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Historia, Patrimonio, Arte, Bibliografía, Hemeroteca, ... sobre nuestro pueblo: BURGUILLOS

lunes, 25 de diciembre de 2017

Bibliografía: Capítulo XI "La iglesia parroquial de Burguillos en 1716" del libro "El Señorío de Burguillos (Sevilla); una aproximación a su historia" de Francisco Rodríguez Hernández, de 1999.

   Mostramos en Historia de Burguillos el capítulo XI del libro "El señorío de Burguillos (Sevilla); una aproximación a su historia", de Francisco Rodríguez Hernández, editado por el Ayuntamiento de Burguillos y la colaboración de la Diputación de Sevilla en 1999, y que trata sobre La Iglesia Parroquial de Burguillos en 1716, ocupando las páginas 51 a la 55 de dicha monografía y que pasamos a transcribir íntegramente:
Pág. 51 del libro "El Señorío de Burguillos (Sevilla); una aproximación a su historia.
La Iglesia Parroquial de Burguillos en 1716
   Sus orígenes y fecha de construcción, son totalmente desconocidos. Al ocuparse de ello el historiador de arte, profesor Hernández Díaz, no hace saber su creencia, de que su construcción se pudo haber hecho, sobre el solar de una antigua mezquita árabe, y apoya esta suposición, en la orientación del muro del altar hacia levante. También hace referencia a su estilo mudejárico.
   Con el propósito de ampliar en lo que sea posible, el limitado conocimiento que poseemos de esta historia, sin duda interesante, además de la investigación que llevé a cabo en el archivo parroquial, ya referida, he extendido la misma a los archivos catedral y arzobispal, donde he encontrado, a la vez de la amable atención de las competentes archiveras Sra. Isabel y Sta. Carmen, que me han ayudado en mi empeño, un conjunto de documentos procedentes de centurias pasadas, cuya lectura aporta nuevos conocimientos y amplía con ello grandemente, la visión histórica que teníamos hasta el presente.
   Vamos a examinar a continuación, la información que facilita el acta levantada por don Alonso Joseph de Aguilar, notario contador repartidor de fábricas y demás obras pías del arzobispado de Sevilla, del que era titular, el eminentísimo señor cardenal arzobispo don Manuel Arias y Porres. (1702-1717), del Consejo de Estado.
   La fecha de la misma es el día 8 de octubre de 1716, en ocasión de la que visita que el citado notario, efectuó a la Villa de Burguillos, y está basada principalmente, en las pruebas documentales facilitadas por el que entonces era mayordomo de la iglesia parroquial de la Villa, Diego Daza de la Peña (archivo catedral. sección II. Mesa capitular. Valores de las vicarías.).
   Al espigar en el contenido de esta valiosa información, el lector curioso comprobará los distintos servicios, y la organización en que la iglesia de Burguillos, estaba constituida, y de que instrumentos y rentas disponía.

   Es como sigue:

   Beneficios: Había en la parroquial de esta Villa, un beneficio simple servidero, que posee don Diego Tribiño, residente en Vizcaya, y lo administra don Agustín de Valderrama, vecino de Sevilla. No tenía propios algunos, ni más valor que el pontifical.

   Servicios: Servíalo don Alonso Joseph Ruiz, natural de Sanlúcar la Mayor (Sevilla), y según consta por la certificación y liquidación hecha por el notario contador, devengado anualmente a su servidor, la cantidad de 1.279 reales de vellón.
Pág. 52 del libro "El Señorío de Burguillos (Sevilla); una aproximación a su historia.
   Prestamera: Había asimismo, en dicha iglesia, dos tercias prestameras; una poseída por don Pedro de Luna, vecino de Sevilla, y la otra por don Juan Romero, vecino de Utrera, de cuyo valor daba razón en las fechas de su liquidación, el propio contador repartidor.

   Curato: El mismo lo era a provisión del prelado de la diócesis, y era servido a la sazón, por el mencionado don Joseph Ruiz, y según la citada certificación, valía a su poseedor anualmente 921 reales de vellón; en esta manera:

                          30 fanegas de trigo a 22 reales                                   660 reales
                          10 fanegas de cebada a 9 reales                                   90 reales
                          Por bautismos, desposorios y velaciones                   171 reales
                          __________________________________________________
                          Total:                                                                           921 reales

   El trigo y la cebada procedían del cobro anual de primicias, y en la partida de 30 fanegas de trigo, van incluidas 12 fanegas que aporta el señor cardenal, como ayuda de costa.

   Fábrica: La fábrica de esta iglesia, tenía de renta, según datos contenidos en el informe de la última visita y protocolo de hacienda, cada año, la cantidad de 63.056 maravedís. En la siguiente manera:

          1º En tributos perpetuos y redimibles,
              que estaban corrientes y cobrados.                                            20.083 maravedís
          2º En diferentes pedazos de tierra que se arrendaban
              para pan sembrar, con rentas por quinquenios.                           5.848 maravedís
          3º En siete casas que se arrendaban
              temporalmente sumando sus rentas.                                          27.036 maravedís
          4º En el recado de tres capellanías y dos memorias particulares.   2.158 maravedís
          5º En la décima y recado de dos capellanías
              que administraba la fábrica.                                                        1.879 maravedís
          6º En el ingreso de sepulturas regulado por quinquenios.              6.052 maravedís
          __________________________________________________________________
          Total:                                                                                             63.056 maravedís

   En cuyo valor no se incluye el pontifical que tocaba a la fábrica, pues previamente había de certificarlo el contador repartidor, según se expresa por la instrucción.
   De estos ingresos de fábrica, había que deducir la cantidad de 35.710 maravedís, que constituían los gastos, de acuerdo con la siguiente especificación:
Pág. 53 del libro "El Señorío de Burguillos (Sevilla); una aproximación a su historia.
          1º Para el cumplimiento de misas cantadas y rezadas.                  11.951 maravedís
          2º Aportación de la Fundación de don Francisco Martín
              de los Salvadores, a la fábrica, como heredera de la dote
              a parientas casaderas cuando faltaba esta circunstancia.           15.000 maravedís
          3º Cantidad restante que correspondía a la cuarta parte
              en las rentas de las casas fincas, para obras y reparos.                8.759 maravedís
          __________________________________________________________________
          Total:                                                                                              35.710 maravedís

    CAPELLANÍAS QUE ADMINISTRA LA FÁBRICA
 
   Capellanía de Gregorio Martín de Carmona.
   Capellán, don Jerónimo Montealegre, presbítero, residente en Madrid. Tiene de renta en tributos, tierras y una casa que se arrienda temporalmente, cada año, 7.435 maravedís, de los que se deducen 2.035 a saber:
   850 maravedís, que corresponden de cuarta parte, en las rentas de las casas fincas para sus reparos, y los 1.185 mrs. restantantes, que pertenecen a la fábrica por su administración y recado, y restan 5.400 mrs. que quedan libres para misas a cuatro reales, en cuya conformidad se visitan.

   Capellanía de Ignacio Alonso.
   Capellán don Martín de Mendívil, presbítero, de Sevilla.
   Tiene de renta en tributos redimibles, y un pedazo de tierra, cada año, 3.400 maravedís, de los cuales 612 mrs. pertenecen a la fábrica, por su décima y recado, y los 2.788 restantes, quedan para misas, a razón de cuatro reales cada una, en cuya conformidad se visitan.

   Patronatos: Hay en esta Villa un patronato, que fundó el licenciado don Alonso Pérez. Lo administra la fábrica, y consta por el libro de sus cuentas, que tiene de renta en doce tributos perpetuos irredimibles, que están corrientes, 12.240, cada año, que se distribuyen en un legado de dotes a parientas del fundador, al contraer matrimonio, consistente en cuarenta ducados, cuya cantidad es la misma que se considera por caudal de esta dotación.
   Dicho patronato, por no tener legado de misas, ni capellanía, no se considera su renta en la certificación.

   Sacristán: El sacristán único que había en la parroquia de esta Villa, en la fecha de estos documentos, era Diego Daza de la Peña, a quién le valía la sacristía al año, 845 reales de vellón, y el valor de 15 fanegas de trigo que le pagaba la fábrica.
Pág. 54 del libro "El Señorío de Burguillos (Sevilla); una aproximación a su historia.
   Capellanías: Es la capellanía de Bartolomé Rodríguez, de la cual se viene en conocimiento por el libro de visitas que no tenía renta alguna, por estar perdidas sus fincas, razón por la que terminó en quiebra, y dado asimismo por extinguido el recado de fábrica.

   Capellanía de Bartolomé Sánchez Aguado.
   Capellán don Cristóbal José Herrera, vecino de la Villa de Cantillana (Sevilla). Administrador Diego Daza de la Peña.
   Es de cuenta sus misas a cuatro reales y fincas, que son las siguientes:

          Son siete tributos redimibles que están corrientes, y rentan cada año.                 1.322 mrs.
          Es una casa que se arrienda temporalmente y gana ocho ducados cada año         2.992 mrs.
          Son otras casas contiguas a la anterior y está arrendadas en la misma cantidad.  2.992 mrs.
          Item. Otras casas que están arrendadas en la misma cantidad.                              2.992 mrs.
          Es un solar de casa, que se arrienda para alcacer, y gana diez reales.                      340 mrs.
          Es otro solar que se arrienda para lo mismo y gana seis reales.                               204 mrs.
          ________________________________________________________________________
          Total:                                                                                                                    10.842 mrs.

          De los cuales se deducen, tres mil trescientos
          noventa y cuatro maravedís; a saber:                                                                     3.394 mrs.
          Pago a la fábrica por un tributo y recado que da para el 
          servicio de esta capellanía de mil ciento cincuenta maravedís:                             1.150 mrs.
          Resto que corresponde a la cuarta parte en la renta de
          las tres casas fincas, que se considera para obras y reparos
          de dos mil doscientos cuarenta y cuatro maravedís:                                              2.244 mrs.
          ________________________________________________________________________
          Resta:                                                                                                                     7.448 mrs.

   Capellanía de Melchor Escalona.
   Capellán don Francisco Rolborín, vecino de Sevilla, lo cual consta en el protocolo y libro de visitas.
          Es su dote principal cuatrocientos ducados, que se hallan impuestos,
          sobre casas en la calle larga de Triana, extramuros de Sevilla, y otras
          dos casas en la calle de la Cava, las cuales están corrientes,
          y según la última pragmática, rentan cada año, a razón del 3%:                           4.488 mrs.
          Se deducen de pago a la fábrica, por el recado.                                                        370 mrs.
          [Parte de] lo que resta libre se emplea en el cumplimiento
          de treinta misas a cuatro reales, con cuya obligación se visita.                             4.118 mrs.



Pág. 55 del libro "El Señorío de Burguillos (Sevilla); una aproximación a su historia.
   Capellanía de Diego Rodríguez.
   Capellán don Cristóbal José de Herrera, vecino de la Villa de Cantillana. Administrador Diego Daza de la Peña, vecino de esta Villa de Burguillos.
   Es de cuenta sus misas a cuatro reales, y las fincas las siguientes:

          Son unas casas en esta Villa, que están arrendadas
          temporalmente en diez ducados cada año.                                                      3.740 mrs.
          Son dos tributos redimibles, que rentan cada año.                                          1.428 mrs.
          Es un solar que consta no renta cosa alguna de mucho tiempo a esta parte.          0 mrs.
          Es un pedazo de tierra de una aranzada, en la Villa de Villaverde,
          que se está arrendando al año, en la cantidad de siete reales.                            238 mrs.
          Es un tributo redimible, que renta después de la baja, veintidós reales.            748 mrs.
          _____________________________________________________________________
          Total:                                                                                                               6.154 mrs.

          De los cuales se deducen mil seiscientos sesenta y un maravedís; a saber:
          Por un tributo que se paga a la Parroquial de esta Villa: 336 mrs.
          Lo correspondiente al porcentaje que se paga a la dicha fábrica por el recado: 390 mrs.
          La cantidad restante por la cuarta parte de la renta de la casa finca, para obras y reparos: 935           mrs.
          Quedan libres cuatro mil cuatrocientos noventa y tres maravedís, para misas a cuatro reales,               en cuya conformidad se visita.

   Hasta aquí la información que facilita sobre la Iglesia, los documentos a que hago referencia al principio. Creo que resulta interesante su conocimiento.

lunes, 18 de diciembre de 2017

Callejero: La calle Burguillos, en Málaga.

   Mostramos imágenes (realizadas por Google Maps en diciembre de 2013) de la calle Burguillos, en Málaga, la capital de la Costa del Sol, a 234 km. de Burguillos. La calle (desde el punto de vista urbanístico, y como definición, aparece perfectamente delimitada en la población histórica y en los sectores urbanos donde predomina la edificación compacta o en manzana, y constituye el espacio libre, de tránsito, cuya linealidad queda marcada por las fachadas de las edificaciones colindantes entre si. En cambio, en los sectores de periferia donde predomina la edificación abierta, constituida por bloques exentos, la calle, como ámbito lineal de relación, se pierde, y el espacio jurídicamente público y el de carácter privado se confunden en términos físicos y planimétricos) rotulada con el nombre de nuestro pueblo está situada en la barriada del Chaparral, perteneciente al distrito del Puerto de la Torre. Va de la calle La Maltesa a la calle Lorenzo Valla, no siendo cruzada, ni siendo partida o final de cualquier otra calle.
Mapa del Barrio del Puerto de la Torre, en Málaga, donde se encuentra la calle Burguillos, remarcada en amarillo.
Vista aérea de la calle Burguillos, en Málaga.
   La calle Burguillos en Málaga tiene la particularidad de que su trazado va serpenteando al estar enclavada en la ladera de un cerro que baja hasta el Arroyo de la Culebra, y se caracteriza por estar conformada por viviendas de autoconstrucción de una o dos plantas en altura.
Inicio de la calle Burguillos, en Málaga, desde la calle La Maltesa.
Rótulo de la calle Burguillos, en Málaga, junto al cruce de la calle La Maltesa.
Vista de la calle Burguillos, en Málaga, en su zona media.
Otra visión de la calle Burguillos, en Málaga.
Último tramo de la calle Burguillos, en Málaga.
Rótulo de la calle Burguillos, en Málaga, en el final de la calle junto al cruce con la calle Lorenzo Valla.
Vista del final de la calle Burguillos, en Málaga, desde el cruce con la calle Lorenzo Valla.

lunes, 11 de diciembre de 2017

Geografía: El Monte Burguillos y la Venta Burguillos en Valdegovía - Gaubea (Álava - Pais Vasco)

   Mostramos en Historia de Burguillos una pequeña reseña del Monte Burguillos y la Venta Burguillos, un lugar que lleva también lleva el nombre de nuestro pueblo (aunque no sabemos ni el motivo ni siquiera si está relacionado con nuestro pueblo o con otro de los municipios que llevan nuestro mismo topónimo) enclavado en el término municipal de Valdegovía - Gaubea (Álava), a 6 kms. del centro urbano, y al que se llega por las carreteras A-2622 y A-2625, y a 809 km. de nuestro pueblo. Señalar que todas las imágenes provienen del Instituto Geográfico Nacional y de Google Maps.
Mapa del Monte Burguillos y la Venta Burguillos, pertenecientes al municipio de Valdegovía (Álava).
   El Monte Burguillos se encuentra a 763 m. de altitud y es zona de referencia en la zona para multitud de rutas senderistas; y muy cerca se encuentra la Venta Burguillos, antigua venta de carretera que aún mantiene su aspecto de caserío vasco, en el km. 330 de la A-2625. Lamentablemente por el momento no conocemos el origen de estos nombres en la toponimia de este pueblo alavés y su posible conexión con nuestro pueblo o con alguno de nuestros pueblos hermanos, por lo que tendremos que seguir investigando.
Fotografía aérea del Monte Burguillos y la Venta Burguillos, pertenecientes al municipio de Valdegovía (Álava).
La Venta Burguillos, perteneciente al municipio de Valdegovía (Álava).

lunes, 4 de diciembre de 2017

Hemeroteca: Bandoleros en Burguillos según las noticias aparecidas en varios periódicos de los días 2 y 3 de septiembre de 1848.

   Mostramos en "Historia de Burguillos" la noticia recogida en varios periódicos, en concreto "La España", "La Esperanza", "El Clamor Público" y "El Heraldo", editados en Madrid, sobre unos bandoleros que actuaron en Burguillos en el verano de 1848, y que se conservan en el archivo de la Biblioteca Nacional de España.
 
   Comenzamos con "La España"; a los dos días de la desaparición de El español, el gran diario del moderantismo que había fundado en 1835 Andrés Borrego, el 18 de abril de 1848 ocupará su vacío esta cabecera, con diferente empresa pero utilizando sus mismos bagajes, en concreto su cuerpo redaccional, pero quedando Borrego al margen. Sus artífices serán un hombre muy cercano personalmente a la ahora exiliada regente María Cristina, el empresario, político y fuerista alavés Pedro Egaña (1803-1895), y Francisco Navarro Villoslada (1818-1895), que había llegado a sustituir temporalmente a Borrego en la dirección de El español y que ahora tomará el mando de la nueva cabecera, pasándose más tarde a las filas del carlismo.
   Se trata de un diario que se autodefine como “un periódico de gobierno, no de gobierno… defensor de los principios del orden, conservador de la sociedad, celoso de la independencia nacional, monárquico y liberal en el sentido más puro y más honrado de esta palabra”, según señala en su edición del uno de enero de 1849. Será el principal diario del Partido Moderado, pero situado en su ala derecha, con una ideología liberal-ultraconservadora lindante con el absolutismo, aunque sin querer confundirse con los neocatólicos (La regeneración y La constancia), y, en realidad, un periódico “ministerial de todos los ministerios”, como expresión del poder fáctico de un régimen isabelino en donde el poder político estuvo en manos de los generales Ramón María Narváez (1800-1868) y Leopoldo O’Donell (1809-1867). Egaña, su gran artífice, que en 1846 ya había asumido la cartera de Gracia y Justicia, será en 1853 ministro de la Gobernación, siguiendo su carrera política como diputado y senador.
   La España consolidará, desde el ala conservadora, el modelo de periodismo informativo y político español que se había iniciado tras el régimen fernandino, siguiendo la estirpe anglosajona del Times. Se estabilizará en el gran formato, compuesto a cinco columnas (sus primeros números lo habían sido a seis) y con tipos diminutos. En números de cuatro páginas, con ediciones para Madrid y provincias, así como matutinas y vespertinas, dejando de aparecer los lunes y también los domingos y festivos, estructurado en secciones fijas. Comenzaba con las noticias extranjeras, después la que denomina de interior, o nacionales, oficiales (decretos, órdenes), parlamentarias, el editorial diario, artículos de fondo, otras noticias económicas, comerciales, industriales, la cotización de la Bolsa, etc. También una gaceta religiosa y otras gacetillas de asuntos varios, información y revista de espectáculos, especialmente de teatros, bibliografía, literatura, etc. Así como revistas de prensa y el ya consolidado folletín diario, en los faldones de las dos primeras páginas. Sus anuncios comerciales llegarán a ocupar completamente la cuarta plana del periódico.
   Entre su larga nómina de redactores y colaboradores estarán José Gutiérrez de Aguilar, Ceferino Suárez Bravo, José Selgas Carrasco, Eduardo González Pedroso, Eusebio Martínez Velasco, Eugenio Ochoa, Carrillo de Albornoz, etc. Muchos de ellos redactarán y colaborarán también en el violento satírico neocatólico El padre Cobos durante el bienio progresista (1854-1856). Otros pasarán posteriormente a periódicos afines al carlismo.
   Había empezado saliendo de la imprenta de Anselmo Santa Coloma y Compañía, después de otras, y por último de una propia, a cargo de F. Gamayo. Después de una veintena de años de existencia, desparecerá a causa de la Gloriosa, como otros periódicos unidos a la caída dinastía, publicando su último número el 29 de septiembre de 1868, ocupando su vacío El siglo (1868-1869).
 
   Pues bien, en su edición del 2 de septiembre de 1848, aparece en una de sus páginas (a cinco columnas) al final de la cuarta columna y comienzo de la quinta, bajo el título NOTICIAS DE FACCIONES, interesándonos la que comienza con el subtítulo "Andalucía", fechada en Huelva el 28 de agosto y recogida por el corresponsal del propio periódico, la cual transcribimos literalmente:
Página de "La España" del 2 de septiembre de 1848.
   "Muy señores míos: Después de lo manifestado a ustedes en mis anteriores, relativo a la desaparición de la insignificante partida de facciosos que se habían presentado en el pueblo de Burguillos a tres leguas de Sevilla, y después de confirmada esta noticia por los periódicos, se recibe ayer un parte del alcalde de Paterna del Campo con referencia al que le pasa el de Aznascollar, transcribiéndole otro del de Ronquillo, en que dice se sabe por uno de sus vecinos que se encontraba trabajando en una heredad a un cuarto de legua de distancia, que se le habían presentado quince hombres a caballo armados, llevando uno de los ginetes a otro hombre a la grupa de su caballo, y que habiéndole ofrecido cien reales para que dijese si se hallaba en el pueblo el señor don Francisco Linares, y no habiéndoles contestado le dieron dos golpes de palo y se retiraron hacia el Coto; con cuyo motivo uno y otros alcaldes preparaban los medios de defensa necesarios para evitar a toda costa una sorpresa de semejante canalla. En seguida de recibirse esta noticia se han reproducido los avisos de los demas pueblos y medidas de las autoridades principales con la misma exactitud y punturalidad que antes. A la hora en que escribo no hay mas novedad, sin que pueda acertadamente formar juicio sobre el objeto y clase de tal partida, aunque por la circunstancia del número y terreno de su presentación parezca probable ser la misma partida de Illanes que se suponía dispersa; de todos modos aquí ningún temor ofrece, y se penetrase en nuestro territorio es seguro que a no ganar prontamente la frontera, saldría bien escarmentada."

   Continuamos con "La Esperanza"; con el subtítulo de “Periódico monárquico”,  es la más importante cabecera de la prensa absolutista española del siglo XIX, como órgano oficioso del carlismo. Con una larga vida, nace tras ser vencidas las tropas carlistas con el “abrazo” de Vergara, el 10 de octubre de 1844, en pleno proceso de incorporación de amplios sectores ultracatólicos a la legalidad isabelina emanada de la Constitución de 1845, al ejército, a la administración y al propio Partido Moderado, en ese momento en el poder, pero sin renunciar a sus principios ideológicos como combatiente del régimen liberal y parlamentario.
   Se trata de un diario de la tarde (excepto domingos y festivos) que prácticamente se publicará sin interrupción, y desaparecerá, junto al resto de la prensa carlista y la cantonal tras el golpe de Estado del general Manuel Pavía y la nueva asunción del poder del general Francisco Serrano, con el que se finiquita el periodo revolucionario abierto el 18 de septiembre de 1868 y abre la puerta a la restauración borbónica un año después.
   En 1850 y durante casi un quinquenio, La esperanza llegará incluso a ocupar el primer puesto en la circulación de la prensa de la época, y competirá como periódico reaccionario con El católico (1840-1857), aunque éste se centre más en cuestiones religiosas. Durante el bienio progresista, La esperanza tendrá que competir como principal ariete de la extrema derecha con una publicación más fanática como La regeneración (1855-1873) y lo hará también con El pensamiento español (1860-1873). En 1857 fue, junto al demócrata La discusión (1856-), será el periódico de mayor circulación en España.
   Es un diario bien construido y escrito, en cuya primera página incluía el editorial, y daba importante espacio a las noticias, muchas de ellas sazonadas de opinión, y con secciones como la dedicada a espectáculos, no evadiéndose del folletín, generalmente traducido del francés. También era importante su publicidad comercial, que era una forma de los sectores económicos reaccionarios para sostener esta empresa periodística, especialmente la de libros religiosos.
   Fue fundado y dirigido por el clan familiar capitaneado por Pedro de la Hoz (1800?-1865), a quien Fernando VII le había otorgado dirigir la Gazeta de Madrid y la Imprenta Nacional desde 1829. Este periodista será uno de los directores de prensa encarcelados en 1852, y tales eran los ánimos en el periodismo español del XIX que De la Hoz tuvo la iniciativa de crear y presidir el primer Tribunal de la Prensa en 1860 para dirimir los duelos (lances de honor) entre los periodistas, que sólo duró dos años.
   Intervinieron muy directamente en la redacción de este diario el hijo del director, Vicente de la Hoz y de Liniers (1841-1886), y su yerno, Antonio Juan de Vildósola (1830-1893), quienes le sucederán en la empresa, y que, tras la desaparición de La esperanza, sacarán un nuevo título –La fe (1876-1891)- al comienzo de la Restauración.
   Un gran número de periodistas tradicionalistas católicos de la mitad de la centuria del diecinueve colaboraron en La esperanza, siendo uno de los más famosos de su primera época Luis del Barco, que llegó a polemizar con el propio director de la publicación, así como el militar carlista y firmante del Convenio de Vergara Mariano Godoy (-1877) y el bohemio José María Carulla. También lo serán Francisco Navarro Villoslada (1818-1895), el cardenal Antolín Monescillo y Viso (1811-1897), Juan Manuel Ortí y Lara (1826-1904) y Miguel Neyra y López.

   Pues bien, en su edición del 2 de septiembre de 1848, aparece en una de sus páginas (a cuatro columnas) al final de la tercera columna y comienzo de la cuarta, bajo el título NOTICIAS DE LAS PROVINCIAS, interesándonos la que comienza con el subtítulo "Huelva 28", y recogida del periódico La España, la cual transcribimos literalmente:
Página de "La Esperanza" del 2 de septiembre de 1848.
   "Muy señores míos: Después de lo manifestado a ustedes en mis anteriores, relativo a la desaparición de la insignificante partida de facciosos que se había presentado en el pueblo de Burguillos a tres leguas de Sevilla, y después de confirmada esta noticia por los periódicos, se recibe ayer un parte del alcalde de Paterna del Campo con referencia al que le pasa el de Aznascollar, transcribiéndole otro del de Ronquillo, en que dice se sabe por uno de sus vecinos que se encontraba trabajando en una heredad a un cuarto de legua de distancia, que se le habían presentado quince hombres a caballo armados, llevando uno de los ginetes a otro hombre a la grupa de su caballo, y que habiéndole ofrecido cien reales para que dijese si se hallaba en el pueblo el señor don Francisco Linares, y no habiéndoles contestado le dieron dos golpes de palo y se retiraron hacia el Coto; con cuyo motivo uno y otros alcaldes preparaban los medios de defensa necesarios para evitar a toda costa una sorpresa de semejante canalla. 
   En seguida de recibirse esta noticia se han reproducido los avisos de los demas pueblos y medidas de las autoridades principales con la misma exactitud y punturalidad que antes. A la hora en que escribo no hay mas novedad, sin que pueda acertadamente formar juicio sobre el objeto y clase de tal partida, aunque por la circunstancia del número y terreno de su presentación parezca probable ser la misma partida de Illanes que se suponía dispersa; de todos modos aquí ningún temor ofrece, y se penetrase en nuestro territorio es seguro que a no ganar prontamente la frontera, saldría bien escarmentada."

   Seguimos con "El Clamor Público", periódico progresista fundado en 1844 por Fernando Corradi, era de carácter agresivo y polemista, muy enfrentado a los gobiernos moderados. Cuando el progresismo alcanzó el poder, en 1854,decayó la influencia de este periódico, que pasó a órgano de la Unión Liberal, y su lugar lo ocuparía Las Novedades.
En contraste con la prensa posterior de finales de siglo, los periódicos de mediada la centuria son poco vistosos y sacan escaso juego de la tipografía. Sus noticias son fundamentalmente políticas, buscando la “formación” frente a la “información”, no hay demasiados anuncios y el folletín ocupa un lugar destacado en la parte inferior.

   Pues bien, en su edición del 3 de septiembre de 1848, aparece en una de sus páginas (a cinco columnas) al comienzo de la tercera columna, bajo el título CRÓNICA DE PROVINCIAS, interesándonos la que comienza con el subtítulo "Bandidos o Cotrabandistas", y recogida del periódico "El Independiente" de Sevilla, la cual transcribimos literalmente:
Página de "El Clamor Público" del 3 de septiembre de 1848.
   "Dice El Independiente de la misma ciudad.
   Parece que en el terreno de Burguillos, apareció estos días una partida de 15 hombres armados, que según las apariencias eran contrabandistas descaminados, ó ladrones que habrán dirigido el rumbo hacia otra parte."

   Finalmente "El Heraldo"; se trata del diario conservador más representativo de la década moderada (1844-1854), que nace en junio de 1842 bajo la dirección de Luis José Sartorius, que después se convertirá en el primer conde de San Luis. Será puesto a servicio del general Narváez y contra el partido progresista del general Espartero, que en ese momento está ocupando la regencia (1840-1843), tras haber dado fin a la primera guerra carlista. Como órgano del partido moderado, será continuador de El español y de El correo nacional, que habían sido dirigidos por un liberal como Andrés Borrego, cuyos redactores pasan al nuevo periódico, que nace bajo el subtítulo de “político, religiosos, literario e industrial”. Junto a su monarquismo constitucional, será defensor de la iglesia y de la religión católica contra los ataques de los progresistas y demócratas, como aglutinador del conservadurismo más puro, atrayente incluso para algunos sectores del carlismo.
   Tendrá un eminente carácter político y polémico con la prensa esparterista y progresista (El eco del comercio y El clamor público, principalmente), y especialmente se mostrará extremadamente combativo en 1848 frente a los acontecimientos de París al tiempo que Narváez asume poderes dictatoriales. Sus editoriales encabezados bajo el título del mismo periódico serán escritos por Sartorius, o influidos por este cuando llega a ocupar el ministerio en la última etapa de la década moderada. Su redacción la integran José Ignacio Escobar, Antonio Ríos Rosas, Fernando Cos-Gayón, Tomás García Luna y Baltasar Anduaga.  J. Rebollo empezará siendo su editor-responsable, y por último lo será Mariano de la Torre. Al principio será estampado en su propia imprenta, y en sus páginas Juan Donoso Cortés escribirá sus “Cartas desde París”. Su índice se puede hallar en Veinticuatro diarios (1968).
   En su afán por ostentar la primacía de la prensa sustentadora del gobierno moderado, absolverá a El corresponsal (1839-1844) y a El globo (1845), y después encontrará nueva competencia en sus propias filas, cuando su redactor-jefe, Diego Coello y Quesada, pasa a dirigir un nuevo periódico conservador -El faro (1847-1848)-, siendo sustituido por José María de Mora, pero sobre todo al aparecer, en 1849, El país y La época, antes de desaparecer al no poder superar la nueva etapa iniciada por el bienio progresista (1854-1856).
   Primero será vespertino y después matutino, al ir ocupando los espacios de los periódicos que irá absorbiendo, y su estructura será la del diario típico de la prensa de noticias del diecinueve, con ediciones para provincias y para Madrid. Con fondos de política y crónicas y correspondencia de provincias y del extranjero (Londres, París, Bayona, Gibraltar, Lisboa o ultramar), parlamentaria y gubernamental, revista de prensa, crítica literaria, información religiosa, de espectáculos (teatro y toros, principalmente), gacetillas locales, artículos de modas, precios de los productos de consumo, bolsa de Madrid y mercados extranjeros, folletín (principalmente traducciones francesas) y anuncios comerciales.

   Pues bien, en su edición del 3 de septiembre de 1848, aparece en una de sus páginas (a cinco columnas) a la mitad de la primera columna, bajo el título CORREO DE PROVINCIAS, interesándonos la que hemos remarcado en amarillo y que transcribimos literalmente:
Página de "El Heraldo" del 3 de septiembre de 1848.
   "Según dice el Independiente de Sevilla, parece que en el terreno de Burguillos apareció estos días una partida de 15 hombres armados, que según las apariencias, eran contrabandistas descaminados, ó ladrones, que habrán dirigido el rumbo hacia otra parte."

   Leyendo esta noticia publicado por estos cuatro periódicos entendemos que una "partida" de bandoleros o ladrones pasaron por nuestro pueblo a finales de agosto de 1848, y no sabemos que consecuencias tuvo para nuestro pueblo. Eso sí seguiremos investigando y buscaremos en "El Independiente" de Sevilla y así aclarar algo más este asunto.

lunes, 27 de noviembre de 2017

Bibliografía: Capítulo X "Hechicerías y supersticiones" del libro "El Señorío de Burguillos (Sevilla); una aproximación a su historia" de Francisco Rodríguez Hernández, de 1999.

   Mostramos en Historia de Burguillos el capítulo X del libro "El señorío de Burguillos (Sevilla); una aproximación a su historia", de Francisco Rodríguez Hernández, editado por el Ayuntamiento de Burguillos y la colaboración de la Diputación de Sevilla en 1999, y que trata sobre Hechicerías y supersticiones, ocupando las páginas 47 a la 50 de dicha monografía y que pasamos a transcribir íntegramente:
Pág. 47 del libro "El Señorío de Burguillos (Sevilla); una aproximación a su historia".
Hechicerías y supersticiones
   Desde la más remota antigüedad, los pueblos del orbe han adecuado su conducta, a una serie de creencias y costumbres, que han estado generadas por la superstición popular imperante en cada época. Siempre hubo algo sobrenatural en qué creer, por lo que la mentalidad humana, esclavizada por estos condicionamientos, no puede liberarse de precisar en todo momento, de alguien a quién culpar de sus desgracias, o de agradecer su buena estrella.
   En los siglos XVI y XVII, por ejemplo, el grado de credulidad en estas extrañas y oscuras presencias, estaba tan exacerbado, que hoy sorprende su extensión y arraigo.
   Es posible que sus más remotos antecedentes, se hallen en la paganía lejana, que en el devenir de los tiempos, incidía de manera infalible, en poblaciones de naturaleza primaria, moldeadas por la incultura.
   No obstante su origen popular, otras clases sociales superiores, incluso la realeza, quedaron también atrapadas en estas tupidas mallas.
   Hay que añadir que en Andalucía, la ausencia de alfabetización, convertía a la inmensa mayoría del pueblo, en una masa iletrada, sin capacidad de crítica, y sujeta por lo tanto, a toda clase de imposiciones, que tenían su origen, en los intereses de la clase dominante.
   El demonio, por ejemplo, era sujeto presente en todo tipo de acontecimiento de naturaleza adversa.
   Cuando había temporal, que originaba granizos y lluvias torrenciales, sobre las nubes más negras, se veían cabalgando algunos diablos. Así se asegura en escritos de la época.
   Los poderes que se atribuían al demonio, eran infinitos, que la ingenua credulidad de la gente admitía sin la menor duda.
   Aquellas personas que tenían la desgracia de albergar en sus cuerpos, a tan molesto e incómodo huésped, quedaban en la imperiosa necesidad de recibir de inmediato, los servicios del exorcista, para que procediera al lanzamiento de rigor, utilizando para ello, las complicadas fórmulas que es de ritual en estos casos.
   El enfrentamiento con el diablo era muy arriesgado, y resulta de todo punto conveniente no olvidar que dominaba a la perfección, todas las lenguas que se hablaban en la tierra, así como las muertas. También era un experto médico y filósofo, y no existía ningún saber que le fuera ajeno.
   En los exorcismos, y para conjurar al demonio, que ocupaba un cuerpo, a que lo abandonase, el sacerdote  especializado  empleaba  "antífonas, jaculatorias, usuales  en el  ritual  romano, oraciones
Pág. 48 del libro "El Señorío de Burguillos (Sevilla); una aproximación a su historia".
que no lo son menos; la dominical, el avemaría, el credo y la letanía de los santos, salmos del salterio, trozos del evangelio, como los que se dicen en la misa cotidiana, impetraciones especiales al omnipotente, y por último, conminaciones al demonio, para que obedezca las órdenes que le da Dios, por boca del sacerdote oficiante. Todo esto lo recoge el duque de Maura, en su obra Supersticiones". - Calleja. - Madrid. - procedente a su vez, del Manual del padre Benito Remigio Noydens (1668).
   Y añade dicho padre textualmente:
   Aquí procure el exorcista, saber el nombre del demonio y de sus cómplices y compañeros; la causa por qué entraron, etc., obligándoles  con duras amenazas y oprobios.
   Las causas de esta medida, las da el propio moralista:
   Cuando el demonio, obligado por los conjuros, diga su nombre, ha de procurar el exorcista, saber su significación, o por mejor decir, el vicio o pecado a que asiste, para poder aplicar el remedio con la virtud contraria.
   Algunas veces se llama al demonio Belial, que quiere decir sin yugo, o sin señor ni amo, porque todas sus ansias se encaminan a querer ser libre. Algunas veces se llama Belcebú, que significa vir muscarum, esto es, de las almas que pecaron, Otras veces se llama Satanás, esto es, adversario. Otras se llama Beheinios, que quiere decir bestia. Otras veces Asmodens, demonio de fornicación. Otras se llama Liviatán, demonio de la soberbia. Otras Maumón, que es demonio de la avaricia. El nombre de Doemón, significa sanguinis sitiens, porque tiene sed de sangre y procura con anhelo los pecados. El nombre de Diábolus, se deriva de día y bolus, esto es, dos bocados, porque se come dos dos bocados del hombre, cuerpo y alma.
   El moralista pone un solo ejemplo:
   Si un demonio dice que su nombre es Belial, que como se ha dicho es demonio sin carga, holgazán y amigo de su libertad, podía el exorcista poner en los hombros del endemoniado un crucifijo, para que le sirva de yugo, y amenazarle que no lo ha de quitar, hasta que dé palabra, de ir a buscar su libertad.
   Noydens, recomienda asimismo, que se bendiga un poco de lumbre y azufre, para quemar la figura y el nombre del demonio, escrito en papel bendito.
   Como se ve, el príncipe de las tinieblas, participaba en toda clase de intrigas.
   Los casos que se cuentan y los procedimientos que se empleaban, son infinitos, pero basta con lo escrito para comprender cual era el marco de las supersticiones en esos siglos.
   No se crea que la acción infernal era monopolio exclusivo del demonio. Otros elementos distorsionadores de la paz interior de cada cual, también terciaban, echando su cuarto a espada en los momentos más inoportunos; tal sucede con los hechiceros y brujos, maestros reconocidos en el manejo de útiles tan eficaces  como espejos maléficos, estatuillas atravesadas de alfileres, y potingues
Pág. 49 del libro "El Señorío de Burguillos (Sevilla); una aproximación a su historia".
variados cuyas fórmulas, con solo leerlas mueven al vómito, así como otras artes impregnadas de truculencias, con que se afligían a las víctimas escogidas, envolviéndolas en la maldición de un hechizo. En esta actividad destacaron brujas famosas, como por ejemplo; las Camachas, y otras muchas, que cayeron en manos de la Inquisición y terminaron en la hoguera.
   Cualquiera que pretendiera hacer algún mal siniestro a un niño, no tenía más que "untarse los hombros, en medio de los brazos, y en sus coyunturas, con ungüento hecho de culebras, unto de caballo, tela de niño muerto, corteza de noguera y cera para cuajarlo". Seguidamente se dan palmadas con las manos y se llama tres veces al demonio, diciendo:
Ven, ven Lucifer.
Ven, ven Belcebú.
   A este conjuro, se aparece el requerido en forma de hombre negro, de ojos bermejos y encendidos como fuego, con voz ronca, quién confiere facultad al solicitante, para salir de estampía a la velocidad de su escoba, para llevar a cabo su infame felonía.
   También resulta eficaz, decir tres veces el conjuro:
De viga en viga,
Con la ira de Dios
Y Santa María.
   Con ello se obtenían idénticos resultados que con el anterior conjuro, (sigo textos que reproduce el duque de Maura, obtenidos de Ciruelo, Navarro y Thiers, así como extractos del libro de Cirac).
   Los procesos inquisitoriales -insisto- sobre este tema, que se custodian en los archivos, son infinitos.
   Como se ha dicho, la realeza no quedaba excluida de esta danza macabra, y el infeliz Carlos II, último monarca de la Casa de Austria, tuvo que soportar el acoso constante de todo tipo de pruebas, que le fueron practicadas para intentar liberarlo de sus molestas tribulaciones demoníacas. Primero se le consideró un endemoniado, y como a tal, se le aplicaron los remedios al uso, que por lo que se sabe, no dieron el resultado que se esperaba, en vista de los cual y dada la urgencia, por la calidad del personaje, se recurrió a un acreditado especialista en la materia con fama de eficacia en sus intervenciones; me estoy refiriendo a Fray Mauro Tenda, quien después de un minucioso estudio de la situación, llegó a la conclusión, de que el Rey estaba hechizado. Todo lo cual se dedujo del descubrimiento de un saquito abultado que llevaba siempre sobre el pecho y que al acostarse, ponía siempre debajo de la almohada.
   Resultó contener, según dos frailes, únicos que lo vieron, todas las cosas que se suelen emplear en los hechizos: cáscaras de huevos, uñas de los pies, cabellos, y otras por el estilo.
   Al cabo de un mes de serle aplicados numerosos exorcismos, Fray Mauro Tenda, declaró que tenía completamente dominado al demonio, y en disposición de lanzar el maleficio cuando conviniera, con solo hacer el Rey, confesión general.
Pág. 50 del libro "El Señorío de Burguillos (Sevilla); una aproximación a su historia".
   El cual, harto tal vez, de soportar todo tipo de experimentos para ayudarle en su desgracia, no le quedó más salida, como recurso supremo, que morirse, para verse por fin libre del cerco de supersticiones que lo envolvían, así como también de los aprovechados de que estaba rodeado.
   De los médicos en general nada se podía esperar, por lo limitado de sus conocimientos. Hay que admitir que incluso en muchos casos, su intervención aceleraba la muerte del paciente; la purga y la sangría eran los remedios que prescribían con más frecuencia, y que en tantas ocasiones resultaron fatales para el pobre enfermo.
   La gente, llena de ignorancia y presa del miedo, creía y recurría con más fe a toda clase de curanderos, saludadores y astrólogos. Esta última era tenida por una ciencia infalible, hasta el punto de que en el año 1571, las cortes de Castilla, solicitaron que nadie pudiera ser médico, sin tener previamente el título de bachiller en astrología.
   Se creía como ciencia probada, en la influencia y generación de enfermedades y su evolución, en uno u otro sentido, en los eclipses, conjunción de los astros, movimientos planetarios, alteraciones del aire, etc.
   Casarse en miércoles traía mala suerte, así como en los meses de mayo y agosto.
   Si una embarazada veía revestirse al sacerdote, y ceñirse el cíngulo al alba, nacería su hijo con el cordón umbilical arrollado al cuello, y moriría asfixiado.
   Pongamos con esto punto final, pues hay materia sobrada, para contar y nunca acabar. Sépase, que en este aluvión de temores disparatados, vivían los pueblos en los siglos que comentamos, y aún posteriores, hasta el punto de que no se ha agotado del todo la superstición y creencia en tantas banalidades, hijas del profundo miedo en que se vivía. Todavía, en numerosos lugares de la geografía nacional, la consulta del curandero, se ve muy concurrida.

lunes, 20 de noviembre de 2017

Bibliografía: La calle Burguillos en Málaga, en la "Enciclopedia del callejero malagueño", de Domingo Mérida, editado en 2008.

   Mostramos en Historia de Burguillos, la referencia que se hace a nuestro pueblo en la "Enciclopedia del Callejero Malagueño", de Domingo Mérida en 2008, siendo una edición corregida y ampliada del libro "3.900 calles" del mismo autor, editada por el Área de Cultura del Ayuntamiento de Málaga en 2008, en un ejemplar facilitado por la Biblioteca Pública Provincial "Infanta Elena".
Portada de "Enciclopedia del callejero malagueño" de Domingo Mérida.
   Así encontramos la referencia a la calle Burguillos, en la página 127 de dicha publicación y que pasamos a transcribir íntegramente:
Pág. 127 de la "Enciclopedia del callejero malagueño" de Domingo Mérida.
"BURGUILLOS. MALTESA - LORENZO VALLA * PUERTO DE LA TORRE. Villa y municipio de la provincia de Sevilla. 1.600 habitantes.".
   Realmente la formación es escasa y errónea en un dato, puesto que nos adjudica en 2008 (año de la edición del libro) una población muy por debajo de la real, ya que en esas fechas casi se llegaban a los 5000 habitantes. Indica que la calle Burguillos va de la calle Maltesa a la calle Lorenzo Valla y pertenece al barrio malagueño del Puerto de la Torre, aunque lo más importante de la publicación es que certifica que dicha calle (desde el punto de vista urbanístico, y como definición, aparece perfectamente delimitada en la población histórica y en los sectores urbanos donde predomina la edificación compacta o en manzana, y constituye el espacio libre, de tránsito, cuya linealidad queda marcada por las fachadas de las edificaciones colindantes entre si. En cambio, en los sectores de periferia donde predomina la edificación abierta, constituida por bloques exentos, la calle, como ámbito lineal de relación, se pierde, y el espacio jurídicamente público y el de carácter privado se confunden en términos físicos y planimétricos) fue rotulada con el nombre de nuestro pueblo, hecho singular, pues hasta la fecha todas las calles dedicadas a nuestro pueblo se circunscriben a las poblaciones cercanas a nuestro pueblo y a la capital provincial.

lunes, 13 de noviembre de 2017

Geografía: El Paraje Burguillos en Monreal del Llano (Cuenca - Castilla-La Mancha)

   Mostramos en Historia de Burguillos una pequeña reseña del Paraje Burguillos, un lugar que lleva también lleva el nombre de nuestro pueblo (aunque no sabemos ni el motivo ni siquiera si está relacionado con nuestro pueblo o con otro de los municipios que llevan nuestro mismo topónimo) enclavado en el término municipal de Monreal del Llano (Cuenca), a 2 kms. del centro urbano, y al que se llega por la carretera CUV-3011 en dirección a la ctra. N-420 (entre Mota del Cuervo y Belmonte), y a 455 km. de nuestro pueblo. Señalar que todas las imágenes provienen del Instituto Geográfico Nacional y Google Maps.
Mapa de la situación del Paraje Burguillos, de Monreal del Llano (Cuenca) y cercano a Belmonte.
   El Paraje Burguillos se encuentra a 720 m de altura y es una suerte de tierra del término municipal de Monreal del Llano, pequeña población de la provincia de Cuenca de apenas 70 habitantes, muy cercana a Belmonte, población de mayor entidad. Poco o nada podemos decir de este enclave, salvo el orgullo para los burguilleros de que este lugar lleve el nombre de nuestro topónimo.
Fotografía aérea de la situación del Paraje Burguillos, de Monreal del Llano (Cuenca) y cercano a Belmonte.

lunes, 6 de noviembre de 2017

Hemeroteca: Tasación para la venta del Convento de Sancti Spiritus de Burguillos, en la "Gaceta de Madrid" de 13 de julio de 1836.

   Mostramos en "Historia de Burguillos" la noticia recogida en la "Gaceta de Madrid", editado  en Madrid, por la Imprenta Real el 13 de julio de 1836 y que se encuentra en el Archivo del Boletín Oficial del Estado, del cual es el antecedente, de ahí que sea el órgano oficial del Estado. 
 
   Fue una publicación periódica oficial editada en Madrid desde 1697 hasta 1936 en la que fue sustituida en la práctica por el denominado Boletín Oficial del Estado. La Gaceta, en el momento de su nacimiento, estaba dirigida y administrada desde la iniciativa privada. Esta circunstancia varía por completo durante el reinado de Carlos III, quien, en 1762, decide otorgar a la Corona el privilegio de imprimir La Gaceta. De esta forma, la publicación pasa a convertirse en un medio de información oficial que refleja los criterios y decisiones del Gobierno.
   Posteriormente, por la Real Orden circular del Gobierno dirigida á todas las autoridades del reino de 22 de septiembre de 1836, se establece que los decretos, órdenes e instrucciones que dicte el Gobierno se considerarán de obligación desde el momento en que sean publicados en La Gaceta. De este modo, La Gaceta pasaba a convertirse en un órgano de expresión legislativa y reglamentaria, característica que conservará hasta la actualidad.
   En cuanto a la estructura de La Gaceta, es en 1886 cuando se establece que la publicación sólo contendrá documentos de interés general (leyes, decretos, sentencias de tribunales, contratos de la Administración Pública, anuncios oficiales, entre otros); asimismo se establece un orden de preferencia en la publicación de las disposiciones que atiende a criterios de urgencia y un orden de prioridad de la inserción de documentos: Leyes, Reales Decretos, Reales Órdenes. Por último, se prescribe que, dentro de cada sección, el orden de publicación ha de ser el de antigüedad de los Ministerios, siempre tras la Presidencia del Consejo de Ministros. Toda esta estructura será perfilada por una Real Orden de 6 de junio de 1909.
   Por lo que se refiere a la denominación, previamente había recibido nombres como Gazeta nueva de los sucesos políticos y militares (1661-1662), Gaceta ordinaria de Madrid (1667-1680) o Nuevas ordinarias de los sucesos del Norte (1683-1697). En 1697 empezó a publicarse como Gaceta de Madrid, nombre que mantendría, con transitorios cambios de denominación, hasta entrado el siglo XX. Es importante resaltar que en determinados momentos históricos convivieron, al mismo tiempo, varios diarios oficiales con denominaciones distintas.
   En 1936, tras el estallido de la guerra civil, adoptó el título Gaceta de la República: Diario Oficial en noviembre de dicho año. Esta publicación sería sustituida tras el fin del conflicto por el Boletín Oficial del Estado, que se había empezado a publicar el 2 de octubre en la zona sublevada tras una etapa previa bajo el título Boletín Oficial de la Junta de Defensa Nacional.
Pág. 1 de La "Gaceta de Madrid" de 13 de julio de 1836.
   Pues bien, en su página 1, se inicia una noticia que pasamos a transcribir literalmente:
   "Relacion número 54 de las fincas nacionales designadas para su tasación á virtud de la facultad que al efecto concede el artículo 4º del Real decreto de 19 de Febrero último á cualquier español o extrangero."
   Le sigue un esquema con la lista de las 54 fincas incluidas en dicha relación (57 en la página 1, y 13 en la página 2), de la que nos interesa la número 26 de la lista, y que pasamos a transcribir literalmente (entre paréntesis el título de la relación):
   (NÚMEROS CORRELATIVOS DE LAS FINCAS DESIGNADAS): 2363
   (CLASE Y SITUACIÓN DE LAS FINCAS): El convento arruinado y manantial que lo surte de agua
   (CORPORACIÓN Á QUE PERTENECIAN): Sancti Spiritus
   (PUEBLO Y PROVINCIA DONDE RADICAN): Término de Burguillos.  Sevilla
Pág. 2 de La "Gaceta de Madrid" de 13 de julio de 1836.
   Este documento señala al Convento de Sancti Spiritus del Monte, perteneciente a la Orden Tercera de San Francisco que hubo en en el término de nuestro pueblo, puesto a la venta con la Desamortización de Mendizábal (Real Decreto de 19 de febrero de 1836, en el que se declara la venta de Bienes del Clero, según unas circunstancias) a la que se alude en el inicio de la noticia, mencionando expresamente el artículo 4º de ese Real Decreto, que dice lo siguiente:
   "Art. 4º Cualquiera español ó extrangero tendrá facultad para pedir por escrito al intendente de la provincia que disponga la tasación de la finca ó fincas que designare entre las que todavía no hubieren sido tasadas, ni comprendidas por lo tanto en las listas publicadas para proceder á las subastas."
   Señalar que ya por aquella fecha de 1836 el convento estaba abandonado y parte de sus bienes patrimoniales (como por ejemplo el Santísimo Cristo del Voto y María Santísima del Valle) habían pasado en 1811 a la iglesia parroquial de San Cristóbal, pero esto ya se comentará con detenimiento en otras entradas.

lunes, 30 de octubre de 2017

Bibliografía: Capítulo IX "La Esclavitud" del libro "El Señorío de Burguillos (Sevilla); una aproximación a su historia" de Francisco Rodríguez Hernández, de 1999.

   Mostramos en Historia de Burguillos el capítulo IX del libro "El señorío de Burguillos (Sevilla); una aproximación a su historia", de Francisco Rodríguez Hernández, editado por el Ayuntamiento de Burguillos y la colaboración de la Diputación de Sevilla en 1999, y que trata sobre La Esclavitud, ocupando las páginas 41 a la 45 de dicha monografía y que pasamos a transcribir íntegramente:
Pág. 41 de "El Señorío de Burguillos (Sevilla); una aproximación a su historia".
La Esclavitud
   Los archivos parroquiales, constituyen una valiosa fuente de información, en relación con la esclavitud, en la Sevilla de los siglos XVI y XVII. Por desgracia, en la mayoría de las iglesias, los libros existentes, se inician en una fechas que sobrepasan el primer tercio del XVI. Hay también otros archivos que aportan datos interesantes. Contamos asimismo, con noticias valiosas que nos suministran prestigiosos investigadores; a saber:
   Se calcula que por cada diecisiete sevillanos había, en la segunda mitad del siglo XVI, un esclavo, ya que en el censo de 1565, que arroja unos 109.015 habitantes, señala la presencia de 6.327 esclavos; es decir, el 6 por 100 de la población. (Francisco Morales Padrón. La Ciudad del Quinientos, pág. 103.)
   [...] es en la segunda mitad de esta centuria [el XVI] cuando Sevilla recibe el mayor número de esclavos de su historia. (A. Domínguez Ortiz, La Esclavitud en Castilla, durante la Edad Moderna).
   Así en San Vicente, las partidas mencionan tres moriscos, seis indios, diecinueve negros y un blanco. En San Miguel, aparecen cinco negros y cuatro indios. En San Andrés, por estos años se registran cuatro indias, un morisco y ocho negros.- En San Pedro, son cuatro los musulmanes, cuatro indios y quince negros los bautizados. En Santa María la Blanca, el párroco anota un indio, una morisca y siete negros. Finalmente en la Magdalena, se menciona veintiséis indios, treinta y un negros y dos musulmanes procedentes de Túnez. (Alfonso Franco Silva, La Esclavitud en Sevilla, entre 1526 y 1550).
   Eran lugares de subasta, las Gradas, y en algún tiempo el Patio de los Naranjos, aunque también podía adquirirse por gestión directa entre las partes y sin intermediarios, si bien la operación se cerraba, otorgando escritura pública ante escribano y testigos.
   Había una variada procedencia, pero principalmente era de África -moros y negros-, también había canarios y americanos. Los dueños estaban obligados a bautizarlos, pero este trámite no siempre se cumplía.
   Como esta realidad era una práctica constante en la vida cotidiana de entonces, en la Villa de Burguillos, que con tanto interés vengo estudiando, existieron también personas de ambos sexos, sujetas a esta condición. Veamos la siguiente muestra que nos suministra el libro primero de bautismo, en su página 18 vuelta, de su archivo parroquial:
   En veinte y dos días del mes de enero de mill y seiscientos y vetº y dos años, yo el el bachiller Alexo Ortiz Calderón, cura desta Villa de Burguillos, baptizé a Inés, hija de Manuel y Isabel, esclavos negros  de  Luis Domínguez de Medina, fue su padrino Miz. Domínguez, escribano desta dicha Villa, 
Pág. 42 de "El Señorío de Burguillos (Sevilla); una aproximación a su historia".
avisele el parentesco spiritual que contraía, de que doy fe, y lo firmé fecha ut supra. Firmado y rubricado.
   La partida anterior a esta, es asimismo, de esclava e hija de padres infieles, y aunque hay algunas más de esta naturaleza, prescindo de su inclusión, para centrar la atención en una escritura, que encontré en el archivo de protocolos de Sevilla. Es de 1724, y dada la calidad de las personas que intervienen, creo que será de interés su conocimiento. Hago la transcripción descifrando abreviaturas y modernizando la ortografía, para facilitar su lectura, e incluyo fotocopia del original; dice así:
   Valga para el Reinado de Su Majestad Don Luis Primero.
   Sépase por esta carta de venta vieren, cómo yo don José Bernardo de Quirós y Torices, Señor de esta Villa de Burguillos, y vecino de la ciudad de Sevilla, en la Parroquia del Sr. San Bartolomé, y estante al otorgamiento de esta, en dicha mi Villa, otorgo que vendo, y doy en venta real a don Eugenio del Oro y Salazar, mayordomo de la aceña que está en el río de jurisdicción de Alcalá del Río, un moro esclavo que yo tengo llamado Alid, de edad como de cincuenta años, colo trigueño oscuro, de buena proporción el cuerpo, con una nube en cada ojo, la una más pequeña que la otra, cuyo moro, me lo remitió y envió mi primo el Marqués de Monreal, Mariscal de Campo de los ejércitos de Su Majestad, Comandante del Campo de Gibraltar; donde fue cautivo dicho moro, el que no ha cometido delito, criminal ni otro alguno, por donde merezca pena ni castigo corporal alguno, sano de toda enfermedad pública y secreta, de mal corazón, bubas, no ladrón no borracho, y caso que tenga alguno, además del defecto de los ojos, se lo vendo al susodicho don Eugenio, por haberlo bien visto, y en precio y cantidad de Doscientos Reales de moneda de vellón, los que he recibido en dicha moneda, de la cual me doy por contento, satisfecha y entregado, sobre que renuncio las leyes de la non numerata pecunia, leyes de la entrega y prueba del recibo, como en cada una de ellas se expresa, y declaro que es el justo precio y valor del dicho moro, y si mereciera y tuviera más valor en cualquiera cantidad que sea y demasía que pueda haber; le hago de ella, al dicho don Eugenio, donación pura, perfecta y acabada, que el derecho llama inter Vivos, y renuncio la ley del ordenamiento real y el remedio de los cuatro años del engaño, y demás leyes que con ella concuerdan, y desde ahora en adelante para siempre me desapodero y desisto del derecho de posesión y señorío que tengo en el dicho mi esclavo y me pertenece, todo lo cedo y traspaso, y renuncio en el dicho comprador y en quién su derecho representare, para que sea suyo y sujeto a sus órdenes y mandatos, y como tal, él lo tenga, venda y disponga a toda su voluntad y se lo entrego delante de testigos, y así lo declaro ante el presente escribano, a cuya declaración doy fe, y asimismo esta escritura que le será cierta y segura dicha venta, y sobre ello no le saldrá ni tendrá embarazo alguno, y en caso de haberlo, siembre saldré a la voz y defensa hasta dejar al dicho don Eugenio, en quieta y pacífica posesión. Pero le hago dicho venta, con las faltas y tachas que tenga ahora y tuviere en adelante, pues se lo tengo dado por algunos días y lo ha experimentado, con lo cual no me lo ha de poder volver por ningún motivo, título, causa ni razón que tenga, porque ninguna le ha de valer, en juicio ni fuera de él, a cuya seguridad  firmeza de esta venta, obligo mis bienes y ventas habidos y por  haber; y  a  ello  doy  poder  cumplido  a  los  Jueces  y  Justicias  de  Su  Majestad, para que me
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compelan y apremien por todo rigor de derecho, vía ejecutiva y como sentencia pasada en cosa juzgada. Renuncio a todas las leyes, fueros y derechos de mi favor; y la que prohibe la General del derecho en forma, que en fecha la carta en esta Villa de Burguillos, en once de septiembre de mil setecientos veinticuatro años, y al dicho señor otorgante a quién doy fe, yo el Notario apostólico y escribano del Cabildo de esta Villa, que conozco la firma, a que fueron testigos Andrés Moreno y don Matías del Cerro, vecinos de Sevilla, y estantes al presente en esta Villa. 
   =testado=de regalo=no vale=enmendado=mariscal de campo=va entre renglones=de los ejercitos de Su Majestad, Vale=entre renglones=de Sevilla, Vale.
   Las firmas están ilegibles, y por conocerlas de otros documentos, veo en la izquierda, la del señor de la Villa don José Bernardo de Quirós. La de la derecha y arriba, parece que es la del testigo Matías del Cerro, y abajo, aunque con dificultad, se lee la antefirma de ritual del notario ante mi, que es sin duda, Diego Daza de la Barrera y Peña, que atendió el oficio de la Villa de Burguillos, desde 1721 a 1729, y del que poseo otras escrituras de idéntica caligrafía, donde consta su nombre con claridad.
   Tres deducciones vamos a extraer de esta, sin duda, interesante lectura; aún a costa de haber aguantado con paciencia, la enrevesada y reiterativa prosa escribanil, pero así se expresaban en aquellos tiempos, y aunque en la mayoría de los casos, acorto el documento y me ciño a lo esencial, en este caso concreto, creo que ha valido la pena incluirlo íntegro, para que se vea todo lo que había que decir, para llevar a cabo la venta de un esclavo en doscientos reales.
   La primera es que en la actualidad, y con la mentalidad de hoy, no debemos juzgar con temeridad, la costumbre de antaño de poseer esclavo, se si disponía de los medios económicos para adquirirlo. Era una sociedad acostumbrada, y no quedaba fuera de esta práctica ningún sector de la misma.
    En estos tiempos, y con una sensibilidad más hipócrita, se ha eliminado del lenguaje común, la palabra esclavo, pero las condiciones de vida infrahumana y de extrema marginación, en que viven extensos sectores de la sociedad actual, está a la vida de todos.
   La segunda es la calidad del vendedor, dueño y señor de la Villa de Burguillos, don José Bernardo de Quirós y Torices, de quién me he ocupado otras veces, por ser persona muy visible, en todo tipo de acontecimiento, en el periodo de tiempo en que le tocó vivir. No me consta la fecha de su muerte, pero el 15 de noviembre de 1738, ya era difunto, pues en una escritura de esta fecha, su viuda, doña Ana María Clarebout Eslava y Tello, concede en arrendamiento la finca del término de Burguillos, la Represa, y firma como apoderada de su hijo Melchor Bernardo de Quirós y Clarebout, nuevo señor y dueño de la Villa.
   Y la tercera es comprobar, que del marquesado de Monreal, era titular un primo del citado don José B. de Quirós, título que años después, o sea, en 1788, lo poseía el entonces señor de la Villa, don Joaquín Bernardo de Quirós y Álvarez de Bohórquez, como queda consignado en otro lugar.