Mostramos en Historia de Burguillos una pequeña reseña del Arroyo de los Carrizos y del Pilar de la Dehesa, de Burguillos. Señalar que toda la información aquí mostrada proviene del Instituto Geográfico Nacional, Geoenciclopedia y de Google Maps.
La denominación del Arroyo de los Carrizos y del Pilar de la Dehesa hay que buscarla en la propia geografía de su curso fluvial. Así el Carrizo es una especie de caña del género Phragmites de la familia Poaceae, siendo una planta perenne, con un rizoma rastrero con capacidad para crecer en la superficie buscando agua. Puede alcanzar los 4 m de altura y 2 cm de diámetro, presentando una gran inflorescencia al final del tallo. Tiene una distribución cosmopolita y subcosmopolita. Geófito. Suele habitar suelos húmedos y orillas de cursos de agua y lagunas. En ríos se encuentran fundamentalmente en los tramos más bajos, en los que la velocidad del curso de agua les permite enraizar. Puede soportar bastante bien niveles moderados de salinidad en el agua y en el suelo, necesitando suelos encharcados hasta profundidades de 5 dm, por lo que es posible encontrarlo en las proximidades de marismas y zonas más salobres. Esta caña ha sido utilizada tradicionalmente para techar chozas y preparar cercados en algunos lugares.
Mapa del término municipal de Burguillos en el que aparece el Arroyo de los Carrizos y del Pilar de la Dehesa. |
Los arroyos son flujos de agua casi continuos, pero a diferencia de los ríos, su longitud es menor así como su caudal, entendiendo este como el volumen de agua que contiene. Seguramente has escuchado que un río es muy caudaloso; esto alude al hecho de poseer “mucha agua”, lo que no sucede con los arroyos. Los arroyos son pequeños y de escasa profundidad, con márgenes casi verticales compuestos de suelo y sedimento en vez de roca. Su caudal puede variar en las distintas épocas del año, por lo que durante algún tiempo el flujo de agua de algún arroyo se ve interrumpido y se seca. Esto es más común en épocas de sequía o de falta de lluvias en verano o invierno.
Al igual que otros cuerpos de agua, pueden desembocar en el mar o en grandes cuerpos de agua dulce. Poseen un lecho rocoso y muchos son fácilmente vadeables, es decir, pueden cruzarse a pie, sin necesidad de una embarcación. La navegación en los arroyos es normalmente posible solo para embarcaciones muy pequeñas y únicamente cuando el caudal lo permite, puesto que sería imposible para un barco navegar por tan pequeño cuerpo de agua.
Pese a sus reducidas dimensiones, los arroyos constituyen una gran parte de las aguas de una región o un país, ya que se originan con relativa facilidad. Por ejemplo, un pequeño chorro de agua que cae de un glaciar o una depresión en el suelo cuya agua proveniente de las lluvias se desborda tierra abajo pueden originar un curso de agua pequeño que llega a tomar las características de un arroyo. Con frecuencia su existencia depende del agua de las lluvias.
Algunos arroyos ostentan un nombre con el que lo conocen los pobladores de una región, pero muchos, debido a que tienden a secarse, carecen de un nombre fijo y ni siquiera figuran en los mapas. A menudo son considerados poco importantes ya que no llevan agua durante todo el año como los ríos, pero conforman un valioso recurso para los seres vivos e incluso para los ríos, cuyas aguas pueden ser alimentadas por las de los arroyos.
Sí, es posible diferenciar algunos tipos de arroyos por sus características particulares. Por ejemplo, los llamados arroyos de cabecera son las secciones donde comienzan los ríos y por ende, son las partes más altas de estos. Una clasificación de corrientes las separa según su relación con el tiempo. Así, los arroyos son perennes si sus aguas fluyen durante todo el año, son intermitentes si solo fluyen durante ciertas épocas del año y efímeros cuando sus aguas fluyen únicamente después de llover.
No importa su tamaño; los arroyos son una fuente de agua para cualquier ser vivo que la necesite. Los arroyos, por más pequeños que sean, son una fuente de agua para cualquier ser vivo que la necesite. Los más grandes y los perennes conforman todo un hábitat para muchas especies de peces y anfibios y proporcionan agua tanto a estos como a animales más grandes. Peces como las percas, las mojarras, y los bagres; aves como patos y garzas; mamíferos como las nutrias, los puercoespines, las ardillas, las zarigüeyas y los murciélagos; anfibios como los sapos y las ranas: todos estos y más animales pueblan arroyos de distintas partes del mundo. A lo largo de crecen hierbas, plantas cortas y árboles adaptados a la presencia de agua, así como musgos.
La contaminación, la explotación de sus recursos, el uso de su suelo como terrenos de cultivo y en general la urbanización son amenazas vigentes que ponen en peligro o terminan con los arroyos, lo que a su vez afecta a los seres vivos incluidos los humanos.
Los arroyos permiten la recarga de agua de humedales, ríos, lagos y otros cuerpos de agua. Brindan un hogar, alimento y refugio a cientos de especies animales y vegetales, contribuyen a mitigar los daños de las inundaciones y filtran contaminantes. Estas bondades son posibles solo si los arroyos mantienen su estado natural óptimo.
El Arroyo de los Carrizos y del Pilar de la Dehesa, es un afluente del arroyo de la Huerta de Abajo por su margen derecha, que a su vez (ya con el nombre de Arroyo de Gabino) lo es del río Guadalquivir, por su margen derecha.
El origen del Arroyo de los Carrizos y del Pilar de la Dehesa es un afloramiento al norte del Cerro Moro (en el término municipal de Castilblanco de los Arroyos), a unos 315 m. de altitud, a 5,22 km en línea recta del ayuntamiento de Burguillos. Sus aguas se vierten en el Arroyo de la Huerta de Abajo en las inmediaciones de el paraje de El Vergel, que a su vez vierte sus aguas en el embalse de Alcalá del Río a la altura del paraje de Las Salinillas, en las inmediaciones del casco urbano de Alcalá del Río, ya en el río Guadalquivir, a 20 m. de altitud, tras recorrer en dirección norte sur aproximadamente unos 12 kms. El Arroyo de los Carrizos y del Pilar de la Dehesa, recibe las aguas de un pequeño arroyo sin nombre conocido (más bien habría que hablar de escorrentía) que corre poco más de 1,5 km, entre los parajes del Pedregalejo y la Ladera Chica, en su margen derecha.
Tras su nacimiento en la ladera norte del Cerro Moro (en el término municipal de Castilblanco de los Arroyos, por el que recorre sus primeros 500 metros de curso fluvial), el Arroyo de los Carrizos y del Pilar de la Dehesa se adentra en nuestro término municipal pasando junto al paraje de la Casa del Serero (a su izquierda) en sentido Oeste-Este, para a partir de aquí ya buscar el Sur, discurriendo posteriormente en paralelo bastante cercano al camino que lleva a La Madroña, entre los parajes de la Ladera Chica (a su derecha) y El Lentiscal (a su izquierda), para pasar bajo una importante línea de alta tensión, justo antes de pasar por el paraje de la Fuente de la Galvana, y continuar entre la Cabreriza del Marqués (a su derecha) y la Casa de las Vacas (a su izquierda), pasando bajo otra importante línea de alta tensión y bajo la Vereda de los Rodeos, para recibir las aguas del Pilar de la Dehesa y a continuación pasar bajo la Colada de San Francisco en el paraje del Capitanejo, y llegar a la altura del Canal del Viar, bajo el que pasa para continuar junto a la antigua Cañada Real de Córdoba a Huelva (a la que hoy se sobrepone la carretera A-460) que salva a nuestro Arroyo de los Carrizos y del Pilar de la Dehesa mediante un sencillo y funcional puente. El Arroyo continúa en dirección Sur, donde a la altura del Cuarto de la Huerta y poco antes del Vergel, vertir sus aguas en el Arroyo de la Huerta de Abajo, que desemboca en el río Guadalquivir en el Embalse de Alcalá del Río, junto al paraje de Las Salinillas, en las inmediaciones del casco urbano de Alcalá del Río.
Nuestro Arroyo de los Carrizos y del Pilar de la Dehesa no lleva agua durante todo el año, dependiendo enormemente de las lluvias que alimentan los afloramientos que lo surten, y por otra parte ha sido importantísimo en la historia de nuestro pueblo puesto que en las inmediaciones de su desembocadura en el Arroyo de la Huerta de Abajo se han ubicado a lo largo de la historia los asentamientos más antiguos de nuestro término municipal destacando los de época romana, pero que debido a los continuos desbordamientos hizo que el asentamiento definitivo se alejara un tanto de este arroyo para ubicarse en época medieval en la zona actual.
Vista del puente de la ctra. A-460 (sobrepuesta a la Cañada Real de Córdoba a Huelva) sobre el Arroyo de los Carrizos y del Pilar de la Dehesa. |
En cuanto al Pilar de la Dehesa, es bastante obvio, porque pasa junto a la Fuente del Pilar de la Dehesa de la que recibe sus aguas, y debido a la importancia de ésta, toma su denominación.
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