Cada lunes una nueva entrada con una noticia sobre Historia, Arte, Geografía, Bibliografía, Patrimonio, Fotografía, Hemeroteca, ... de nuestro pueblo: BURGUILLOS

Historia, Patrimonio, Arte, Bibliografía, Hemeroteca, ... sobre nuestro pueblo: BURGUILLOS

lunes, 27 de junio de 2022

Hemeroteca: El Burguillos de 1894 en el "Anuario del Comercio, de la Industria, de la Magistratura y de la Administración..." editado en Madrid por Carlos Bailly-Baillière.

     Mostramos en "Historia de Burguillos" los datos recogidos en el "Anuario del Comercio, de la Industria, de la Magistratura y de la Administración, ó Directorio de las 400,000 señas de España, Ultramar, Estados Hispano-Americanos y Portugal", editado en 1894 por Carlos Bailly-Bailliere, y que se encuentra en la Biblioteca Nacional de España. Es una publicación anual que comienza a editar en 1879 Carlos Bailly-Baillière, entonces librero de la Universidad Central, de Madrid, del Congreso de los Diputados y de la Academia de Jurisprudencia y Legislación, en el que se ofrece en torno -según señala- a 400.000 señas de las personas que integran la instituciones de las Administraciones Públicas (Casa Real y sus empleados, Cortes, ministerios, cuerpo diplomático, etc.) y de cualesquiera que tuviera un oficio o profesión (abogados, arquitectos, notarios, médicos, marmolistas, boteros, libreros, impresores, fotógrafos, carpinteros, etc.) o fuera propietario de un comercio, industria o fábrica, o ejerciera un servicio público, tanto de Madrid y resto de provincias, como de las posesiones españolas de Ultramar y de los Estados hispano-americanos.

     Estructurado por provincias, partidos judiciales y localidades (en el caso de España, comienza por Madrid, y ofrece el listado por calles), colonias o estados, al comienzo de cada epígrafe ofrece una breve información general (número de habitantes, listado de sus parlamentarios, etc.). También da cuenta de centros culturales, casinos, periódicos o colegios.
     Es una publicación al estilo de otras que se publican en Europa y, según su editor, sigue el mismo plan del francés Annuaire-almanach, de Diderot-Bottin. Llega a superar las dos mil páginas, incluye al principio un calendario y ofrece diversos índices alfabéticos por nombre de personas y de lugares (nomenclátor) y por profesiones, además del de los numerosos anunciantes (profesionales, industrias, comercios), cuya publicidad va inserta al final de cada volumen y está acompañada, en muchas ocasiones, de grabados de productos, maquinaria, objetos de consumo o de edificios de las empresas y fábricas. También da información de las tarifas arancelarias aduaneras o las de los transportes.
     Para su confección cuenta con corresponsales en las capitales de provincia y en los diferentes países, y el editor compila también los extensísimos datos que le llegan por otras fuentes, como son las consulares, las de las autoridades de las propias Administraciones (secretarios de ayuntamientos) y los que les remiten los propios profesionales, comerciantes e industriales. A partir de 1881, la publicación pierde la palabra "almanaque" y sigue publicándose hasta 1911, bajo la cabecera Anuario del comercio, de la industria, de la magistratura y de la administración.
     Pues bien, en su página 1997, encontramos a cuatro columnas la referencia dedicada a nuestro pueblo, dentro del capítulo dedicado a Sevilla y su provincia, entre los pueblos, ayuntamientos y agregados del partido judicial de Sevilla, concretamente en la cuarta columna en la parte inferior, que pasamos a transcribir literalmente, completando entre corchetes la explicación de las abreviaturas:

BURGUILLOS. - V. [Villa] con Ayunt. [Ayuntamiento] de 586 hab. [habitantes], sit. [situada] á 20 kilóm. [kilómetros] de Sevilla. - Produce cereales, aceite y naranjas, y se crían ganados de todas clases. - Carretera á la Capital.- La estación más próxima Brenes, á 7 kilóm.- (40).
Alcalde. - Pérez (Manuel).
Secretario. - Álvarez (José).
Juez municipal. - Rodríguez (Manuel).
Fiscal. - Benito Laya (Eusebio).
Secretario. - Álvarez (José).
Párroco. - Rodríguez (Miguel).
Instrucción pública. - Profesor, FRANCO Barrera (José). - Profesora, Álvarez (Ángela).
Abacerías. - Antón (Benito). - Brenes (Antonio). - Marcos (José).
Médico. - Medina (Francisco).
Posadero. - Benito (Eusebio).
Restaurant. - Olmedo (Antonio).
Tejidos. - Medina (Francisco). - Rosa (Manuel).
   En este año de 1894, El Anuario repite prácticamente los mismos datos de años precedentes, salvo que corrige la distancia a la capital (ya indica 20 kms.), y ya anuncia la cercana estación del ferrocarril de Brenes y omite el día festivo local, lo que implica una continuidad y normalidad en la vida cotidiana de nuestro pueblo, que contaba con 586 habitantes.

lunes, 20 de junio de 2022

Bibliografía: El yacimiento arqueológico nº 107 (Cardona), de Burguillos en el libro "Implantation rurale antique sur le Bas-Guadalquivir", de Michel Ponsich, editado por el CSIC, en Madrid, en 1974.

     Mostramos en Historia de Burguillos los datos del yacimiento arqueológico nº 107 (Cardona) de Burguillos, que aparece en la principal monografía dedicada al estudio de la arqueología romana del término municipal de nuestro pueblo. Se trata de "Implantation rurale antique sur le Bas-Guadalquivir" [Antiguo asentamiento rural en el Bajo Guadalquivir], obra de Michel Ponsich, editado por el Laboratorio de Arqueología de la Casa de Velázquez (CSIC), en Madrid, en 1974.
     Es una obra imprescindible para conocer la historia de nuestro pueblo en época romana, y por supuesto de toda nuestra comarca, y en definitiva el Bajo Guadalquivir. Fundamental para nuestro pueblo porque en él se detallan, nada más y nada menos, que 25 yacimientos arqueológicos enclavados en el término municipal de Burguillos, siendo el aquí descrito el nº 107 (Cardona), que aparece en la página 92, y que pasamos a transcribir literalmente:
‎ ‎

107 - CARDONA
                    ‎Coordenadas: 396,7 / 336,8.‎
                    Término :          Burguillos.
‎     Cortijo‎‎: se basó en una importante posición estratégica. Según los informes, se encontraron tumbas y paredes romanas durante su construcción.‎

lunes, 13 de junio de 2022

Arte: La imagen "San Antonio de Padua", atribuible a Juan Cano Zamorano, en el Retablo de la Virgen del Valle, de la Iglesia de Burguillos

     Mostramos en Historia de Burguillos, la imagen "San Antonio de Padua", que podemos contemplar en el retablo de la Virgen del Valle, de la iglesia parroquial de San Cristóbal mártir de nuestro pueblo, aprovechando que hoy, 13 de junio, es la Memoria de San Antonio, presbítero y doctor de la Iglesia, que, nacido en Portugal, primero fue canónigo regular y después entró en la Orden recién fundada de los Hermanos Menores, para propagar la fe entre los pueblos de África, pero se dedicó a predicar por Italia y Francia, donde atrajo a muchos a la verdadera fe. Escribió sermones notables por su doctrina y estilo, y por mandato de san Francisco enseñó teología a los hermanos, hasta que en Padua descansó en el Señor (1231) [según el Martirologio Romano reformado por mandato del Sacrosanto Concilio Ecuménico Vaticano II y promulgado con la autoridad del papa Juan Pablo II].
   Y que mejor día que hoy, para analizar dicha imagen dedicada a San Antonio de Padua.


      Es una imagen en madera dorada y policromada, que ocupa una repisa de la calle lateral del Retablo de la Virgen del Valle, con unas medidas de 47 x 27 x 19 cms., en estilo barroco. Se trata de una imagen de bulto en el que se representa al San Antonio de Padua con el Niño Jesús. Esta obra procede del Retablo Mayor y por ello conocemos su autor y fecha de realización, Juan Cano Zamorano en 1754-1756, y hay que ponerla en contexto con la obra que hizo el propio Juan Cano Zamorano para el desaparecido Retablo Mayor de la Ermita de San Gregorio de Alcalá del Río, y de la que sólo se salvaron las imágenes de San Antonio de Padua, y San José, curiosamente las mismas que pertenecientes al Retablo Mayor de nuestra parroquia, hoy ocupan un lugar en el Retablo de la Virgen del Valle. 



Conozcamos mejor la Historia, Leyenda, Culto e Iconografía de San Antonio de Padua, presbítero y doctor de la Iglesia:
HISTORIA Y LEYENDA
   San Antonio de Padua que es, después de San Francisco de Asís, el más popular de los santos franciscanos, más bien debería llamarse San Antonio de Lisboa, puesto que nació en dicha ciudad en 1195 y sólo pasó en Padua los dos últimos años de su vida. Aunque de origen portugués, fue acaparado por Italia.
   Después de haber estudiado en el convento de Santa Cruz de Coimbra, en 1220 ingresó en la orden de los hermanos menores, donde cambió su nombre de pila, Fernando, por el de Antonio. Buscó el martirio en Marruecos donde cinco franciscanos acababan de ser asesinados, pero derrotado por la fiebre se lo obligó a reembarcar. La tempestad lo arrojó a las costas de Sicilia y se dirigió a Asís, cuna de su orden.
   A partir de entonces se dedicó a la predicación. Después de haber enseñado teología en Bolonia, recorrió el sur y el centro de Francia, predicó en Arles, Montpellier, Puy, Limoges y Bourges.
   En 1227 participó en el capítulo general de Asís. En 1230 se ocupó de la traslación de los restos de San Francisco. Predicó en Padua y allí murió a los 36 años, en 1231.
   Durante el siglo XIII permaneció en la sombra de San Francisco. Su leyenda se formó y difundió en el siglo XV, gracias a los sermones de San Bernardino de Siena. Por otra parte, su vida legendaria es un calco de la atribuida a San Francisco de Asís, quien se le habría aparecido mientras predicaba en un convento de los franciscanos de Arles.
   Tal es el caso de la Predicación a los peces. Un día, en Rímini, sobre la costa del Adriático, San Antonio predicaba sin éxito ante una asamblea de heréticos. Como su audiencia hacia oídos sordos, se dirigió a la playa y comenzó a predicar a los peces. Apenas hubo comenzado, cuando innumerables peces de todos los tamaños llegaron aprisa, apretujándose unos contra otros y disponiéndose según sus tamaños, de manera que sus cabezas salían del agua. El santo les habló de la bondad del Creador hacia ellos; luego los despidió, como en la misa (ite, missa est) dándoles su bendición. 



   Es evidente que esta pintoresca fábula ha sido inventada para formar pareja con la Predicación de San Francisco a los pájaros.
   Otro tanto ocurre con el motivo de la Virgen entregando el Niño Jesús a San Antonio de Padua, que forma pareja con la Aparición de Cristo Serafín a San Francisco en la escena de la Estigmatización.
   San Antonio de Padua es esencialmente un taumaturgo. En Italia se lo llama Il Taumaturgo, en España, El Milagrero.
   Pero los milagros que se le atribuyen al santo no son nada originales: la mula que se arrodilla ante la hostia, el recién nacido que nombra a su padre, la pierna cortada que vuelve a pegarse… son tópicos  de la literatura hagiográfica. El milagro de la mula, hermana de la borrica del profeta Balaam y del asno del pesebre de Belén, habría ocurrido en la localidad de Bourges.
   Un judío llamado Guillard (es aquel que, después de su conversión, habría fundado la iglesia de Saint Pierre le Guillard) se negaba a admitir la presencia real de Cristo en el sacramento de la Eucaristía. Prometió creer en ello si una mula situada, como el asno de Buridán, entre una ración de avena y una hostia, se inclinaba ante el Santo Sacramento. Con sus plegarias y oraciones San  Antonio consiguió la genuflexión de la mula y de inmediato el incrédulo abjuró de su error.
   El niño recién nacido que habló está copiado de las leyendas de San Ambrosio y de San Briccio. Un marido que sospechaba la infidelidad de su mujer no quería reconocer al niño que creía nacido de una relación adúltera. San Antonio tomó el recién nacido en brazos y le ordenó que dijese el nombre de su padre. El niño, fajado y envuelto en pañales, respondió con la voz de otro de diez años: “He aquí a mi padre”.
   El milagro de la pierna cortada es una copia de la leyenda de los santos médicos Cosme y Damián, o de San Eloy, y los dominicos la atribuyen a San Pedro Mártir. Un joven de Padua confiesa haber dado una patada a su madre en un momento de cólera. San Antonio le dice: “El pie que ha golpeado a un padre o a una madre debería ser cortado.”  De inmediato, el joven que se toma la reprimenda al pie de la letra, se corta el pie. El santo, conmovido por su arrepentimiento, lo curó haciendo la señal de la cruz.
   La lista de estos milagros, que durante mucho tiempo alimentaron el repertorio de la pintura italiana, está lejos de agotarse. Citemos además el descubrimiento del corazón del avaro, que se encuentra en su arquilla o caja de caudales, simple ilustración de un sermón acerca de la avaricia, falsamente atribuido a San Buenaventura (Este sermón es rechazado como apócrifo por los editores de las Obras Completas de San Buenaventura [S. Bonaventurae Opera omnia], publicadas por los franciscanos en Quaracchi, cerca de Florencia), la resurrección de un niño que su madre había dejado caer en un caldero de agua hirviente creyendo que lo acostaba en la cuna, el milagro del vaso de vidrio que un caballero deja caer al suelo desde un balcón sin que se rompa, el sermón oído a distancia por una mujer que no había podido acudir a la iglesia, ejemplo de teleaudición.
CULTO
    Fue canonizado sólo un año después de su muerte, en 1232.
   Hasta finales del siglo XV, el culto de San Antonio permaneció localizado en Padua, que le edificó una magnífica basílica de cúpulas, denominada Il Santo, el santo por excelencia. A partir del siglo siguiente se convirtió, en principio, en el santo nacional de los portugueses, que ponen bajo su advocación las iglesias que edifican en el extranjero; y luego en un santo universal. Tiene dos iglesias bajo su advocación en Madrid: la de San Antonio de la Florida y la de San Antonio de los Alemanes.
   La devoción del pan de San Antonio es de origen relativamente reciente.
   Se lo invocaba para el salvamento de los náufragos y la liberación de los prisioneros. En la actualidad se lo invoca sobre todo para recuperar los objetos perdidos.
   La imaginería popular lo califica de abogado de los objetos perdidos.
   No obstante ¡curioso fenómeno! No existe la menor huella de ese patronazgo antes del siglo XVII. Se ha preguntado con frecuencia por qué misteriosas razones la devoción popular lo había elegido para ese oficio, puesto que son otros los santos a quienes la tradición les atribuye el milagro del anillo, de la bolsa o de la llave encontrados en el vientre de un pez. Según Guy Coquille, que escribiera en 1612, habría que ver en ese fenómeno el efecto de un mal juego de palabras con su nombre: antiguamente se lo llamaba Antonio de Pade o de Pave, abreviatura de Padua (Padova). De ahí, a atribuirle el don de recuperar los épaves (En francés, pecios, bienes mastrencos, objetos perdidos. La palabra epave [del latín expavidus, austado] se aplicaba primitivamente a los animales extraviados), es decir, los bienes perdidos, extraviados, cuyo propietario se ignora, no había más que un paso que dio la etimología popular, que cuenta en su activo con muchos otros chistes del mismo género.
   Según otra explicación, un novicio le habría robado el salterio y él pudo conseguir hacérselo devolver.
   Los fabricantes de porcelana de la localidad de Nevers lo habían adoptado como patrón porque convirtió a un herético impidiendo que un vaso arrojado al suelo se rompiese.
   Los marinos portugueses lo invocaban para tener buenos vientos en las velas. Y para mayor seguridad, fijaban su imagen en el mástil del barco hasta que sus ruegos fueran satisfechos.


ICONOGRAFÍA
   No poseemos ningún retrato auténtico de San Antonio de Padua. Según un cronista paduano, no tenía nada de la ascética delgadez de San Francisco. Por el contrario, era de talla inferior a la media y muy corpulento, con una cabeza redonda y un vientre de hidrópico. Pero el arte no ha tenido en cuenta esos testimonios y le concedió el mismo aspecto demacrado de San Francisco. El dominico Santo Tomás de Aquino, que también era obeso, fue idealizado de la misma manera.
   Está representado con hábito de franciscano, ceñido a la cintura por un cíngulo.
   Los atributos muy numerosos que se le asignan son en su mayoría tardíos y casi todos copiados, igual que sus milagros, de otros santos.
   Las llamas que brotan de su mano proceden de una confusión iconográfica con su homónimo, San Antonio Abad, el anacoreta de Egipto que curaba el fuego de San Antón (el ejemplo más antiguo se encuentra en un fresco de Agnolo Gaddi en la iglesia de S. Croce de Florencia). El corazón inflamado que sustituyó luego a las llamas, viene de San Agustín.
   La rama de lirio, símbolo de pureza, parece ser un esqueje tomado de su panegirista, San Bernardino de Siena. En todo caso puede comprobarse que el lirio abierto no se le concedió como atributo antes de 1450, fecha de la canonización de San Bernardino.
   El Niño Jesús, sentado o de pie sobre un libro, en alusión a la Aparición que tuvo en su habitación, se convirtió en su atributo más popular, pero solo a partir del siglo XVI. Y el arte barroco de la Contrarreforma lo puso de moda. Representado así, con el Niño a quien adora o acaricia, recibe de sus devotos alemanes el nombre familiar de Kindtoni.
   A esos atributos se suman el crucifijo florido, los peces escuchando el sermón y la mula arrodillada ante la hostia.
   Por último, a veces se lo ve colgado como un estilita en las ramas de un nogal que había plantado en su celda, y desde el cual conversa con fray León y San Buenaventura, sentados a los pies del árbol (Louis Réau, Iconografía del Arte Cristiano. Ediciones del Serbal. Barcelona, 2000).

lunes, 6 de junio de 2022

Geografía: El paraje "Cruz Chiquita"

     Mostramos en Historia de Burguillos una pequeña reseña del paraje "Cruz Chiquita".

     El paraje de la Cruz Chiquita, lugar que toma su nombre, según mi opinión, de que en ese lugar debió existir una cruz a modo de crucero, que serviría de indicación y de alguna estación del Vía Crucis, puesto que muy cerca se ubicaba el ya desaparecido Convento de Sancti Spiritus del Monte, de la Orden Tercera Franciscana que se encontraba en las inmediaciones.


     Al paraje de la Cruz Chiquita se llega tras salir del casco urbano de Burguillos, bien por la calle Real, o bien por la calle Blas Infante, tomar la Vereda de los Rodeos (la que pasa junto al Cementerio Municipal "Nuestra Señora del Rosario Coronada"), y tras pasar bajo la segunda línea de alta tensión que nos encontremos, justo en un amplio cruce de caminos nos encontraremos en el paraje de la Cruz Chiquita, delimitado al Norte, por la Vereda de los Rodeos y el paraje "La Viña"; al Este, por la Casa de la Dehesilla de Mudapelos; al Sur, por los parajes de "Pasadavieja" y "La Dehesa"; y, al Oeste, por la Vereda de los Rodeos, encontrándose a unos 2,5 km. de nuestro pueblo y a una media de 140-150 m. de altitud. Señalar que todas las imágenes provienen del Instituto Geográfico Nacional.