla.                               15 R/v.
           Tablas hechura y herraje para la tapa
           y cerco de ella, cerradura y llave.                                                         100 R/v.
           Porte de la tapa a Burguillos.                                                                 16 R/v.
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                                                                                                                          228 R/v.

   Los pagos los efectuó, el mayordomo de la fábrica de la Iglesia Parroquial de San Cristóbal mártir de la Villa de Burguillos, y están perfectamente relacionados en sus libros de cuentas.
   Hemos de puntualizar, en relación con la partida de los mil reales, importe de la Pila, que en el primer sumando de 676 reales, van incluidos 150 con que se contribuyó el señor Arzobispo, considerando sin duda, las dificultades económicas de la parroquia.
   Y en el segundo sumando de 324 reales, se incluyen asimismo, 150 reales, que como donación hizo para dicha compra, el licenciado don Gregorio Isidro Hurtado.
   Debo aclarar en relación con este señor, que se trata de un sacerdote, con residencia en Alcalá del Río. Su vínculo con Burguillos, estaba determinado por su condición de titular de la Capellanía que fundó la señora doña Inés Alonso, en una fecha anterior al año 1615, en que encontré por primera vez su mención, en un documento del arhivo arzobispal, en que consta un nombramiento de capellán, y  
Página 95 del libro "El señorío de Burguillos (Sevilla); una aproximación a su historia".


Página 96 del libro "El señorío de Burguillos (Sevilla); una aproximación a su historia".
Página 97 del libro "El señorío de Burguillos (Sevilla); una aproximación a su historia".
que recojo en el capítulo de este libro, bajo el título de Dos fundadores.
   Doña Inés Alonso, dejó a cargo de la fábrica de la iglesia de Burguillos, -según consta en la documentación de que dispongo-, la administración, tanto de sus bienes, como de todo lo concerniente a la citada capellanía; y en la fecha que historiamos, había en el libro de cuentas, unas cantidades devengadas y no cobradas, a favor del dicho don Gregorio Isidro Hurtado, quién autorizó al mayordomo, para que de las mismas se dedujeran los 150 reales con que se contribuyó a la adquisición de la Pila.
   Pero con el paso de los años, la Pila en cuestión -que tantos quebraderos de cabeza costó- fue finalmente abandonada, y no sabemos en qué razones apoyaron su decisión, los que tomaron el acuerdo de proscribir su uso. Lo cierto es que quedó apartada y casi oculta entre cachivaches arrinconados. Casi adivinamos, cómo hubiera afectado al señor Arzobispo don Jaime de Palafox, una medida tan contraria a sus criterios.
   Afortunadamente, don Francisco Navarro Ruiz, durante su estancia en Burguillos, en funciones de cura párroco, tomó el loable acuerdo de restituir la Pila al lugar que le correspondía, considerando sin duda, su calidad de piedra jaspeada, su antigüedad de más de tres siglos y el valor histórico que todo ello representa.
   No quiero terminar sin incluir el nombre del protagonista principal, esto es, el cura de esta interesante historia, a quién los hechos que quedan referidos, le depararían, sin duda, una amarga experiencia. Se trata del Licenciado don Sebastián Hurtado, a cuyo recuerdo ofrecemos el testimonio de nuestra simpatía.