Mostramos en "Historia de Burguillos" la noticia recogida en la "El Progreso Agrícola y Pecuario", revista editada en Madrid, sobre la creación de la Granja Agrícola Santa Teresa, de la cual fue agraciado, entre otros Doroteo Blanco, burguillero, hecho acontecido el 22 de febrero y publicados el 29 de febrero de 1908, y que se conservan en el archivo de la Biblioteca Nacional de España.
"El Progreso Agrícola y Pecuario" es una Publicación fundada en 1895 por Francisco Rivas Moreno, que más tarde sería también propietario de la Librería y Editorial Agrícola Nacional y Extranjera, de Madrid, dedicada a la agricultura, ganadería, veterinaria, caza y pesca, avicultura y al comercio y exportación, tal como aparece estampado en el grabado de gran tamaño con motivos rurales de su primera página en sus primeros años de vida y que, en 1902, fue calificada en un concurso como el mejor de los periódicos agrícolas de España, considerándose continuadora de otros títulos de este carácter editados tanto en Madrid como en Córdoba. Se publicaba cuatro veces al mes, en números de entre 16 y 20 páginas, y al final de de su vida, que alcanzó hasta julio de 1936, llegó a las 40 páginas, al incluir numerosos anuncios publicitarios, y en algunos números fotografías de actualidad.
Contiene artículos doctrinales, de fondo, divulgativos, de fomento y técnicos, sobre cultivos, industria y maquinaria agropecuaria, transporte y comercio exterior, abonos, métodos y mejora de producción, cosechas, precios, enfermedades, etc. Le dedicó especial atención a la producción vinícola española, y a su competidora francesa, y a la olivarera, y a su competidora italiana, así como a la lanar y a la cerealística. También incluye informaciones sobre congresos, regadíos, estadísticas de producción, etc. Con secciones sobre los mercados extranjeros y otras sobre consultas, personal agronómico y bibliografía.
Desde 1900 a 1921 es dirigida por Sergio de Novales, a quien le sustituye Andrés Garrido, hasta 1929. También la dirige Gregorio Matallana. Entre sus colaboradores se encuentran agrónomos, como Manuel Priego y E. Noriega; peritos, como Victoriano Odrizola, e ingenieros, como Teodoro Álvarez, Diego Pequeño, Ricardo Pastor Penades, Tiburcio Alarcón y Anselmo Fuentes, así como Eduardo Abela, de la Asociación General de Agricultores de España. La sección “Campesinas”, firmada con el seudónimo “Campesino”, era una especie de columna de opinión sobre la actualidad. Dirigida a la burguesía propietaria agraria, acogió con satisfacción la dictadura primoriverista. Dedicó también especial atención a la reforma agraria republicana e informó sobre la implantación de las cámaras oficiales agrícolas.
Pues bien, en la página 115 de la edición del 29 de febrero de 1908, a dos columnas, en la que se publican diversas noticias relacionadas con la agricultura, aunque la que nos interesa fundamentalmente a los burguilleros, es la que aparece en el final de la primera columna, y la totalidad de la segunda columna, sobre la creación de la Granja Agrícola Santa Teresa, uno de cuyos beneficiarios, es Doroteo Blanco, vecino de Burguillos, y que pasamos a transcribir íntegramente:
"El día 22 ha sido para Sevilla día de fiesta: Sus Majestades inauguraron en él la Granja Agrícola que ha de proporcionar enseñanza y cultura para que la transformación de cultivos y la creación de una gran zona de regadío que allí se proyecta no sea un mito, como lo es en otras regiones donde el agua discurre por los canales, sin que el labrador se decida á aprovecharla para regar sus tierras. .
La iniciativa de la creación de esta Granja partió de los conocidos agricultores Sres. Benjumea (D. José) y Halcón (D. Antonio), quienes, convencidos de la necesidad de establecer en Sevilla una Granja, solicitaron y obtuvieron el apoyo de la Diputación provincial, que se comprometió á abonar la renta de la misma.
Contando con esta protección, vinieron dichos señores á Madrid, y celebraron numerosas conferencias con el Ministro de Fomento y el Director general de Agricultura, los cuales ofrecieron dar toda clase de facilidades, y al efecto el Sr. Besada dictó una Real orden autorizando la creación de la Granja y ordenando á la vez al Sr. Noriega, Ingeniero director de la Escuela práctica de Agricultura de Jerez, que formase un plan para la instalación de los cultivos correspondientes.
El referido Ingeniero presentó un proyecto muy notable, con arreglo al cual se ha instalado la Granja.
Los fines que esta clase de centros persiguen son bien conocidos, como también lo son los beneficios que las enseñanzas que se dan en ellos han de reportar á los agricultores.
El Estado costeará el personal técnico y la maquinaria, habiendo enviado ya alguna de ésta á Sevilla.
También pagará el Estado el ganado que se necesite para establecer la estación pecuaria.
En la Granja se crearán cultivos desconocidos hasta hoy en Sevilla: prados artificiales, plantas forrajeras, mielga, alfalfa y el cultivo del algodón (regadío y secano).
La huerta de Santa Teresa, en que se ha instalado la Granja, mide 40 hectáreas, posee agua abundante y el importe de su alquiler es de 10.000 pesetas anuales.
El contrato con el propietario de la finca ha sido hecho por veinte años.
Terminado el acto de la inauguración, y después de visitar los Reyes la Granja, llevó a cabo D. Alfonso un acto en extremo simpático: entregó por su propia mano artísticos diplomas y 250 pesetas, a cada uno de los obreros que más se han distinguido durante diez años en el fomento de la cría del ganado.
D. Alfonso conversó con ellos, haciéndole algunas preguntas.
Con mucho gusto publicamos en este sitio los nombres de los modestos agraciados.
Fueron los siguientes:
Francisco Chamorro, de Sevilla, mayoral de D. Blas Caballo; Doroteo Blanco, de Burguillos, criado del Marqués de Sancha; Bartolomé Vázquez, de Cantillana, mozo del Sr. Rodríguez Rivas; Alonso Lobato, del Arahal, criado del Sr. Candau (D. R.); José Jiménez Espinosa, de Mairena del Alcor, mozo de D. E. Miura; Basilio Lagares, de Villamanrique, mozo de D. H. Camino; Sebastián Parejón, de Benacazón, mayoral de D. F. Amores; Juan Antonio Marín, de Sevilla, mozo del Sr. Ibarra (D.E.), y Francisco González, de Castilblanco, criado de D. Manuel Vázquez."
Una nueva noticia para ampliar la historia de nuestro pueblo, en este caso en el campo agrícola-ganadero.
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