Cada lunes una nueva entrada con una noticia sobre Historia, Arte, Geografía, Bibliografía, Patrimonio, Fotografía, Hemeroteca, ... de nuestro pueblo: BURGUILLOS

Historia, Patrimonio, Arte, Bibliografía, Hemeroteca, ... sobre nuestro pueblo: BURGUILLOS

lunes, 27 de noviembre de 2017

Bibliografía: Capítulo X "Hechicerías y supersticiones" del libro "El Señorío de Burguillos (Sevilla); una aproximación a su historia" de Francisco Rodríguez Hernández, de 1999.

   Mostramos en Historia de Burguillos el capítulo X del libro "El señorío de Burguillos (Sevilla); una aproximación a su historia", de Francisco Rodríguez Hernández, editado por el Ayuntamiento de Burguillos y la colaboración de la Diputación de Sevilla en 1999, y que trata sobre Hechicerías y supersticiones, ocupando las páginas 47 a la 50 de dicha monografía y que pasamos a transcribir íntegramente:
Pág. 47 del libro "El Señorío de Burguillos (Sevilla); una aproximación a su historia".
Hechicerías y supersticiones
   Desde la más remota antigüedad, los pueblos del orbe han adecuado su conducta, a una serie de creencias y costumbres, que han estado generadas por la superstición popular imperante en cada época. Siempre hubo algo sobrenatural en qué creer, por lo que la mentalidad humana, esclavizada por estos condicionamientos, no puede liberarse de precisar en todo momento, de alguien a quién culpar de sus desgracias, o de agradecer su buena estrella.
   En los siglos XVI y XVII, por ejemplo, el grado de credulidad en estas extrañas y oscuras presencias, estaba tan exacerbado, que hoy sorprende su extensión y arraigo.
   Es posible que sus más remotos antecedentes, se hallen en la paganía lejana, que en el devenir de los tiempos, incidía de manera infalible, en poblaciones de naturaleza primaria, moldeadas por la incultura.
   No obstante su origen popular, otras clases sociales superiores, incluso la realeza, quedaron también atrapadas en estas tupidas mallas.
   Hay que añadir que en Andalucía, la ausencia de alfabetización, convertía a la inmensa mayoría del pueblo, en una masa iletrada, sin capacidad de crítica, y sujeta por lo tanto, a toda clase de imposiciones, que tenían su origen, en los intereses de la clase dominante.
   El demonio, por ejemplo, era sujeto presente en todo tipo de acontecimiento de naturaleza adversa.
   Cuando había temporal, que originaba granizos y lluvias torrenciales, sobre las nubes más negras, se veían cabalgando algunos diablos. Así se asegura en escritos de la época.
   Los poderes que se atribuían al demonio, eran infinitos, que la ingenua credulidad de la gente admitía sin la menor duda.
   Aquellas personas que tenían la desgracia de albergar en sus cuerpos, a tan molesto e incómodo huésped, quedaban en la imperiosa necesidad de recibir de inmediato, los servicios del exorcista, para que procediera al lanzamiento de rigor, utilizando para ello, las complicadas fórmulas que es de ritual en estos casos.
   El enfrentamiento con el diablo era muy arriesgado, y resulta de todo punto conveniente no olvidar que dominaba a la perfección, todas las lenguas que se hablaban en la tierra, así como las muertas. También era un experto médico y filósofo, y no existía ningún saber que le fuera ajeno.
   En los exorcismos, y para conjurar al demonio, que ocupaba un cuerpo, a que lo abandonase, el sacerdote  especializado  empleaba  "antífonas, jaculatorias, usuales  en el  ritual  romano, oraciones
Pág. 48 del libro "El Señorío de Burguillos (Sevilla); una aproximación a su historia".
que no lo son menos; la dominical, el avemaría, el credo y la letanía de los santos, salmos del salterio, trozos del evangelio, como los que se dicen en la misa cotidiana, impetraciones especiales al omnipotente, y por último, conminaciones al demonio, para que obedezca las órdenes que le da Dios, por boca del sacerdote oficiante. Todo esto lo recoge el duque de Maura, en su obra Supersticiones". - Calleja. - Madrid. - procedente a su vez, del Manual del padre Benito Remigio Noydens (1668).
   Y añade dicho padre textualmente:
   Aquí procure el exorcista, saber el nombre del demonio y de sus cómplices y compañeros; la causa por qué entraron, etc., obligándoles  con duras amenazas y oprobios.
   Las causas de esta medida, las da el propio moralista:
   Cuando el demonio, obligado por los conjuros, diga su nombre, ha de procurar el exorcista, saber su significación, o por mejor decir, el vicio o pecado a que asiste, para poder aplicar el remedio con la virtud contraria.
   Algunas veces se llama al demonio Belial, que quiere decir sin yugo, o sin señor ni amo, porque todas sus ansias se encaminan a querer ser libre. Algunas veces se llama Belcebú, que significa vir muscarum, esto es, de las almas que pecaron, Otras veces se llama Satanás, esto es, adversario. Otras se llama Beheinios, que quiere decir bestia. Otras veces Asmodens, demonio de fornicación. Otras se llama Liviatán, demonio de la soberbia. Otras Maumón, que es demonio de la avaricia. El nombre de Doemón, significa sanguinis sitiens, porque tiene sed de sangre y procura con anhelo los pecados. El nombre de Diábolus, se deriva de día y bolus, esto es, dos bocados, porque se come dos dos bocados del hombre, cuerpo y alma.
   El moralista pone un solo ejemplo:
   Si un demonio dice que su nombre es Belial, que como se ha dicho es demonio sin carga, holgazán y amigo de su libertad, podía el exorcista poner en los hombros del endemoniado un crucifijo, para que le sirva de yugo, y amenazarle que no lo ha de quitar, hasta que dé palabra, de ir a buscar su libertad.
   Noydens, recomienda asimismo, que se bendiga un poco de lumbre y azufre, para quemar la figura y el nombre del demonio, escrito en papel bendito.
   Como se ve, el príncipe de las tinieblas, participaba en toda clase de intrigas.
   Los casos que se cuentan y los procedimientos que se empleaban, son infinitos, pero basta con lo escrito para comprender cual era el marco de las supersticiones en esos siglos.
   No se crea que la acción infernal era monopolio exclusivo del demonio. Otros elementos distorsionadores de la paz interior de cada cual, también terciaban, echando su cuarto a espada en los momentos más inoportunos; tal sucede con los hechiceros y brujos, maestros reconocidos en el manejo de útiles tan eficaces  como espejos maléficos, estatuillas atravesadas de alfileres, y potingues
Pág. 49 del libro "El Señorío de Burguillos (Sevilla); una aproximación a su historia".
variados cuyas fórmulas, con solo leerlas mueven al vómito, así como otras artes impregnadas de truculencias, con que se afligían a las víctimas escogidas, envolviéndolas en la maldición de un hechizo. En esta actividad destacaron brujas famosas, como por ejemplo; las Camachas, y otras muchas, que cayeron en manos de la Inquisición y terminaron en la hoguera.
   Cualquiera que pretendiera hacer algún mal siniestro a un niño, no tenía más que "untarse los hombros, en medio de los brazos, y en sus coyunturas, con ungüento hecho de culebras, unto de caballo, tela de niño muerto, corteza de noguera y cera para cuajarlo". Seguidamente se dan palmadas con las manos y se llama tres veces al demonio, diciendo:
Ven, ven Lucifer.
Ven, ven Belcebú.
   A este conjuro, se aparece el requerido en forma de hombre negro, de ojos bermejos y encendidos como fuego, con voz ronca, quién confiere facultad al solicitante, para salir de estampía a la velocidad de su escoba, para llevar a cabo su infame felonía.
   También resulta eficaz, decir tres veces el conjuro:
De viga en viga,
Con la ira de Dios
Y Santa María.
   Con ello se obtenían idénticos resultados que con el anterior conjuro, (sigo textos que reproduce el duque de Maura, obtenidos de Ciruelo, Navarro y Thiers, así como extractos del libro de Cirac).
   Los procesos inquisitoriales -insisto- sobre este tema, que se custodian en los archivos, son infinitos.
   Como se ha dicho, la realeza no quedaba excluida de esta danza macabra, y el infeliz Carlos II, último monarca de la Casa de Austria, tuvo que soportar el acoso constante de todo tipo de pruebas, que le fueron practicadas para intentar liberarlo de sus molestas tribulaciones demoníacas. Primero se le consideró un endemoniado, y como a tal, se le aplicaron los remedios al uso, que por lo que se sabe, no dieron el resultado que se esperaba, en vista de los cual y dada la urgencia, por la calidad del personaje, se recurrió a un acreditado especialista en la materia con fama de eficacia en sus intervenciones; me estoy refiriendo a Fray Mauro Tenda, quien después de un minucioso estudio de la situación, llegó a la conclusión, de que el Rey estaba hechizado. Todo lo cual se dedujo del descubrimiento de un saquito abultado que llevaba siempre sobre el pecho y que al acostarse, ponía siempre debajo de la almohada.
   Resultó contener, según dos frailes, únicos que lo vieron, todas las cosas que se suelen emplear en los hechizos: cáscaras de huevos, uñas de los pies, cabellos, y otras por el estilo.
   Al cabo de un mes de serle aplicados numerosos exorcismos, Fray Mauro Tenda, declaró que tenía completamente dominado al demonio, y en disposición de lanzar el maleficio cuando conviniera, con solo hacer el Rey, confesión general.
Pág. 50 del libro "El Señorío de Burguillos (Sevilla); una aproximación a su historia".
   El cual, harto tal vez, de soportar todo tipo de experimentos para ayudarle en su desgracia, no le quedó más salida, como recurso supremo, que morirse, para verse por fin libre del cerco de supersticiones que lo envolvían, así como también de los aprovechados de que estaba rodeado.
   De los médicos en general nada se podía esperar, por lo limitado de sus conocimientos. Hay que admitir que incluso en muchos casos, su intervención aceleraba la muerte del paciente; la purga y la sangría eran los remedios que prescribían con más frecuencia, y que en tantas ocasiones resultaron fatales para el pobre enfermo.
   La gente, llena de ignorancia y presa del miedo, creía y recurría con más fe a toda clase de curanderos, saludadores y astrólogos. Esta última era tenida por una ciencia infalible, hasta el punto de que en el año 1571, las cortes de Castilla, solicitaron que nadie pudiera ser médico, sin tener previamente el título de bachiller en astrología.
   Se creía como ciencia probada, en la influencia y generación de enfermedades y su evolución, en uno u otro sentido, en los eclipses, conjunción de los astros, movimientos planetarios, alteraciones del aire, etc.
   Casarse en miércoles traía mala suerte, así como en los meses de mayo y agosto.
   Si una embarazada veía revestirse al sacerdote, y ceñirse el cíngulo al alba, nacería su hijo con el cordón umbilical arrollado al cuello, y moriría asfixiado.
   Pongamos con esto punto final, pues hay materia sobrada, para contar y nunca acabar. Sépase, que en este aluvión de temores disparatados, vivían los pueblos en los siglos que comentamos, y aún posteriores, hasta el punto de que no se ha agotado del todo la superstición y creencia en tantas banalidades, hijas del profundo miedo en que se vivía. Todavía, en numerosos lugares de la geografía nacional, la consulta del curandero, se ve muy concurrida.

lunes, 20 de noviembre de 2017

Bibliografía: La calle Burguillos en Málaga, en la "Enciclopedia del callejero malagueño", de Domingo Mérida, editado en 2008.

   Mostramos en Historia de Burguillos, la referencia que se hace a nuestro pueblo en la "Enciclopedia del Callejero Malagueño", de Domingo Mérida en 2008, siendo una edición corregida y ampliada del libro "3.900 calles" del mismo autor, editada por el Área de Cultura del Ayuntamiento de Málaga en 2008, en un ejemplar facilitado por la Biblioteca Pública Provincial "Infanta Elena".
Portada de "Enciclopedia del callejero malagueño" de Domingo Mérida.
   Así encontramos la referencia a la calle Burguillos, en la página 127 de dicha publicación y que pasamos a transcribir íntegramente:
Pág. 127 de la "Enciclopedia del callejero malagueño" de Domingo Mérida.
"BURGUILLOS. MALTESA - LORENZO VALLA * PUERTO DE LA TORRE. Villa y municipio de la provincia de Sevilla. 1.600 habitantes.".
   Realmente la formación es escasa y errónea en un dato, puesto que nos adjudica en 2008 (año de la edición del libro) una población muy por debajo de la real, ya que en esas fechas casi se llegaban a los 5000 habitantes. Indica que la calle Burguillos va de la calle Maltesa a la calle Lorenzo Valla y pertenece al barrio malagueño del Puerto de la Torre, aunque lo más importante de la publicación es que certifica que dicha calle (desde el punto de vista urbanístico, y como definición, aparece perfectamente delimitada en la población histórica y en los sectores urbanos donde predomina la edificación compacta o en manzana, y constituye el espacio libre, de tránsito, cuya linealidad queda marcada por las fachadas de las edificaciones colindantes entre si. En cambio, en los sectores de periferia donde predomina la edificación abierta, constituida por bloques exentos, la calle, como ámbito lineal de relación, se pierde, y el espacio jurídicamente público y el de carácter privado se confunden en términos físicos y planimétricos) fue rotulada con el nombre de nuestro pueblo, hecho singular, pues hasta la fecha todas las calles dedicadas a nuestro pueblo se circunscriben a las poblaciones cercanas a nuestro pueblo y a la capital provincial.

lunes, 13 de noviembre de 2017

Geografía: El Paraje Burguillos en Monreal del Llano (Cuenca - Castilla-La Mancha)

   Mostramos en Historia de Burguillos una pequeña reseña del Paraje Burguillos, un lugar que lleva también lleva el nombre de nuestro pueblo (aunque no sabemos ni el motivo ni siquiera si está relacionado con nuestro pueblo o con otro de los municipios que llevan nuestro mismo topónimo) enclavado en el término municipal de Monreal del Llano (Cuenca), a 2 kms. del centro urbano, y al que se llega por la carretera CUV-3011 en dirección a la ctra. N-420 (entre Mota del Cuervo y Belmonte), y a 455 km. de nuestro pueblo. Señalar que todas las imágenes provienen del Instituto Geográfico Nacional y Google Maps.
Mapa de la situación del Paraje Burguillos, de Monreal del Llano (Cuenca) y cercano a Belmonte.
   El Paraje Burguillos se encuentra a 720 m de altura y es una suerte de tierra del término municipal de Monreal del Llano, pequeña población de la provincia de Cuenca de apenas 70 habitantes, muy cercana a Belmonte, población de mayor entidad. Poco o nada podemos decir de este enclave, salvo el orgullo para los burguilleros de que este lugar lleve el nombre de nuestro topónimo.
Fotografía aérea de la situación del Paraje Burguillos, de Monreal del Llano (Cuenca) y cercano a Belmonte.

lunes, 6 de noviembre de 2017

Hemeroteca: Tasación para la venta del Convento de Sancti Spiritus de Burguillos, en la "Gaceta de Madrid" de 13 de julio de 1836.

   Mostramos en "Historia de Burguillos" la noticia recogida en la "Gaceta de Madrid", editado  en Madrid, por la Imprenta Real el 13 de julio de 1836 y que se encuentra en el Archivo del Boletín Oficial del Estado, del cual es el antecedente, de ahí que sea el órgano oficial del Estado. 
 
   Fue una publicación periódica oficial editada en Madrid desde 1697 hasta 1936 en la que fue sustituida en la práctica por el denominado Boletín Oficial del Estado. La Gaceta, en el momento de su nacimiento, estaba dirigida y administrada desde la iniciativa privada. Esta circunstancia varía por completo durante el reinado de Carlos III, quien, en 1762, decide otorgar a la Corona el privilegio de imprimir La Gaceta. De esta forma, la publicación pasa a convertirse en un medio de información oficial que refleja los criterios y decisiones del Gobierno.
   Posteriormente, por la Real Orden circular del Gobierno dirigida á todas las autoridades del reino de 22 de septiembre de 1836, se establece que los decretos, órdenes e instrucciones que dicte el Gobierno se considerarán de obligación desde el momento en que sean publicados en La Gaceta. De este modo, La Gaceta pasaba a convertirse en un órgano de expresión legislativa y reglamentaria, característica que conservará hasta la actualidad.
   En cuanto a la estructura de La Gaceta, es en 1886 cuando se establece que la publicación sólo contendrá documentos de interés general (leyes, decretos, sentencias de tribunales, contratos de la Administración Pública, anuncios oficiales, entre otros); asimismo se establece un orden de preferencia en la publicación de las disposiciones que atiende a criterios de urgencia y un orden de prioridad de la inserción de documentos: Leyes, Reales Decretos, Reales Órdenes. Por último, se prescribe que, dentro de cada sección, el orden de publicación ha de ser el de antigüedad de los Ministerios, siempre tras la Presidencia del Consejo de Ministros. Toda esta estructura será perfilada por una Real Orden de 6 de junio de 1909.
   Por lo que se refiere a la denominación, previamente había recibido nombres como Gazeta nueva de los sucesos políticos y militares (1661-1662), Gaceta ordinaria de Madrid (1667-1680) o Nuevas ordinarias de los sucesos del Norte (1683-1697). En 1697 empezó a publicarse como Gaceta de Madrid, nombre que mantendría, con transitorios cambios de denominación, hasta entrado el siglo XX. Es importante resaltar que en determinados momentos históricos convivieron, al mismo tiempo, varios diarios oficiales con denominaciones distintas.
   En 1936, tras el estallido de la guerra civil, adoptó el título Gaceta de la República: Diario Oficial en noviembre de dicho año. Esta publicación sería sustituida tras el fin del conflicto por el Boletín Oficial del Estado, que se había empezado a publicar el 2 de octubre en la zona sublevada tras una etapa previa bajo el título Boletín Oficial de la Junta de Defensa Nacional.
Pág. 1 de La "Gaceta de Madrid" de 13 de julio de 1836.
   Pues bien, en su página 1, se inicia una noticia que pasamos a transcribir literalmente:
   "Relacion número 54 de las fincas nacionales designadas para su tasación á virtud de la facultad que al efecto concede el artículo 4º del Real decreto de 19 de Febrero último á cualquier español o extrangero."
   Le sigue un esquema con la lista de las 54 fincas incluidas en dicha relación (57 en la página 1, y 13 en la página 2), de la que nos interesa la número 26 de la lista, y que pasamos a transcribir literalmente (entre paréntesis el título de la relación):
   (NÚMEROS CORRELATIVOS DE LAS FINCAS DESIGNADAS): 2363
   (CLASE Y SITUACIÓN DE LAS FINCAS): El convento arruinado y manantial que lo surte de agua
   (CORPORACIÓN Á QUE PERTENECIAN): Sancti Spiritus
   (PUEBLO Y PROVINCIA DONDE RADICAN): Término de Burguillos.  Sevilla
Pág. 2 de La "Gaceta de Madrid" de 13 de julio de 1836.
   Este documento señala al Convento de Sancti Spiritus del Monte, perteneciente a la Orden Tercera de San Francisco que hubo en en el término de nuestro pueblo, puesto a la venta con la Desamortización de Mendizábal (Real Decreto de 19 de febrero de 1836, en el que se declara la venta de Bienes del Clero, según unas circunstancias) a la que se alude en el inicio de la noticia, mencionando expresamente el artículo 4º de ese Real Decreto, que dice lo siguiente:
   "Art. 4º Cualquiera español ó extrangero tendrá facultad para pedir por escrito al intendente de la provincia que disponga la tasación de la finca ó fincas que designare entre las que todavía no hubieren sido tasadas, ni comprendidas por lo tanto en las listas publicadas para proceder á las subastas."
   Señalar que ya por aquella fecha de 1836 el convento estaba abandonado y parte de sus bienes patrimoniales (como por ejemplo el Santísimo Cristo del Voto y María Santísima del Valle) habían pasado en 1811 a la iglesia parroquial de San Cristóbal, pero esto ya se comentará con detenimiento en otras entradas.