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Historia, Patrimonio, Arte, Bibliografía, Hemeroteca, ... sobre nuestro pueblo: BURGUILLOS

lunes, 26 de noviembre de 2018

Bibliografía: Capítulo XXIII "Un oratorio" del libro "El señorío de Burguillos (Sevilla); una aproximación a su historia", de Francisco Rodríguez Hernández, de 1999.

   Mostramos en Historia de Burguillos el capítulo XXIII del libro "El señorío de Burguillos (Sevilla); una aproximación a su historia", de Francisco Rodríguez Hernández, editado por el Ayuntamiento de Burguillos y la colaboración de la Diputación de Sevilla en 1999, y que trata sobre Un oratorio, ocupando las páginas 101 a 108 de dicha monografía y que pasamos a transcribir íntegramente:
Pág. 101 de "El señorío de Burguillos (Sevilla); una aproximación a su historia".
Un oratorio
   En la Villa de Burguillos (Sevilla) existió, en el alborcar del siglo XVIII, un oratorio privado al que todo un papa, concedió facultad para que en él, pudiera celebrarse el Santo Sacrificio de la misa.
   Pero sigamos un orden:
   Lo tenía instalado en su casa del pueblo, el señor de la Villa, don José Bernardo de Quirós y Torices, en una estancia espaciosa y apartada, donde acostumbraba a celebrar los actos de sus devociones religiosas en unión de su familia.
   Pero considerando sin duda insuficiente, la condición modesta de su oratorio, concibió la idea de solicitar del Santo Padre, autorización para que él, pudiera celebrarse el Santo acto de la Eucaristía. Y no le detuvo en su empeño, ni el complicado trámite de su gestión, ni los gastos que todo ello reportaba, puse su consecución representaba para él, un honor que deseaba tener a toda costa, y que no todos conseguían.
Pág. 102 de "El señorío de Burguillos (Sevilla); una aproximación a su historia".
    Por los cauces reglamentarios, cursó su solicitud a Roma, y después de superar las pruebas de ritual, el papa Clemente XI, (1700-1721), por bula de fecha 10 de diciembre de 1700, dirigida al propio solicitante, dio su licencia.
   Dice así la citada bula en la traducción de mi culto amigo el profesor don Francisco Romero Cubero, a quien agradezco su colaboración.

          Al querido hijo José de Quirós, noble de la diócesis hispalense.
          Clemente XI Papa Undecimus ¡Amado hijo! Salud y bendición apostólica para tu consuelo espiritual, cuanta podemos concederte en el Señor, queriendo acompañarla de especiales favores y gracias, absolviéndote de cualquier tipo de excomunión, supensión, entredicho y otras sentencias eclesiásticas, censuras y penas decretadas en cualquier ocasión o causa por derecho o por hombre, si de algún modo estás atado por ellas, liberandote de todas ellas con efecto solo para las presentes y decretando que serás absuelto, por las súplicas humildemente dirigidas a nos en tu nombre, acerca de lo referente a ti que, como dices, ejerces el señorío jurisdiccional y temporal en la localidad de Burguillos, en la diócesis hispalense, para celebrar una misa en tus dependencias domésticas, en la ciudad y en los oratorios de la Diócesis Hispalense, adecuadamente levantadas para ello y equipados o en los que puedan en un futuro levantarse y equiparse, libres de todo uso doméstico, que deben ser visitados y aprobados previamente por el Ordinario del lugar y con licencia del mismo Ordinario, según su criterio, y con tal de que la licencia para celebrar la misa tenga lugar en las mismas mansiones, siempre que no haya sido concedida a otro por cualquier sacerdote secular, aprobado por el mismo Ordinario, o por cualquier sacerdote regular con permiso de sus Superiores, sin perjuicio de cualquier derecho parroquial, en la Pascua de Resurrección, en Pentecostés, en la Natividad de Nuestro Señor Jesucristo y en otras solemnidades del año, en tu presencia y en la de tu familia, y en lo que se refiere a los oratorios existentes en el campo, también con la presencia de tus nobles huéspedes; te concedemos y te permitimos, siempre que no se oponga ninguna constitución, ni cualquier orden apostólica u otras cosas contrarias, que se celebre libremente, que lo hagas prevalecer y lo disfrutes por esta autoridad apostólica. Queremos, sin embargo, que los familiares a tu servicio, que en el tiempo de la celebración de la misa de hecho no sean necesarios allí, no se consideren libres de oír misa en las iglesias los días de fiesta de precento. Dado en Roma, junto a San Pedro, bajo el Anillo del Pescador, el día 10 de diciembre de 1700. Primer año de nuestro Pontificado. J. Oliverius. - Concuerda este traslado con la Bula original a que me refiero. - Sevilla octubre treinta y uno de mil setecientos y un año. - Pedro Luis Roldán. - Notario Apostólico.

   Acto seguido, y siguiendo el protocolo propio en estos casos, se inició un proceso de intervenciones, de acuerdo con los términos del expediente que quedaba abierto.
   A la recepción de la bula, don José Bernardo de Quirós, se dirige a las autoridades eclesiásticas, para ofrecerse, tanto él, como los testigos que presenta, para deponer ante el tribunal constituido al efecto, porque la puesta en ejecución y cumplimiento de lo preceptuado en el documento papal así lo exige.
Pág. 103 de "El señorío de Burguillos (Sevilla); una aproximación a su historia".
Pág. 104 de "El señorío de Burguillos (Sevilla); una aproximación a su historia".
Pág. 105 de "El señorío de Burguillos (Sevilla); una aproximación a su historia".
   Para ello don José [Bernardo] de Quirós, dirige a la autoridad eclesiástica, el escrito que incluyo a continuación, respetando la ortografía original:

          Don Joseph de Quirós, vezino desta ciudad i Señor de la Villa de Burguillos, paresco ante Vmd. i hago presentación deste breve y letras apostólicas de Nuestro mui Santo Padre Señor Clemente, por la divina providencia, Papa Undécimo, por las quales es servido de concederme su licencia y facultad, para que en el oratorio que tengo en las Cassas de mi morada, en la dcha Villa de Burguillos, se pueda decir i celebrar, el Santo Sacrificio de la Missa, y comete a Vmd, que aceptada su comissión, y verificada la narrativa de la dcha bulla i letras apostólicas, de i conceda su licencia y facultad, para que en el dcho oratorio se pueda decir y celebrar el Santo Sacrificio de la Missa.
          A Vmd. pido y suplico aia por presentada la dcha bulla i letras apostólicas y aceptar la comisión y Jurisdición apostólica, que por ellas se le da y concede, y mande reunir información de testigos que incontinenti ofresco y que se cometa a receptor destos Tribunales y comissión al Cura de la dcha Villa de Burguillos, para que se visite el dcho oratorio, y que los testigos se examinen por el tenor de las preguntas del interrogatorio siguientes; pido justicia, [...].

   El expediente completo es muy extenso, por lo que solo vamos a utilizar lo que resulta esencial, para el conocimiento de este importante hecho histórico.
   Los testigos propuestos son, Andrés de Fuenmayor, presbítero, vecino de Sevilla, y los hermanos Antonio y Francisco Calvo de Escalona, también vecinos de Sevilla, y con domicilio en la collación de San Ildefonso.
   La información da comienzo por mandato de don José Baras, Provisor y Vicario General de Sevilla y su Arzobispado, y nombra a don Pedro de la Estrella, como notario receptor del tribunal constituído.
   Hay que anticipar, que don José Bernardo de Quirós, era hijodalgo, caballero y noble, y asimismo, era miembro de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla, desde 1689, y secretario de la misma, desde el 28 de mayo de 1698, al 31 de mayo de 1700, siendo este periodo de tiempo hermano mayor, don Antonio Enrique del Castillo, y de Esquivel, perteneciente a la familia en la que recayó en 1817, el marquesado de este último apellido, de tan fuertes vínculos con Burguillos.
   Había contraído matrimonio el jueves día 7 de julio de 1701, con doña María Clarebout Tello y Eslava, de noble familia sevillana, hija de don Juan Félix Clarebout Tello, que fue fiscal de la Real Maestranza durante muchos años. Los contrayentes residieron en la collación de San Bartolomé.
   Los Bernardo de Quirós, constituían una familia muy vinculada al Señorío de la Villa de Burguillos, que detentaban desde el inicio del segundo tercio del siglo XVII. En tiempos anteriores lo habían sido don Alonso Fernández Coronel, don Juan Alfonso de Alburquerque y el capitán don Alonso Pérez Romero, al que sucedió en la titularidad, don Juan Manuel Bernardo de Quirós, del que fueron heredados  en la misma, sus descendientes, uno de los cuales, don García, fue en 1670, miembro de la
Pág. 106 de "El señorío de Burguillos (Sevilla); una aproximación a su historia".
junta fundadora, de la ya mencionada Real Maestranza de Caballería.
   Reanudamos el relato interrumpido diciendo, que los testigos prestan juramento conforme a derecho, y los tres responden a las preguntas en parecidos términos, por lo que solo voy a consignar, la intervención del presbítero don Andrés de Fuenmayor. Copio a continuación su declaración, modernizando la ortografía y descifrando abreviaturas; dice así:

          Información.- En la ciudad de Sevilla a 14 de octubre de 1701.- Testigo don Andrés de Fuenmayor.
          A la primera pregunta responde que conoce de trato y comunicación, casi toda su vida, y que sabe es hombre noble y por tal es tenido y habido en esta ciudad, y que el dicho don José, como a sus padres y abuelos en esta ciudad, le han guardado y guardan, como fuera de ella, los fueros y privilegios que se observan y guardan, a los caballeros y hombres nobles, y que es público, como haberle visto el testigo, en todas las funciones y actos, que los caballeros de la Maestranza de esta ciudad han tenido, ejecutado y celebrado, que no hay para ello cosa en contrario.
          A la segunda pregunta dijo, que ya tiene dicho y declarado, el mucho trato, comunicación y conocimiento, que tiene el testigo con el dicho don José Bernardo de Quirós, y así expresamente sabe y le consta, que es Señor de la Villa de Burguillos, [Sevilla], y que en ella tiene y ejerce, la jurisdicción temporal, de lo cual el testigo le ha visto, hacer elección de alcalde ordinario y demás capitulares, y poner alcalde mayor y quitarlo, cuando es su voluntad, y que para ello no hay cosa en contrario por ser público, y que sus padres y abuelos, así lo ejecutaron en sus tiempos, como Señores que fueron de dicha Villa y su jurisdicción.
           A la tercera pregunta dijo que le consta y sabe, por haberlo visto, que en la dicha Villa de Burguillos, tiene el dicho don José Bernardo de Quirós, casas propias de su morada, en las cuales tiene una pieza separada y dedicada para oratorio, la cual es muy decente y capaz, para poderse en ella celebrar y administrar el Santo Sacrificio de la misa, y que los ornamentos necesarios, para el que tiene prevenidos, son muy ricos y capaces para con ellos celebrar. Y que el dicho oratorio, está separado  de todas las oficinas, tráfago y concurso de dicha casa, sin que se puedan mezclar ni intervenir en cosa alguna, si no es que de hecho, se va a dicho oratorio. Y que el dicho oratorio y pieza, la tiene el dicho don José, con tal aseo, primor y ornato, que sin escrúpulo alguno, se puede usar del Santo Sacrificio, sin que pueda haber perturbación, que sea digna de reparo ni indecencia alguna.
          A la cuarta pregunta dijo que sabe y le consta, que no hay en dichas casas, otra licencia concedida para celebrar el Santo Sacrificio de la misa, solo el que por gracia de nuestro muy Santo Padre y señor Clemente, por la divina providencia papa undécimo, tiene concedido, según consta por el pedimento, que está por cabeza de esta información. Y sabe el testigo, se ha concedido por dicha bula al dicho don José Bernardo de Quirós, y así es público.
          A la quinta pregunta dijo que lo que lleva dicho y declarado, es público y notorio, por voz y fama, y la verdad, so cargo del juramento hecho. Y lo firmó, y que es de edad de cincuenta años.- Firmado Andrés de Fuenmayor.- Ante mi: Pedro de la Estrella.- Notario receptor.
Pág. 107 de "El señorío de Burguillos (Sevilla); una aproximación a su historia".
Pág. 108 de "El señorío de Burguillos (Sevilla); una aproximación a su historia".
   A continuación de lo actuado, copio el siguiente escrito, dirigido al señor cura párroco de la iglesia de Burguillos: 

          Nos, el Sr. Don José Baras, Provisor y Vicario General de Sevilla y su Arzobispado, y Juez apostólico que somos en estos autos; por la presente cometemos al cura de la Villa de Burguillos, que requerido con este despacho, vea y visite personalmente el oratorio, que en las casas de su morada, tiene en dicha Villa don José de Quirós, Señor de ella, y reconozca si el dicho oratorio, está separado y apartado, de las oficinas de las dichas casas, si está decentemente adornado de todo lo necesario para que en él, se pueda celebrar el Santo Sacrificio de la misa, y si el cáliz, patena y ara, son de la calidad y tamaño que tiene mandado el Arzobispo mi Señor, y hecha la dicha visita, la pondrá por diligencia con toda claridad, y la remita a manos del presente notario, que para ello le damos comisión en forma.- Fecho en Sevilla en catorce de octubre de mil setecientos y un año.- Al pie: Comisión apostólica para la visita de un oratorio.

   El cura párroco de Burguillos, se puso inmediatamente en acción, para dar cumplimiento a lo ordenado por su Provisor, y diez días después, enviaba el siguiente escrito:

          Fray Alonso de Vargas, Religioso de Nuestra Señora del Carmen, de observancia, cura y Beneficiado de la Parroquia del Señor San Cristóbal, de esta Villa de Burguillos, digo, que habiendo visto el mandamiento contenido en esta hoja del Señor Provisor, visité el oratorio que está en la casa de don José Bernardo de Quirós, Señor de esta Villa, y digo que el oratorio está separado de todas las oficinas de la casa, y también que está decente. También visité cáliz, patena y ara y los demás vestuarios que se requieren, y son necesarios para celebrar con decencia, el Santo Sacrificio de la misa, y los hallé estar según y conforme está mandado por los libros de visita; de todo lo cual doy fe, y lo firmé en esta Villa de Burguillos, en veinticuatro del mes de octubre de mil setecientos y un año.- Firmado: Fray Alonso de Vargas, cura.

   Y es así, como en Burguillos, existió un oratorio privado, con autorización para la celebración de la Santa misa, merced a la licencia concedida por Clemente, papa undécimo.

lunes, 19 de noviembre de 2018

Geografía: El río Burguillos (o de los Gatos) en la comarca de El Rebollar (Salamanca - Castilla y León)

   Mostramos en Historia de Burguillos una pequeña reseña del Río Burguillos (o de los Gatos), un lugar que lleva también lleva el nombre de nuestro pueblo (aunque no sabemos ni el motivo ni siquiera si está relacionado con nuestro pueblo o con otro de los municipios que llevan nuestro mismo topónimo) enclavado en la comarca de El Rebollar, en el sur de la provincia de Salamanca (Castilla y León) y a 395 km. de nuestro pueblo, Señalar que toda la información aquí mostrada proviene del Instituto Geográfico Nacional y de Google Maps.
Mapa con la situación del río Burguillos o de los Gatos en la comarca de El Rebollar.
   El Burguillos es un río afluente del Águeda (a su vez afluente del Duero), por su margen derecha, haciendo de división administrativa y geográfica entre los términos municipales de Martiago y Agallas en su inicio y entre Herguijuela de Ciudad Rodrigo y Agallas en su final.
Fotografía aérea del contraembalse del río Burguillos, cercano a su nacimiento.
Fotografía aérea del Embalse del río Burguillos.
   El origen del Río Burguillos es un manantial en el Collado del Puerto Viejo a 1177 m. de altitud, en Martiago (Salamanca), en el límite con la provincia de Cáceres. Su agua se vierte en el embalse del Águeda a la altura de la Umbría de Prado Gallego a 750 m. de altitud, tras recorrer en dirección norte aproximadamente unos 50 kms, recibiendo las aguas de sus afluentes el Arroyo del Espino (margen derecha) y el Arroyo de las Sanguijuelas (margen izquierda).
Puente viejo sobre el río Burguillos en las cercanías de Zamarra, desde la ctra. CV-142.
   Tras su nacimiento en el Collado del Puerto Viejo, el Río Burguillos pasa por el paraje de Prado Chico donde se encuentra el pequeño Embalse de Burguillos, Fuente Santa, El Plantío, la Peña de los Moralejos, continuando muy cerca del núcleo urbano de Agallas, para continuar por los parajes de Los Villares, las ruinas del Molino de El Ejido, El Carrascal, Valdepajares, Escuernavacas, y finalmente desembocar en el río Águeda, junto al paraje de la Umbría de Prado Gallego.
El río Burguillos en las cercanías de Zamarra.
   Lamentablemente no hemos podido encontrar fotografías del lugar y sólo podemos mencionar que el río vertebra la comarca a la que pertenece y que da nombre a la Mancomunidad en la que se agrupan los municipios de la zona: "Mancomunidad Burguillos", y que comprende los municipios de Agallas, La Atalaya, La Encina, Herguijuela de Ciudad Rodrigo (que ejerce de capital de la mancomunidad), Martiago, Pastores, El Sahúgo y Zamarra. En su su fundación contaba también con el municipio de Serradilla del Llano, pero que se separó de la Mancomunidad en 2014, en la zona sur de la provincia. 
Viejo puente inutilizado sobre el río Burguillos, en las inmediaciones de Villarejo.

lunes, 12 de noviembre de 2018

Callejero de Burguillos: La barriada Altos de Burguillos.

   Mostramos imágenes (realizadas por Google Maps en septiembre de 2008) de la barriada Altos de Burguillos, en Burguillos.
Callejero oficial del Ayto. de Burguillos con la situación de la barriada Altos de Burguillos.
   La barriada Altos de Burguillos está situada en la última zona de expansión urbanística de Burguillos, paralela a la carretera A-8013 en la salida de Burguillos en dirección al vecino pueblo de Castilblanco de los Arroyos. Está delimitada al norte por la calle Las Carrajolas, al sur por la calle La Encina, al Este por el Parque Canino, una zona deportiva y el Parque del Barrio Lejos y al Oeste por la carretera A-8013 (Alcalá del Río - Castilblanco de los Arroyos), formando un rectángulo casi perfecto con calles en damero desde el punto de vista urbanístico y que tienen en común el hecho de que prácticamente todas las vías tengan por denominación el nombre de enclaves geográficos del término municipal de Burguillos.
Mapa de Burguillos con la situación de la barriada Altos de Burguillos.
Fotografía aérea de la barriada Altos de Burguillos.
   La barriada Altos de Burguillos, tiene una denominación muy común entre las barriadas y urbanizaciones de nuevo planeamiento por lo que prácticamente no hay población que no tenga una zona denominada "Altos de ..." queriendo personalizar así la zona como propia de la localidad, cuando la realidad es que más bien la despersonaliza puesto que no se diferencian las calles entre si en incluso de unas poblaciones a otras, e históricamente es una zona moderna, residencial de viviendas de una y dos plantas realizadas por promociones inmobiliarias en la mayor parte de la barriada junto con alguna que otra de autoconstrucción, creada a finales del siglo XX y comienzos del XXI, aún no finalizada y que tiene como centro neurálgico la avenida Pepe Luna, en la que se encuentra una suerte de Centro Comercial denominado asímismo "Altos de Burguillos" con una ocupación muy escasa.

lunes, 5 de noviembre de 2018

Hemeroteca: La supresión del Ayuntamiento de Burguillos, según las noticias aparecidas en varios periódicos de los días 12, 15 y 16 de noviembre de 1867.

   Mostramos en "Historia de Burguillos" la noticia recogida en varios periódicos, en concreto "El Imparcial", "La España" y "La Esperanza", editados en Madrid, sobre la supresión del Ayuntamiento de nuestro pueblo por motivos demográficos, entre el 12 y 16 de noviembre de 1868, y que se conservan en el archivo de la Biblioteca Nacional de España.
   Comenzamos con "El Imparcial", considerado como el periódico más influyente en España en el último tercio del siglo XIX y primeros años del XX, es fundado por Eduardo Gasset y Artime (1832-1884), apareciendo su primer número el 16 de marzo de 1867, como diario vespertino (hasta abril de 1868 no será matutino) de carácter informativo alejado del doctrinarismo propio de los periódicos de partido y fuertemente ideologizados, que llegará a ser considerado como el principal periódico de los que iniciaron la gran transformación de la moderna prensa española.
   Desde una zona templada, nace afín a la Unión Liberal y como opositor al gobierno del general Ramón María Narváez, sufriendo suspensiones en su primer año de vida, como la que va del 11 al 22 de mayo. Desde sus columnas se gestará la coalición de liberales, progresistas, demócratas y antidinásticos que propiciarán la Septembrina, convirtiéndose en el órgano más influyente del Sexenio Democrático, como refleja el aumento de su tirada, desde el medio millar de ejemplares diarios iniciales a los 18.000, alcanzando al final de este periodo los 40.000, una de las cifras de circulación más altas en la prensa española de la época, convirtiéndose en el diario favorito de los lectores, a la vez que el más barato.
   Con el diario de Gasset, se va a acentuar el periodismo español de una forma considerable, en palabras de Asenjo y, según Seoane, se consolidará el periodismo noticioso y empresarial de calidad, mezcla de un cuidado aspecto informativo moderno y ambicioso, a medio camino entre la asepsia y los extremismos, y de una opinión democrática. Convertida su imprenta en centro de propaganda de la Septembrina, será el más firme apoyo de Amadeo I y reconocerá a la I República, al tiempo que inicia el desbancamiento de su rival, el ecléctico diario La correspondencia de España, que desde 1859 venía siendo el hegemónico.
   Clásico diario de cuatro páginas a varias columnas y tipografía menuda y sin alardes, en la primera incluía dos o tres artículos de fondo, así como la crónica diaria. Contaba también con una sección de Miscelánea política o Revista de prensa. Daba amplio espacio a los despachos telegráficos internacionales que servía la agencia Havas, a través de Fabra. Contaba con las secciones oficial, y de noticias del interior, exterior y ultramar, mercantil e industrial, bibliografía, espectáculos, amena y de variedades. Asimismo, publicaba el ya consolidado folletín en el tercio inferior de las primeras páginas, y dejaba la cuarta plana para los anuncios publicitarios, que al principio habían ocupado poco espacio.
   Entre sus redactores se encontraron Mariano Araús (mano derecha de Eduardo Gasset), Ángel Castro y Blanc, Isidoro Fernández Flórez (Fernanflor), Manuel Fernández Martín, Rafael García Santisteban y José Echegaray, entre otros.
   Al final del periodo democrático, el 27 de abril de 1874, comenzará a publicar Los lunes de El Imparcial, que alcanzará la cima de la fama de los suplementos semanales literarios de todos los tiempos, con artículos de divulgación científica, crítica literaria, teatral y de arte y de creación, en el que se darán cita las mejores plumas del país, al frente del cual se pondrá Fernández Flórez.
   Hostil al principio a la Restauración, termina integrándose en un "realismo político", manteniendo su independencia desde una posición liberal amplia, según palabras de Seoane, y situándose frente al otro gran diario, el dinástico y canovista La época. Sin embargo, su integración plena en el sistema forzará a sus dos principales periodistas, Araús y Fernández Flórez, liderar una primera escisión que originará la fundación, en 1879, de El liberal, que competirá desde una posición ideológica republicana y más a la izquierda.
   Como gran órgano de opinión y una de las más importantes empresas periodísticas de la Restauración, El imparcial seguirá siendo uno de los diarios de mayor prestigio y circulación, dando la nota más intelectual de la prensa nacional. Su gran editorialista político por antonomasia será Manuel Troyano. Incorpora nuevos redactores, como Andrés Mellado, Mariano de Cavia o Eugenio Rodríguez de Escalera (Montecristo), uno de los principales cronistas sociales de la época, y José Ortega y Munilla, futuro yerno del fundador, tomará la dirección de Los lunes ... La calidad de sus artículos políticos, económicos y literarios afianzará su influencia, de tal modo que se dirá que un artículo del diario puede llegar a derribar un gobierno, mientras que publicar en su suplemento literario se convierte en la mayor pretensión de los escritores españoles. En las páginas de Los lunes... se darán cita, entre otros, los principales escritores de la Restauración y los que más tarde integrarán la nómina de lo que se denominará generación del 98. Nos referimos a Juan Valera, Federico Balart, Manuel del Palacio, Ramón de Campoamor, Emilia Pardo Bazán, Jacinto Octavio Picón, Leopoldo Alas Clarín, Ramón María del Valle Inclán, Miguel de Unamuno, Jacinto Benavente, Pío Baroja, Ramón Pérez de Ayala, Ramiro de Maeztu, Azorín, ...
   Con la muerte del fundador, su hijo Rafael Gasset Chinchilla (1866-1927) había tomado la dirección de diario en 1884, quien en 1897 se incorporará al grupo regeneracionista de Camilo García Polavieja (que a su vez se suma al conservador Francisco Silvela) y seguidamente al de Raimundo Fernández Villaverde, a la vez que hará desde el diario una oposición al partido liberal de Práxedes Mateo Sagasta. Y cuando sea nombrado ministro en 1900, le sustituirá al frente del periódico su cuñado José Ortega Munilla (1856-1922), reconvirtiéndose el diario en defensor del nuevo jefe del Partido Liberal, Segismundo Moret, y tras un breve periodo de oposición pasará a defender al liberal progresista José Canalejas. Estos vaivenes harán perder el prestigio de independencia del diario, aunque mantiene el de su suplemento semanal y, de los 140.000 ejemplares diarios en torno a 1900, momento que alcanza el cénit de su popularidad y circulación, pasa a los 80.000 en 1906.
   En mayo de este año será incorporado, junto a El liberal, el Heraldo de Madrid y otros periódicos de provincias, a la Sociedad Editorial de España, ocupando El imparcial el ala derecha del trust empresarial de la prensa liberal española. Luis Bermúdez de Castro será su nuevo director durante 1906-1907 y Luis López Ballesteros, desde 1908 a 1913.
   Durante la primera guerra mundial comenzará siendo neutral, mostrando Benavente su germanofilia y Ciges Aparicio, como corresponsal en París, su aliadofilia, pasándose al final al lado alemán mediante la correspondiente subvención.
   En 1916 se separa de la Sociedad Editorial de España al mismo tiempo que se precipita su decadencia, pasando un año después a La Papelera Española, de Nicolás María de Urgoiti, siendo nombrado director Félix Lorenzo. La actitud del diario ante el fenómeno de las Juntas de Defensa y el artículo publicado por José Ortega y Gasset (nieto del fundador) en juno de 1917, en el que difunde severos juicios contra la dinastía y reclama cortes constituyentes, propiciarán a final de este año la fundación de El Sol, al que marchan sus más prestigiosos redactores y colaboradores, entre ellos Mariano de Cavia y Félix Lorenzo, que tomará la dirección del nuevo diario de Urgoiti.
   Durante la dictadura primorriverista el diario ya se encuentra en la más absoluta postración y agonía, el número de suscriptores son 9.000 y apenas 1.500 ejemplares tienen venta callejera. En abril de 1927, de nuevo Rafael Gasset y su familia se deshacen del diario, y un año después será constituida Editorial Española, S.A., para la edición del periódico, siendo su propietario el Banco de la Construcción, desapareciendo en 1933, tras su dilatada, próspera e influyente existencia.

   Pues bien, en su edición del 12 de noviembre de 1867, aparece en una de sus páginas (a cuatro columnas) desde el final de la segunda columna hasta el comienzo de la cuarta, bajo el título SECCIÓN DE NOTICIAS - INTERIOR, interesándonos la séptima, que encontramos en la mitad de la tercera columna, la cual transcribimos literalmente:
Página del periódico "El Imparcial" del 12 de noviembre de 1867.
   "He aquí la lista oficial de los pueblos de la provincia de Sevilla, cuyos ayuntamientos van a suprimirse por contar menos de 200 vecinos:
   Albaida, Almensilla, Bormujos, Burguillos, Castilleja del Campo, Castilleja de Guzmán, Espartinas, Garrobo, Lantejuela, Lora de Estepa, Molares, Palomares, Real de la Jara, San Nicolás del Puerto y Villanueva del Río."

   Seguimos con "La España"; a los dos días de la desaparición de El español, el gran diario del moderantismo que había fundado en 1835 Andrés Borrego, el 18 de abril de 1848 ocupará su vacío esta cabecera, con diferente empresa pero utilizando sus mismos bagajes, en concreto su cuerpo redaccional, pero quedando Borrego al margen. Sus artífices serán un hombre muy cercano personalmente a la ahora exiliada regente María Cristina, el empresario, político y fuerista alavés Pedro Egaña (1803-1895), y Francisco Navarro Villoslada (1818-1895), que había llegado a sustituir temporalmente a Borrego en la dirección de El español y que ahora tomará el mando de la nueva cabecera, pasándose más tarde a las filas del carlismo.
   Se trata de un diario que se autodefine como “un periódico de gobierno, no de gobierno… defensor de los principios del orden, conservador de la sociedad, celoso de la independencia nacional, monárquico y liberal en el sentido más puro y más honrado de esta palabra”, según señala en su edición del uno de enero de 1849. Será el principal diario del Partido Moderado, pero situado en su ala derecha, con una ideología liberal-ultraconservadora lindante con el absolutismo, aunque sin querer confundirse con los neocatólicos (La regeneración y La constancia), y, en realidad, un periódico “ministerial de todos los ministerios”, como expresión del poder fáctico de un régimen isabelino en donde el poder político estuvo en manos de los generales Ramón María Narváez (1800-1868) y Leopoldo O’Donell (1809-1867). Egaña, su gran artífice, que en 1846 ya había asumido la cartera de Gracia y Justicia, será en 1853 ministro de la Gobernación, siguiendo su carrera política como diputado y senador.
   La España consolidará, desde el ala conservadora, el modelo de periodismo informativo y político español que se había iniciado tras el régimen fernandino, siguiendo la estirpe anglosajona del Times. Se estabilizará en el gran formato, compuesto a cinco columnas (sus primeros números lo habían sido a seis) y con tipos diminutos. En números de cuatro páginas, con ediciones para Madrid y provincias, así como matutinas y vespertinas, dejando de aparecer los lunes y también los domingos y festivos, estructurado en secciones fijas. Comenzaba con las noticias extranjeras, después la que denomina de interior, o nacionales, oficiales (decretos, órdenes), parlamentarias, el editorial diario, artículos de fondo, otras noticias económicas, comerciales, industriales, la cotización de la Bolsa, etc. También una gaceta religiosa y otras gacetillas de asuntos varios, información y revista de espectáculos, especialmente de teatros, bibliografía, literatura, etc. Así como revistas de prensa y el ya consolidado folletín diario, en los faldones de las dos primeras páginas. Sus anuncios comerciales llegarán a ocupar completamente la cuarta plana del periódico.
   Entre su larga nómina de redactores y colaboradores estarán José Gutiérrez de Aguilar, Ceferino Suárez Bravo, José Selgas Carrasco, Eduardo González Pedroso, Eusebio Martínez Velasco, Eugenio Ochoa, Carrillo de Albornoz, etc. Muchos de ellos redactarán y colaborarán también en el violento satírico neocatólico El padre Cobos durante el bienio progresista (1854-1856). Otros pasarán posteriormente a periódicos afines al carlismo.
   Había empezado saliendo de la imprenta de Anselmo Santa Coloma y Compañía, después de otras, y por último de una propia, a cargo de F. Gamayo. Después de una veintena de años de existencia, desparecerá a causa de la Gloriosa, como otros periódicos unidos a la caída dinastía, publicando su último número el 29 de septiembre de 1868, ocupando su vacío El siglo (1868-1869).

   Pues bien, en su edición del 15 de noviembre de 1867, aparece en una de sus páginas (a cinco columnas) ocupando la parte media de la primera columna, bajo el título INTERIOR, interesándonos los párrafos segundo y tercero, que reproducen el mismo texto que publicaba el periódico "El Imparcial", la cual transcribimos literalmente:
Página del periódico "La España" del 15 de noviembre de 1867.
   "En Sevilla iban a suprimirse los ayuntamientos de los siguientes pueblos, por contar menos de doscientos vecinos:
   Albaida, Almensilla, Bormujos, Burguillos, Castilleja del Campo, Castilleja de Guzmán, Espartinas, Garrobo, Lantejuela, Lora de Estepa, Molares, Palomares, Real de la Jara, San Nicolás del Puerto y Villanueva del Río."

   Y finalizamos con "La Esperanza"; con el subtítulo de “Periódico monárquico”,  es la más importante cabecera de la prensa absolutista española del siglo XIX, como órgano oficioso del carlismo. Con una larga vida, nace tras ser vencidas las tropas carlistas con el “abrazo” de Vergara, el 10 de octubre de 1844, en pleno proceso de incorporación de amplios sectores ultracatólicos a la legalidad isabelina emanada de la Constitución de 1845, al ejército, a la administración y al propio Partido Moderado, en ese momento en el poder, pero sin renunciar a sus principios ideológicos como combatiente del régimen liberal y parlamentario.
   Se trata de un diario de la tarde (excepto domingos y festivos) que prácticamente se publicará sin interrupción, y desaparecerá, junto al resto de la prensa carlista y la cantonal tras el golpe de Estado del general Manuel Pavía y la nueva asunción del poder del general Francisco Serrano, con el que se finiquita el periodo revolucionario abierto el 18 de septiembre de 1868 y abre la puerta a la restauración borbónica un año después.
   En 1850 y durante casi un quinquenio, La esperanza llegará incluso a ocupar el primer puesto en la circulación de la prensa de la época, y competirá como periódico reaccionario con El católico (1840-1857), aunque éste se centre más en cuestiones religiosas. Durante el bienio progresista, La esperanza tendrá que competir como principal ariete de la extrema derecha con una publicación más fanática como La regeneración (1855-1873) y lo hará también con El pensamiento español (1860-1873). En 1857 fue, junto al demócrata La discusión (1856-), será el periódico de mayor circulación en España.
   Es un diario bien construido y escrito, en cuya primera página incluía el editorial, y daba importante espacio a las noticias, muchas de ellas sazonadas de opinión, y con secciones como la dedicada a espectáculos, no evadiéndose del folletín, generalmente traducido del francés. También era importante su publicidad comercial, que era una forma de los sectores económicos reaccionarios para sostener esta empresa periodística, especialmente la de libros religiosos.
   Fue fundado y dirigido por el clan familiar capitaneado por Pedro de la Hoz (1800?-1865), a quien Fernando VII le había otorgado dirigir la Gazeta de Madrid y la Imprenta Nacional desde 1829. Este periodista será uno de los directores de prensa encarcelados en 1852, y tales eran los ánimos en el periodismo español del XIX que De la Hoz tuvo la iniciativa de crear y presidir el primer Tribunal de la Prensa en 1860 para dirimir los duelos (lances de honor) entre los periodistas, que sólo duró dos años.
   Intervinieron muy directamente en la redacción de este diario el hijo del director, Vicente de la Hoz y de Liniers (1841-1886), y su yerno, Antonio Juan de Vildósola (1830-1893), quienes le sucederán en la empresa, y que, tras la desaparición de La esperanza, sacarán un nuevo título –La fe (1876-1891)- al comienzo de la Restauración.
   Un gran número de periodistas tradicionalistas católicos de la mitad de la centuria del diecinueve colaboraron en La esperanza, siendo uno de los más famosos de su primera época Luis del Barco, que llegó a polemizar con el propio director de la publicación, así como el militar carlista y firmante del Convenio de Vergara Mariano Godoy (-1877) y el bohemio José María Carulla. También lo serán Francisco Navarro Villoslada (1818-1895), el cardenal Antolín Monescillo y Viso (1811-1897), Juan Manuel Ortí y Lara (1826-1904) y Miguel Neyra y López.
   
   Pues bien, en su edición del 16 de noviembre de 1867, aparece en una de sus páginas (a cinco columnas) ocupando la parte inferior de la primera columna, bajo el título Noticias de las Provincias, interesándonos los párrafos sexto y séptimo, que reproducen el mismo texto que publicaban también los periódicos "El Imparcial" y "La España", la cual transcribimos literalmente:
Página del periódico "La Esperanza" del 16 de noviembre de 1867.
   "He aquí la lista oficial de los pueblos de la provincia de Sevilla cuyos ayuntamientos van a suprimirse, por contar menos de doscientos vecinos:
   Albaida, Almensilla, Bormujos, Burguillos, Castilleja del Campo, Castilleja de Guzmán, Espartinas, Garrobo, Lantejuela, Lora de Estepa, Molares, Palomares, Real de la Jara, San Nicolás del Puerto y Villanueva del Río."

   De esta noticia se deduce la crisis demográfica que en aquella época sufrió nuestro pueblo que casi le lleva a la supresión del Ayuntamiento, pero que afortunadamente, no se llevaría a cabo. Burguillos siempre resurge de sus cenizas cual ave fénix ....