Cada lunes una nueva entrada con una noticia sobre Historia, Arte, Geografía, Bibliografía, Patrimonio, Fotografía, Hemeroteca, ... de nuestro pueblo: BURGUILLOS

Historia, Patrimonio, Arte, Bibliografía, Hemeroteca, ... sobre nuestro pueblo: BURGUILLOS

lunes, 30 de marzo de 2020

Callejero de Burguillos: La calle Blas Infante.

   Mostramos imágenes (realizadas por Google Maps en junio de 2011) de la calle Blas Infante, en Burguillos.
Rótulo de la calle Blas Infante.
   La calle (desde el punto de vista urbanístico, y como definición, aparece perfectamente delimitada en la población histórica y en los sectores urbanos donde predomina la edificación compacta o en manzana, y constituye el espacio libre, de tránsito, cuya linealidad queda marcada por las fachadas de las edificaciones colindantes entre si. En cambio, en los sectores de periferia donde predomina la edificación abierta, constituida por bloques exentos, la calle, como ámbito lineal de relación, se pierde, y el espacio jurídicamente público y el de carácter privado se confunden en términos físicos y planimétricos) está dedicada a Blas Infante, político andaluz.
Callejero oficial del Ayto. de Burguillos con situación de la c/ Blas Infante.
   Blas Miguel de los Santos Infante Pérez nació el 5 de julio de 1885 en el pueblo malagueño de Casares, hijo de Luis Infante Andrade y de Ginesa Pérez Romo, en el seno de una familia labradora. Con once años se trasladó a Archidona para estudiar en el colegio de los escolapios como alumno interno; logró el grado de bachiller en el instituto Nuestra Señora de la Victoria de Málaga en 1902. Debido a la precaria situación económica de su familia, entró a trabajar en el Juzgado de su pueblo. En 1904 se matriculó en la Facultad de Derecho de Granada, donde, estudiando por libre, se licenció en octubre de 1906. En 1910, tras ganar las oposiciones a notarías, ejerció de notario de Cantillana (Sevilla).
Mapa de Burguillos con situación de la c/ Blas Infante.
   Su biógrafo Ortiz de Lanzagorta destaca la influencia que tuvo para Blas Infante su encuentro con Granada, donde afloró su sensibilidad andaluza, conectó con las corrientes regeneracionistas, conoció el krausismo y el anarquismo y descubrió la “comunión de lo personal y lo colectivo”. Allí se convirtió en un lector atento a los temas más variados y, sobre todo, a la historia andaluza; en Granada se encontró con uno de los componentes de su futuro andalucismo: la cultura de al-Andalus.
   Su pensamiento se alimentó, fundamentalmente, de tres ingredientes: el krausismo, el costismo y el federalismo.
Fotografía aérea de la c/ Blas Infante, de Burguillos.
   En primer lugar, la influencia krausista se hizo presente en su talante “organicista”, pues veía la nación como un organismo suprarregional, compuesto de una serie de partes vivas —las regiones— que se articulan armónicamente. En segundo lugar, la influencia de Joaquín Costa, muy en particular de su Colectivismo agrario, se tradujo en su preocupación por el problema de la tierra, especialmente duro en Andalucía. Además, tomó de Costa multitud de proyectos que quedaron expuestos en su Ideal andaluz de 1915, como el fenómeno de las clases medias campesinas, la restitución del patrimonio municipal, la defensa de las leyes naturales de la producción, etc. Por último, la herencia del organicismo krausista y del ideal federativo sinalagmático de Pi y Margall desembocaron en la concepción política de un federalismo. Para Blas Infante había que lograr una síntesis de las dos, articulando el organicismo a través de pactos sinalagmáticos.
Busto de Blas Infante, en el Parlamento de Andalucía.
   Con este bagaje intelectual y con su singular sensibilidad social, Blas Infante llegó al andalucismo. Esta sensibilidad social que le lanzó a la acción política tenía un indiscutible referente: el jornalero andaluz. Él se crió entre jornaleros y, por lo tanto, se consideraba hijo de ese pueblo: “Yo soy del pueblo [...] yo tengo clavada en la conciencia desde mi infancia, la visión sombría del jornalero”, llegó a escribir. Desde estos supuestos definió la identidad de Andalucía. Su andalucismo, dijo Tierno Galván, no es sino “la defensa de la región andaluza, de sus cualidades positivas y protesta de su miseria y explotación”. Juan Antonio Lacomba ve en su planteamiento una fuerte carga idealista y una visión esencialista. Infante buscó la configuración política del difuso sentimiento de amor a la tierra para transformarlo en conciencia de pueblo; propugnó, luego, un nacionalismo moderno y modernizador como instrumento de recuperación y dignificación de una Andalucía sometida desde dentro y desde fuera. Su proyecto, siempre desde presupuestos claramente regeneracionistas, buscaba la redención económica y moral de Andalucía para impulsarla hacia el futuro. Y en dicho proyecto se conjugaba su ideal andaluz con un fin mayor de construir una España nueva, plural y solidaria.
Vista del inicio de la c/ Blas Infante, desde la avda. Virgen de la Fuentecilla.
   A partir de 1912, comenzaron los grandes debates sobre Andalucía, que pusieron de relieve la existencia de una preocupación regionalista y que tuvieron siempre como protagonista a Blas Infante. En primer lugar, el debate sobre la Mancomunidad (1912), con la confluencia entre andalucismo y georgismo, Progreso y miseria, que se convirtió en una especie de Biblia económica para Blas Infante. A continuación, convertido ya al pensamiento fisiocrático, proclamó “la libertad de la tierra, base necesaria de la libertad de los hombres” en el Primer Congreso Georgista de Ronda, en 1913. La formulación teórica del pensamiento regionalista de Blas Infante se expuso en 1915 en su Ideal andaluz, en el que proponía crear una conciencia colectiva regional transformando las estructuras, educando al pueblo y creando una clase media campesina, de manera que se lograse que “la tierra andaluza sea para el jornalero andaluz”. Y por fin, la articulación definitiva del andalucismo se llevó a cabo, a partir de 1916, mediante los Centros Andaluces y revistas como Andalucía, cauces en los que se comprueba cómo el pensamiento de Infante —que en 1917 habla ya de nacionalismo andaluz— se articulaba en torno a tres ejes: la reforma política, la reforma económica y la reforma municipal.
Vista de la calle Blas Infante, en su cruce con el final de la calle Pregonero Isidoro de Catalina.
   Los debates continuaron en la Asamblea de Ronda de 1918 y en el Manifiesto de Córdoba de 1919, que hablaba ya de abolición de los poderes centralistas, de una Andalucía libre, de federación hispánica. En este manifiesto quedó definitivamente diseñada la postura de Blas Infante sobre la cuestión agraria. Con la llegada de la dictadura de Primo de Rivera, Blas Infante reflexionó sobre Andalucía en Carta acerca del fundamento de Andalucía. En 1931 se articuló la Junta Liberalista de Andalucía, una vez más con la ayuda de Blas Infante. En 1932, Blas Infante se hizo militante de Izquierda Radical Socialista, partido que, aun siendo de carácter nacional, defendía paralelamente su andalucismo. El anteproyecto de Estatuto apareció en 1932. Y en 1933 se celebró la Asamblea de Córdoba.
   En enero de 1936 escribió la Carta andalucista, en la que atisbaba un clima de guerra civil, y el 15 de julio de 1936, el que fue su último manifiesto, A todos los andaluces, pedía su unión para el logro de la autonomía, y en él, entre otras muchas cosas, decía que “Andalucía libre será España libre de [...] la influencia desvirtuadora ejercida por otros pueblos sobre España”, y termina: “Andalucía y la Paz”.
   Detenido por las fuerzas franquistas de Queipo de Llano el 2 de agosto, en la noche del 10 del mismo mes, con otros detenidos, fue conducido en un camión hacia la carretera de Carmona, donde fue fusilado, en el linde de la antigua Huerta de las Clarisas.
Final de la calle Blas Infante.
   El 4 de mayo de 1940 un jurado dictaba sentencia para justificar su muerte, dando estas razones: “Formó parte de una candidatura de tendencia revolucionaria en las elecciones de 1931; en los años sucesivos hasta el 1936 se significó como propagandista para la constitución de un partido andalucista o regionalista andaluz, y [...] falleció el 10 de agosto de 1936 a consecuencia de la aplicación del Bando de Guerra”. Sus ideas han permanecido hasta nuestros días, y la Comunidad Autónoma de Andalucía y el andalucismo han recibido de él no sólo la herencia de sus símbolos, sino su ideal de hacer una “Andalucía para sí, para España y para la Humanidad”. Hoy es considerado el padre del nacionalismo andaluz.
   Obras de Blas Infante: Ideal andaluz: varios estudios acerca del Renacimiento de Andalucía, Sevilla, Joaquín L. Arévalo, 1915 (ed. Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía [1982]); La Sociedad de las Naciones, Sevilla, Gómez Hermanos, 1919; Motamid, último rey de Sevilla: exposición dramática del reinado del Príncipe Abul-Kasim-Mohamed Ibn Abbad-el Billah, Sevilla, Imprenta de la Editorial Avante, 1920 (Sevilla, Sur [1983]); La verdad sobre el complot de Tablada y el estado libre de Andalucía, Sevilla, Publicaciones de la Junta Liberalista de Andalucía, 1931 (ed. Granada, Aljibe, 1979); Andalucía desconocida, Sevilla, Publicaciones de la Junta Liberalista de Andalucía, 193?; Fundamentos de Andalucía, s. f. (inéd.) (transcrip. en ed. y est. de M. Ruiz Lagos, Sevilla, Fundación Blas Infante, 1983); Orígenes de lo flamenco y secreto del cante jondo (1929-1933), Sevilla, Junta de Andalucía, Consejería de Cultura, 1980; Antología de textos, selec., intr. y notas de M. Ruiz Lagos, presentación de R. Escuredo Rodríguez [Sevilla], Fundación Blas Infante, 1983 (Luis Palacios Bañuelos en Biografías de la Real Academia de la Historia).
Vista de la calle Blas Infante, desde el final de la misma.
   La calle Blas Infante está situada en el denominado en nuestro pueblo el "Barrio Lejos". Va de la calle Virgen de la Fuentecilla al exterior del casco urbano, donde comienzan el camino de Castilblanco de los Arroyos, el que lleva al Cementerio Municipal Nuestra Señora del Rosario Coronada y al camino de los Rodeos, siendo el final de la calle Pregonero Isidoro de Catalina, teniendo una longitud de 200 metros aproximadamente, siendo bidireccional desde el punto de vista del tráfico rodado y alumbrada por farolas funcionales. Está conformada por viviendas unifamiliares de autoconstrucción de una o dos plantas en altura, así como por garajes y almacenes privados, formando parte de una zona residencial.
   La calle Blas Infante es, históricamente, una vía moderna, creada en el último tercio del siglo XX, cuando se urbaniza parte del camino que salía para el exterior del casco urbano, de ahí su sencillo comentario.
   No podemos dejar de mencionar que esta calle vive su día grande el domingo de Romería, cuando la comitiva encabezada por la carreta que porta el Simpecado de la Hermandad de Nuestra Señora del Rosario, entra en el casco urbano de Burguillos por esta vía, para coninuar su recorrido habitual por el casco urbano de Burguillos, tras una jornada de romería en el recinto de La Madroña, en la Ermita de Nuestra Señora del Rosario.

lunes, 23 de marzo de 2020

Hemeroteca: El Burguillos de 1882 en el "Anuario del Comercio, de la Industria, de la Magistratura, y de la Administración ..." editado en Madrid por Carlos Bailly-Balliere.

   Mostramos en "Historia de Burguillos" los datos recogidos en el "Anuario del Comercio, de la Industria, de la Magistratura y de la Administración, ó Directorio de las 400,000 señas de España, Ultramar, Estados Hispano-Americanos y Portugal", editado en 1882 por Carlos Bailly-Bailliere, y que se encuentra en la Biblioteca Nacional de España. Es una publicación anual que comienza a editar en 1879 Carlos Bailly-Baillière, entonces librero de la Universidad Central, de Madrid, del Congreso de los Diputados y de la Academia de Jurisprudencia y Legislación, en el que se ofrece en torno -según señala- a 400.000 señas de las personas que integran la instituciones de las Administraciones Públicas (Casa Real y sus empleados, Cortes, ministerios, cuerpo diplomático, etc.) y de cualesquiera que tuviera un oficio o profesión (abogados, arquitectos, notarios, médicos, marmolistas, boteros, libreros, impresores, fotógrafos, carpinteros, etc.) o fuera propietario de un comercio, industria o fábrica, o ejerciera un servicio público, tanto de Madrid y resto de provincias, como de las posesiones españolas de Ultramar y de los Estados hispano-americanos.
   Estructurado por provincias, partidos judiciales y localidades (en el caso de España, comienza por Madrid, y ofrece el listado por calles), colonias o estados, al comienzo de cada epígrafe ofrece una breve información general (número de habitantes, listado de sus parlamentarios, etc.). También da cuenta de centros culturales, casinos, periódicos o colegios.
   Es una publicación al estilo de otras que se publican en Europa y, según su editor, sigue el mismo plan del francés Annuaire-almanach, de Diderot-Bottin. Llega a superar las dos mil páginas, incluye al principio un calendario y ofrece diversos índices alfabéticos por nombre de personas y de lugares (nomenclátor) y por profesiones, además del de los numerosos anunciantes (profesionales, industrias, comercios), cuya publicidad va inserta al final de cada volumen y está acompañada, en muchas ocasiones, de grabados de productos, maquinaria, objetos de consumo o de edificios de las empresas y fábricas. También da información de las tarifas arancelarias aduaneras o las de los transportes.
Para su confección cuenta con corresponsales en las capitales de provincia y en los diferentes países, y el editor compila también los extensísimos datos que le llegan por otras fuentes, como son las consulares, las de las autoridades de las propias Administraciones (secretarios de ayuntamientos) y los que les remiten los propios profesionales, comerciantes e industriales. A partir de 1881, la publicación pierde la palabra "almanaque" y sigue publicándose hasta 1911, bajo la cabecera Anuario del comercio, de la industria, de la magistratura y de la administración.
Portada del "Anuario del Comercio, de la Industria, de la Magistratura y de la Administración ..." de 1882.
   Pues bien, en su página 1321, encontramos a cuatro columnas la referencia dedicada a nuestro pueblo, dentro del capítulo dedicado a Sevilla y su provincia, entre los pueblos, ayuntamientos y agregados del partido judicial de Sevilla, concretamente en la segunda columna en la parte inferior, que pasamos a transcribir literalmente, completando entre corchetes la explicación de las abreviaturas:
Pág. 1321 del "Anuario del Comercio, de la Industria, de la Magistratura y de la Administración ..." de 1882.
BURGUILLOS. - V. [Villa] con Ayunt. [Ayuntamiento] de 575 hab. [habitantes], sit. [situada] á 16,6 kilóm. [kilómetros] de Sevilla. - Féria el 14 de agosto.
Alcalde. - N...
Secretario. - Fernández (Mariano).
Juez municipal. - Rubio (Julián).
Párroco. - Sánchez López (José).
Instrucción pública (Profesor de). - Tasasola Almogavar (Benigno).
Médico. - Medina Rambao (Francisco).

   Desgraciadamente, y al igual que ocurría con los Anuarios de años anteriores, son muy pocos los datos, pero ciertamente importantes. Así conocemos el número de habitantes en ese año de 1881 (los mismos que el año anterior), la distancia a la capital (ya en km aún cuando parece que la medición no es muy exacta ya que difiere en casi 6 km de la real) cuándo se celebraba la Feria (en el entorno del 15 de agosto, y en este punto debo recordar que la Hdad. de la Virgen del Rosario celebraba en dicha época hasta cuatro festividades importantes: Purificación o Candelarias el 2 de febrero, Viernes Santo, Asunción de la Virgen el 15 de agosto, y Rosario en octubre), y seis de las personas más importantes del pueblo: el alcalde, el secretario, el juez, el cura, el maestro y el médico, que son las mismas personas que ocupaban los cargos el año anterior de 1881, a excepción del Alcalde que en el momento de la información debería de estar vacante.

lunes, 16 de marzo de 2020

Bibliografía: Capítulo XL "El Convento del Sancti Spíritus del Monte" del libro "El señorío de Burguillos (Sevilla); una aproximación a su historia" de Francisco Rodríguez Hernández, de 1999.

   Mostramos en Historia de Burguillos el capítulo XL del libro "El señorío de Burguillos (Sevilla); una aproximación a su historia", de Francisco Rodríguez Hernández, editado por el Ayuntamiento de Burguillos y la colaboración de la Diputación de Sevilla en 1999, y que trata sobre El Convento del Sancti Spíritus del Monte, ocupando las páginas 181 a 192 de dicha monografía y que pasamos a transcribir íntegramente:
Pág. 181 del libro "El señorío de Burguillos (Sevilla); una aproximación a su historia".
El Convento del Sancti Spíritus del Monte
   No todos los jóvenes actuales, nacidos y con residencia en la Villa de Burguillos, tendrán conocimiento, de que en dicho término, estuvo ubicado en tiempos ya lejanos, un convento de frailes. Algunos se lo habrán oído referir a sus mayores; pero de lo que no hay duda, es de que sobrepasan cierta edad, tienen que recordar unas ruinas mínimas, pues el que esto escribe, sí llegó a ver de niño, un fragmento de lienzo de pared a punto de caerse, como único vestigio, del antiguo y ya olvidado edificio conventual. Estaba ubicado en la dehesa de Las Arenas, en las faldas de Sierra Morena. Hoy ya no queda nada, solo un velo de misterio que cubre y oculta, la sin duda interesante historia de unos religiosos, que durante casi cuatro siglos estuvieron presentes en esta Villa, tomando parte de su diario quehacer.
   Picado de curiosidad, emprendí gestiones en Sevilla, en requerimiento de información, con resultado infructuoso. Los conventos visitados, en demanda de datos, carecían de noticias, por lo que extendí mi investigación a otros archivos, en los cuales encontré algunas escrituras, que me van a permitir pergeñar una breve semblanza histórica del citado convento, con la que intentar hacer más visible aún, su difuminada silueta.
   Las reformas de monjas y frailes, que se empezaron a desarrollar en Castilla, en el último tercio del siglo XIV, tuvo un notable auge en Andalucía, con un gran número de fundaciones de conventos, que las distintas provincias religiosas que se formaron, llevaron a cabo.
   Por referirnos principalmente a nuestro entorno, diremos que el venerable padre Fray Juan de la Puebla, primero del hábito de San Jerónimo y después de San Francisco, fue fundador de la santa provincia de los Ángeles, que recibieron la custodia de los conventos fundados en el siglo XIV, y que anteriormente estuvieron bajo la obediencia de los vicarios provinciales de la provincia de Castilla; por ejemplo: el antiguo convento de San Francisco del Monte, del término de Villaverde del Río. Al llegar a este punto debo aclarar que este convento, que con frecuencia se nombra en escrituras de archivo, es distinto del de Burguillos, que a veces se invoca de igual modo. La construcción del de Villaverde se inició en 1350. También fue erigida una ermita bajo esta advocación; todo en virtud de bula de papa Benedicto XIII. También dió su consentimiento y licencia, el arzobispo de Sevilla, don Alonso de Exea. Su construcción se completó en 1433, con nueva licencia del entonces arzobispo hispalense don Diego de Anaya. En principio llamose convento de San Francisco de Villaverde, y es tradición  que  en él  estuvo  San Diego preparándose "para la conversión de los idólatras gentiles de 
Pág. 182 del libro "El señorío de Burguillos (Sevilla); una aproximación a su historia".
Canarias". (Fray Andrés de Guadalupe, Historia de la Santa Provincia de los Ángeles, Capítulo VIII, Madrid, 1662).
   Dependiente de esta santa provincia, existieron otros conventos en distintos lugares de esta zona, como el del Loreto, que en principio llamose del Oreto, la Algaba, Constantina, Cantillana, etc. Pero el Sancti Spíritus de Burguillos, no fue construido ni pertenecía a esta santa provincia de los Ángeles.
   Sabemos, que una parte de los conventos franciscanos, se opusieron tenazmente a la reforma, cuya realización se encomendó en 1496, a Fray Francisco Jiménez de Cisneros. Incluso la propia jerarquía contribuía a la desunión, constituida por conventuales y observantes.
   El convento de Burguillos, fue construido en la etapa que va de 1474 a 1525, pertenecía al Orden Tercero de San Francisco, y fueron los primeros religiosos que tuvieron a su cargo, el cuidado de la ermita de Santa María de las Cuevas de Sevilla, sobre la que edificó el arzobispo Gonzalo de Mena, el famoso Monasterio del mismo nombre.
   La provincia religiosa que había llevado a cabo la construcción de nuestro convento, y de la que dependía, era hasta ahora un misterio, que no quedaba desentrañado con ninguna de las gestiones evacuadas en los distintos conventos franciscanos a los que recurrí. Pero el hallazgo en el archivo de protocolos de Sevilla, de una escritura de fecha 24 de mayo de 1752, y autorizada por el notario de Burguillos, don Benito Daza Farfán, nos da la respuesta buscada con tanto empeño. En dicho documento, el padre ministro Fray Miguel de San Francisco y demás religiosos del convento, hacen saber:

          [...] a todos les consta la ruina del claustro principal, que hundido, amenaza la ruina del coro, y se halla la Comunidad, sin medios para su reparo. Se propone que 40 ovejas, que tiene la comunidad en Cantillana, dadas a renta, y aranzada y media de olivar de Brenes, y otro solar poco útil, se vendiese y con sus productos, se remediara lo más preciso [...].

   La propuesta que se hace, y la solicitud de autorización, va dirigida a quién era provincial de la orden, a tenor de lo siguiente:

          Fray Antonio de la Peña Narváez, lector jubilado, examinador synodal del arzobispo de Granada, ministro provincial y siervo de los religiosos del sagrado orden tercero de penitencia de regular observancia de nuestro seráfico padre San Francisco en esta santa provincia del arcángel San Miguel de Andalucía y reino de Granada [...].

   Dicho padre provincial, responde a la petición y se dirige:

          Al padre Fray Miguel de San Francisco, ministro de nuestro convento de Sancti Spíritus del Monte [...] dando autorización para que se ejecute lo solicitado.

   Y termina:

          Lo aprobamos como si fuésemos presentes, y en ello interponemos toda nuestra autoridad. Dadas  en  este  nuestro  Colegio  de  Santa  María  de  Jesús  de Antequera, en cinco días del mes de
Pág. 183 del libro "El señorío de Burguillos (Sevilla); una aproximación a su historia".
Pág. 184 del libro "El señorío de Burguillos (Sevilla); una aproximación a su historia".
marzo de mil setecientos y cincuenta y dos años.- Fray Antonio de la Peña Narváez, ministro provincial.- Por mandado de su paternidad muy reverenda, Fray Francisco Navajas, secretario.- Recogida al folio ciento setenta y tres.- Sancti Spíritus.
   
   Este escrito despeja toda duda al quedar el convento de Burguillos, claramente afecto a la santa provincia del arcángel San Miguel, cuyo padre provincial, reside en la citada fecha en Antequera.
   Pero nuevos documentos del archivo de protocolos de Sevilla, nos van a demostrar que la sede provincial cambió de residencia, pues dejando Antequera, se afincó en el convento de San Antonio Abad de Granada, como vamos a comprobar seguidamente, recogiendo en extracto lo esencial de un extenso escrito. El convento de Burguillos había solicitado autorización el 22 de febrero de 1764, para dar tributo a Juan Bela, vecino de la Villa, una casa que dicho convento tiene en la misma, en la calle Real. Hay también un escrito con el aprecio de la misma.

          [...] por estar muy mal tratada y no hallarse arrendador, y la Comunidad no poderla reparar, y asimismo, dar a tributo a don Manuel de Jesús, vecino de Villaverde, una haza de tierra de seis fanegas, en el término de dicha Villa, linde con el de Cantillana, y tierras de Santa Ana, por no hallarse arrendador y estar dichas tierras casi perdidas; a que todos unánimes, respondieron que sí, supuesta la licencia de vuestra paternidad muy reverenda, a quién suplicamos la conceda, para alivio de esta pobre Comunidad, la que agradecida pide a Dios, le dilate a vuestra paternidad muy reverenda, la vida por muchos años.- Fray Juan Ventura Villarejo, ministro.- Fray Pedro Simón Caballero.- Fray Miguel del Castillo.- Fray Juan García.- Fray Pedro Sánchez.

   El citado escrito va dirigido a:

          Fray Andrés de Herrera, padre general del número, examinador synodal del arzobispado de Granada, calificador del Santo Oficio y de la Suprema y General Inquisición, padre inmediato, comisario visitador y siervo de los religiosos de esta Santa Provincial del arcángel San Miguel, de ambas Andalucía, del sagrado orden tercero de penitencia y regular observancia de N.S.P. San Francisco.

   La solicitud es atendida y así se hace saber en escrito dirigido "al padre ministro de nuestro convento de Sancti Spíritus y demás religiosos de él, salud y paz en N. Sr Jesu Christo" [...] en que autoriza el arriendo de la casas y el dar a tributo la haza que se cita: y termina:

          Dadas en este nuestro convento de San Antonio Abad de Granada, en trece días del mes de marzo de mil setecientos sesenta y cuatro.- Fray Andrés Herrero, comisario visitador.- Por mandado de su paternidad muy reverenda Fray Rafael Rodrigo, secretario.

   Por un escrito de 1777, sabemos que aún se mantenían en la misma sede en dicha fecha. Actualmente el citado convento de San Antonio Abad de Granada, está ocupado por una comunidad de monjas, con quienes hablé en demanda de información, y solo saben, que los anteriores religiosos, a quienes llamaban los Antoninos, salieron de la ciudad, durante la guerra civil española, y no saben nada más.
Pág. 185 del libro "El señorío de Burguillos (Sevilla); una aproximación a su historia".
Pág. 186 del libro "El señorío de Burguillos (Sevilla); una aproximación a su historia".
Pág. 187 del libro "El señorío de Burguillos (Sevilla); una aproximación a su historia".
Pág. 188 del libro "El señorío de Burguillos (Sevilla); una aproximación a su historia".
   La vida del convento de Sancti Spíritus del Monte, discurrió a través de los siglos, conociendo los lógicos altibajos que afectan de forma inexorable, a toda comunidad humana. Tenían como Virgen patrona y titular a Nuestra Señora del Valle. En numerosas ocasiones, sus frailes ejercieron de curas párrocos interinos, cubriendo vacantes ocasionales, en la iglesia de San Cristóbal mártir, y asimismo, atendían con frecuencia memorias de misas. También se lee en muchos testamentos, el deseo del testador de ser enterrado con el hábito de San Francisco.
   El convento se sostenía con los ingresos que le producían, los diversos oficios religiosos en que intervenían. También llegaron a poseer saneadas rentas, y además sus frailes eran requeridos con frecuencia como acompañantes en los enterramientos. Recibían limosnas y tributos fijos y aunque conocieron momentos de estrechez económica, en tan largo tiempo de existencia, también disfrutaron en muchas ocasiones de largos periodos de esplendor, gracias a su no escaso patrimonio, como tendremos ocasión de comprobar, en la relación de propiedades que figuran en un escrito del archivo catedral, de fecha 26 de enero de 1763, y que vamos a mostrar seguidamente:

   En Burguillos
          - Lindera con el propio convento, poseían una huerta y tierras (Intra Claustra).
          - Una pieza de tierra con ocho aranzadas y tres cuartas; a saber:
          - La una de puebla de hortalizas, con algunos árboles frutales, y las siete y tres cuartas restantes, para pan sembrar, de primera, en que hay también varios árboles, y todo sirve para el consumo de la comunidad, y no se le considera utilidad alguna.
          - Una casa en la Real, arrendada anualmente en ochenta y ocho reales de vellón.
          - Tres solares: Uno está en la calle Real, otro en la calle Borbollón y otro en la calle de la Fuente, que nada producen.
          -  Como gravamen sobre estas fincas, se pagan diecisiete reales y medio de vellón cada año.
          - Por otra parte cobra un censo cuyos réditos importan diez reales de vellón anuales.

   En Villaverde del Río
          - Una casa en la calle de la Granada, que renta cuarenta y cuatro reales.
          - Tres fanegas de tierra de sembradura de segunda, al sitio del Membrillejo.

   En Castilblanco de los Arroyos
          - Una casa en la calle de la Tahona, arrendada en sesenta y seis reales anuales.
          - El vecino Francisco Gervasio, les paga un censo de treinta y nueve reales anuales.

   En Brenes
          - Una pieza de tierra, al sitio de las Berdejas, con aranzada y media de olivar, de segunda calidad.
          - Por renta anual de un censo, cobran diecinueve reales de vellón.
Pág. 189 del libro "El señorío de Burguillos (Sevilla); una aproximación a su historia".
   En Guillena
          - Una casa en la calle del Pino, cuyo arrendamiento al año es de ciento cincuenta y cuatro reales de vellón.
          - Una pieza de tierra de sembradura de secano, al sitio de la dehesa del Almendral, que comprende dieciséis fanegas de segunda calidad, y catorce fanegas de tercera, que en ocho años, produce una cosecha.
          - Otra pieza de tierra de sembradura de secano, al mismo sitio, en el cuarto de arriba, la que contiene dieciséis fanegas de segunda calidad.
          - Otra al sitio del cerro del Almendrillo, que comprende doce fanegas de tierra de primera calidad, que en dos años, produce una cosecha.
          - También hay otras cuatro fanegas de segunda calidad.
          - Como gravamen paga un tributo al año de ciento ocho reales de vellón, que queda en beneficio de la parroquia de la Villa.

   Almadén de la Plata
         - Posee una casa en la calle Abades, arrendada en treinta y tres reales de vellón al año.
          - Una pieza de tierra de sembradura de secano, al sitio de huerta de la Bejera, de tres cuarto de fanegas de primera calidad, que produce sin interrupción. En la suerte expresada se comprenden diferentes álamos y árboles frutales. Su utilidad está regulada en veinticinco reales de vellón al año.
          - Otra tierra de sembradura en Vozaros, al sitio de la Berlanga, extramuros del pueblo, con una fanega de tierra de primera calidad de esta especie, que en once años produce una cosecha.
          - Otra al sitio de Espaldilla, de igual cabida, calidad y producción que la anterior. Hay también aquí varios árboles frutales y su producto está considerado al año en veinticuatro reales y medio de vellón.
          - Otra pieza de tierra al sitio del olivar, de una cuarta de fanega, de única calidad, que produce heno ininterrumpidamente.

   Contrasta la existencia de este patrimonio, con la situación de extrema pobreza que se refleja en el escrito de 1752, del que queda hecha referencia, y donde se declara que "la Comunidad se halla sin medios". Y no cabe pensar que once años antes, no poseían nada, pues las propiedades que quedan relacionadas, no se forman en tan corto periodo de tiempo.
   Pero como quiera que sea, con el conocimiento que vamos tomando del citado convento, nos vamos aproximando cada vez más, a presentar con nitidez su perfil real, y así llegamos a los primeros años del siglo XIX, en que se sabe que su actividad iba declinando y que su fábrica estaba cada vez más ruinosa.
   Voy a presentar seguidamente un fragmento de una escritura de 1821, en que se declara con entera claridad, que en dicha fecha el convento estaba suprimido; es como sigue:

          Escritura de fianza a favor del Crédito Público, de la ciudad de Sevilla, que otorga don Manuel Aldana, vecino de Burguillos, en 9 de julio de 1821, a la administración de los bienes, del convento suprimido, del Orden Tercero de Sancti Spíritus del Monte, y otros. Son asimismo administradores, Antonio García y Antonio Ballestero.
Pág. 190 del libro "El señorío de Burguillos (Sevilla); una aproximación a su historia".
   Ya en 1825, Fray Francisco Varela, único religioso que queda al cuidado de todo, da poderes a procuradores, para que les representen en pleitos pendientes.
   Hemos establecido la fecha de su construcción, entre 1474 y 1525, y aunque sabemos -como hemos visto- que en 1821, ya no existía, yo me inclino, por razones que expondré, a que su extinción se produjo varios años antes.
   A raíz del advenimiento del trienio liberal -1820-1823-, se puso en vigor una política de exclaustraciones conventuales, que afectó a numerosas órdenes religiosas, y a las que incluso se les confiscó una parte o todo su patrimonio. Este no es el caso del convento de Burguillos, cuya extinción sitúo en una fecha anterior al trienio liberal y además no fue desposeído de todas sus propiedades, pues documentos posteriores que invocaré lo demuestran sin lugar a dudas.
   El 15 de septiembre de 1842, Elías Palomo, vecino de Burguillos, toma en arriendo por seis años, la huerta de Sancti Spíritus, y se dice que está cerca del extinguido convento.
   Como se ve, los frailes del mismo, aunque ya lo habían abandonado, no por eso se habían desprendido de sus propiedades, que seguían explotando directamente, a cuyo frente quedaba en Burguillos como administrador don Antonio Velasco, que actuaba en virtud de órdenes recibidas desde Sevilla, de su hermano el padre ministro, Fray Francisco José Velasco.
   Pero vamos a retroceder hasta 1833, fecha en que los frailes, como propietarios, se ven implicados en un largo pleito, del que solo voy a dar un breve resumen, dada su extensión.
   Resulta que el vecino de Burguillos, Antonio García, hijo del que entonces era alcalde, denuncia al convento por incumplimiento de acuerdo verbal con el padre ministro y ante testigos. Asegura que le había arrendado la cerca del convento en cien reales, y que después de haber realizado, todas las labores preliminares de la tierra, le fue notificada la prohibición de que sembrase.
   Ante la reclamación de Antonio García, se constituyó una comisión de hombres buenos, quienes visitaron a Antonio Velasco, con la recomendación de que respetara el acuerdo y se abstuviera de llevar a cabo la siembra por su cuenta, como pretendía. Este respondió que obraba siguiendo instrucciones, y que solo recibía órdenes de su hermano.
   Como a pesar de todo, Antonio Velasco, había comenzado la siembra, intervinieron las autoridades locales, en cuyo nombre, el Regidor Decano, le apercibió seriamente de la responsabilidad en que incurría. A todo ello respondía:

          [...] que él no tenía que obedecer ni mandato de regidor, alcalde, ni ninguna autoridad, y solo haría lo que le mandase el padre ministro de Sancti Spíritus, su hermano que está en Sevilla y le escribiría, y en tanto le contestaba, no dejaría de sembrar. Así respondió y no firmó, lo que certificamos.- José Rodríguez.- José Cuesta y Blas de Robles.- Este último era el notario de la Villa.
Pág. 191 del libro "El señorío de Burguillos (Sevilla); una aproximación a su historia".
Pág. 192 del libro "El señorío de Burguillos (Sevilla); una aproximación a su historia".
   Consta asimismo, la declaración de varios testigos, dando testimonio de veracidad a las razones del demandante.
   Fueron muchas las intervenciones por ambas partes, defendiendo cada uno su verdad. Pero para no alargar este trabajo de reconstrucción histórica, en el que intervino como miembro de la comisión de hombres buenos, mi tatarabuelo paterno José Rodríguez, que entonces contaba 30 años, y en la imposibilidad de recoger todas las diligencias, voy a abreviar consignando solo la resolución final, dirigida a las autoridades de la Villa, que habían intervenido, por la autoridad eclesiástica, única legal entonces para sus instituciones, en virtud del fuero propio que poseían:

          Juzgado de la Santa Iglesia del Arzobispado de Sevilla.
          Por el adjunto testimonio se instruirán VSS de la inhibición solicitada por el Padre Ministro del Convento de Sancti Spíritus del Monte, término de esa Villa, del conocimiento que han tomado, de la pretensión de Antonio García, contra el referido Convento, sobre arrendamiento de una suerte de tierra; y de lo expuesto por el Fiscal General de este Arzobispado, y proveído por mi en su virtud. En cuya vista espero, que penetrándose VSS del incontestable derecho que asiste al susodicho Convento, para ser demandado en su fuero, se inhibirán del conocimiento que han tomado de dicho negocio, mandando sobreseer en los autos, remitiendo los originales a esta Juzgado, y haciendo saber a la parte actora, deduzca en él, las acciones que le convengan, para la recta administración de Justicia;  sin dar lugar a competencias y guardando la buena armonía que felizmente reina y deseo conservar entre las Jurisdicciones que ejercemos.- Dios guarde a VSS, muchos años.- Sevilla 14 de diciembre de 1833.- Luiís Gonzaga Colom.- Sres. Justicias de la Villa de Burguillos.

   Hemos quedado en que la fecha exacta de la clausura del convento, no ha sido posible establecerla, y la de 1821 que lo considera extinguido, invita a suponer que entonces corrió la misma suerte que afectó a otros conventos durante el trienio liberal. Pero antes de inclinarnos por una fecha, hemos de conocer el contenido de una partida de defunción del archivo parroquial, que da un enfoque distinto a las dudas que tenemos planteadas; dice así:

   En sábado día 5 de octubre de 1811, se da sepultura eclesiástica, al cadáver de don José Mª Melgarejo y Pérez, presbítero, exreligioso del convento de Sancti Spíritus, y asignado a la Parroquia. Era natural de Fuenteovejuna. El entierro fue solemne, atendiendo a su gran mérito, para esta Parroquia, pues en parte, a su solicitud se agregaron a esta Iglesia, vestuario, muebles útiles, el Santísimo Cristo del Voto y Nuestra Señora del Valle, de que fue conductor.- Cura don Francisco Tirado.

   Esto nos lleva a considerar, -y termino- que si el señor López Melgarejo, intervino personalmente en el traslado, desde el convento a la iglesia de lo reseñado, es lógico admitir que debió hacerse antes de su muerte, acaecida como vemos en 1811, por lo que el momento de la clausura conventual, tendríamos que retrotraerlo lo conveniente, para que haya una concordancia en las fechas que manejamos, de conformidad con los datos contenidos en una documentación irrebatible.

lunes, 9 de marzo de 2020

Geografía: El arroyo del Paso de Cal, en Burguillos

   Mostramos en Historia de Burguillos una pequeña reseña del Arroyo del Paso de Cal, de Burguillos. Señalar que toda la información aquí mostrada proviene del Instituto Geográfico Nacional, Geoenciclopedia y de Google Maps.
Mapa del Arroyo del Paso de Cal en todo su curso fluvial.
  Los arroyos son flujos de agua casi continuos, pero a diferencia de los ríos, su longitud es menor así como su caudal, entendiendo este como el volumen de agua que contiene. Seguramente has escuchado que un río es muy caudaloso; esto alude al hecho de poseer “mucha agua”, lo que no sucede con los arroyos. Los arroyos son pequeños y de escasa profundidad, con márgenes casi verticales compuestos de suelo y sedimento en vez de roca. Su caudal puede variar en las distintas épocas del año, por lo que durante algún tiempo el flujo de agua de algún arroyo se ve interrumpido y se seca. Esto es más común en épocas de sequía o de falta de lluvias en verano o invierno.
Mapa de parte del término municipal de Burguillos en el que aparece el Arroyo del Paso de Cal desde su nacimiento hasta su paso por el enclave de la Casa de las Escribanas.
   Al igual que otros cuerpos de agua, pueden desembocar en el mar o en grandes cuerpos de agua dulce. Poseen un lecho rocoso y muchos son fácilmente vadeables, es decir, pueden cruzarse a pie, sin necesidad de una embarcación. La navegación en los arroyos es normalmente posible solo para embarcaciones muy pequeñas y únicamente cuando el caudal lo permite, puesto que sería imposible para un barco navegar por tan pequeño cuerpo de agua.
Mapa de parte del término municipal de Burguillos en el que aparece el Arroyo del Paso de Cal desde su paso por el enclave de la Casa de las Escribanas, hasta el paso por el enclave de La Torre.
   Pese a sus reducidas dimensiones, los arroyos constituyen una gran parte de las aguas de una región o un país, ya que se originan con relativa facilidad. Por ejemplo, un pequeño chorro de agua que cae de un glaciar o una depresión en el suelo cuya agua proveniente de las lluvias se desborda tierra abajo pueden originar un curso de agua pequeño que llega a tomar las características de un arroyo. Con frecuencia su existencia depende del agua de las lluvias.
Mapa de parte del término municipal de Burguillos en el que aparece el Arroyo del Paso de Cal desde su paso por el enclave de La Torre hasta su entrada en el casco urbano de Burguillos.
   Algunos arroyos ostentan un nombre con el que lo conocen los pobladores de una región, pero muchos, debido a que tienden a secarse, carecen de un nombre fijo y ni siquiera figuran en los mapas. A menudo son considerados poco importantes ya que no llevan agua durante todo el año como los ríos, pero conforman un valioso recurso para los seres vivos e incluso para los ríos, cuyas aguas pueden ser alimentadas por las de los arroyos.
Mapa de parte del término municipal de Burguillos en el que aparece el Arroyo del Paso de Cal en su discurrir por el casco urbano de Burguillos hasta que toma el nombre de Arroyo Paso de la Villa, justo antes de pasar bajo el puente de la ctra. A-460.
   Sí, es posible diferenciar algunos tipos de arroyos por sus características particulares. Por ejemplo, los llamados arroyos de cabecera son las secciones donde comienzan los ríos y por ende, son las partes más altas de estos. Una clasificación de corrientes las separa según su relación con el tiempo. Así, los arroyos son perennes si sus aguas fluyen durante todo el año, son intermitentes si solo fluyen durante ciertas épocas del año y efímeros cuando sus aguas fluyen únicamente después de llover.
Fotografía aérea del Arroyo del Paso de Cal en todo su curso fluvial.
   No importa su tamaño; los arroyos son una fuente de agua para cualquier ser vivo que la necesite. Los arroyos, por más pequeños que sean, son una fuente de agua para cualquier ser vivo que la necesite. Los más grandes y los perennes conforman todo un hábitat para muchas especies de peces y anfibios y proporcionan agua tanto a estos como a animales más grandes. Peces como las percas, las mojarras, y los bagres; aves como patos y garzas; mamíferos como las nutrias, los puercoespines, las ardillas, las zarigüeyas y los murciélagos; anfibios como los sapos y las ranas: todos estos y más animales pueblan arroyos de distintas partes del mundo. A lo largo de crecen hierbas, plantas cortas y árboles adaptados a la presencia de agua, así como musgos.
El Arroyo Paso de Cal tras salir del entubamiento y encauzarse, desde el puente de la c/ Reyes Católicos.
   La contaminación, la explotación de sus recursos, el uso de su suelo como terrenos de cultivo y en general la urbanización son amenazas vigentes que ponen en peligro o terminan con los arroyos, lo que a su vez afecta a los seres vivos incluidos los humanos.
   Los arroyos permiten la recarga de agua de humedales, ríos, lagos y otros cuerpos de agua. Brindan un hogar, alimento y refugio a cientos de especies animales y vegetales, contribuyen a mitigar los daños de las inundaciones y filtran contaminantes. Estas bondades son posibles solo si los arroyos mantienen su estado natural óptimo.
Encauzamiento del Arroyo Paso de Cal, en paralelo a la Avda. Arroyo Paso de la Villa.
   El Arroyo del Paso de Cal (que transcurre íntegramente por el término municipal de Burguillos), es un afluente del Arroyo Paso de la Villa, y éste del Arroyo de la Huerta Abajo, y entonces toma ya el nombre de Arroyo de Gabino (en el término municipal de Alcalá del Río), siendo un afluente del río Guadalquivir, por su margen derecha. El origen del Arroyo del Paso de Cal es un afloramiento en el enclave de La Madroña a unos 235 m. de altitud, a 3,50 km en línea recta del ayuntamiento de Burguillos. Sus aguas se vierten en el arroyo Paso de la Villa, justo antes de cruzar bajo el puente de la A-460 en el casco urbano de Burguillos, tras recibir las aguas del Arroyo del Chorrito.
   Tras su nacimiento al norte de La Madroña, se dirige siempre en dirección sur cruzando los parajes de Las Escribanas, Piedras Gordas y Casa de las Escribanas, dejando la zona de Zarzagorda a su izquierda, y La Torre a su derecha, para ya justo antes de entrar en el casco urbano de Burguillos, recoger las aguas del Arroyo del Estanquillo, y discurrir por la población, primero de forma entubada bajo el Parque del Barrio Lejos, y de forma encauzada en paralelo a la avenida Arroyo Paso de la Villa, para finalmente y tras recoger las aguas del Arroyo del Chorrito, tomar el nombre de Arroyo Paso de la Villa.
Final del Arroyo Paso de Cal, donde recoge las aguas del Arroyo del Chorrito, antes de cruzar bajo el puente de la ctra. A-460, donde ya recibe el nombre de Arroyo Paso de la Villa.
   Nuestro Arroyo del Paso de Cal no lleva agua durante todo el año, dependiendo enormemente de las lluvias que alimentan los afloramientos que lo surten, de ahí su irregular caudal.  
   La denominación del Arroyo del Paso de Cal es inequívoca por su etimología, de ahí que deriva sin duda de que en su discurrir haya zonas ricas en piedra caliza, por otra parte muy común en la zona.
   Con la información aquí reseñada, recogida del Instituto Geográfico Nacional, habría que replantearse la cartelería de las carretereras que recorren nuestro término municipal puesto que en muchas de ellas se señalan el Arroyo del Estanquillo, que según los datos aquí recogidos, no tienen esa denominación.

lunes, 2 de marzo de 2020

Callejero de Burguillos: La calle Bélgica.

   Mostramos imágenes (realizadas por Google Maps en septiembre de 2008) de la calle Bélgica, en Burguillos.
Mapa oficial del Ayto. de Burguillos con ubicación de la c/ Bélgica.
   La calle (desde el punto de vista urbanístico, y como definición, aparece perfectamente delimitada en la población histórica y en los sectores urbanos donde predomina la edificación compacta o en manzana, y constituye el espacio libre, de tránsito, cuya linealidad queda marcada por las fachadas de las edificaciones colindantes entre si. En cambio, en los sectores de periferia donde predomina la edificación abierta, constituida por bloques exentos, la calle, como ámbito lineal de relación, se pierde, y el espacio jurídicamente público y el de carácter privado se confunden en términos físicos y planimétricos) está dedicada al Reino de Bélgica, país centro-europeo perteneciente a la Unión Europea y cuya capital es la ciudad de Bruselas.
Fotografía aérea con la situación de la c/ Bélgica.
   Bélgica es un estado dividido en 3 regiones, limitando al norte con los Paises Bajos; al este con los Paises Bajos, Alemania y Luxemburgo; al sur con Francia; y al oeste con Francia y el Mar del Norte. El territorio de Bélgica 30.528 km2 de extensión y posee un marítimo templado. Con más de 11,40 millones de habitantes, representa uno de los países con mayor densidad de población de los estados miembros de la Unión Europea.
Mapa y bandera de Bélgica.
Escudo oficial de Bélgica.
   Hasta la independencia de Bélgica en 1830, los Países Bajos del Sur eran un territorio muy codiciado por los conquistadores, siendo el telón de fondo de la mayor parte de las guerras franco-españolas y franco-austriacas durante los siglos XVII y XVIII. 
Vista de la "calle" Bélgica, desde la calle Francia.
   La calle Bélgica está situada en el polígono industrial "Cuarto de la Huerta". Va de la calle Francia a la calle Austria, estando desde su planeamiento en un estado de abandono total, puesto que no se ha llegado a ejecutar por completo su urbanización. Lamentablemente es un inmenso solar completamente abandonado, formando parte de un polígono industrial, perpendicular a la carretera de circunvalación de Burguillos, que se encuentra a medio ejecutar.